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DÍAS DE GUARDAR Domingo 29 de enero de 2023

In Análisis Político, Días de Guardar, POPLab on enero 29, 2023 at 12:06 pm
  • Guanajuato 2024, la sucesión expropiada
  • MMM busca ejercer veto contra Libia
  • ¿Podrán los reacomodos cicatrizar un choque sucesorio?
Arte: @PincheEinnar

1.- Marko Cortés se apropia de la sucesión con una declaración

Parece que la sucesión 2024 del PAN en Guanajuato está fuera de control.

La presencia de Libia Dennise García Muñoz Ledo en el comité municipal del PAN en León hace dos semanas provocó un revuelo inducido por los seguidores de la propia funcionaria, que interpretaban el evento como un “predestape”. 

La respuesta no se ha dejado esperar y vino de la mano del dirigente nacional panista, Marko Cortés, este viernes.

Como una réplica a lo que muchos interpretaron como un madruguete desde el círculo cero de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, el líder nacional panista lanzó un misil bajo la línea de flotación del navío que hizo un lema del “golpe de timón”, pero que nunca lo concretó: el PAN lanzará una mujer como candidata a la gubernatura, pero lo hará mediante contienda interna.

El anuncio fue la primera declaración de Cortés apenas llegando a la plenaria de senadores en León. Previamente se había reunido a desayunar con Alejandra Gutiérrez en una hacienda en el Puerto Interior de Silao, donde también saludó a la senadora Alejandra Reynoso.

El mensaje es inequívoco: si quieren mujer, Libia no es la única. Y aún peor: no será en una mesa cupular donde se decidirá, sino en una contienda abierta donde cuentan los programas sociales, los alcaldes, los operadores propios y los profesionales y los liderazgos del panismo.

A diferencia de Libia, limitada en el presupuesto de la Secretaría de Gobierno y dependiente totalmente de la Secretaría de Desarrollo Social, donde Aldo Márquez Becerra se ocupa de la operación ante la virtual desaparición de Jesús Oviedo, la alcaldesa de León dispone de recursos para montar su propia plataforma de campaña.

El amago de una contienda interna, algo que no había contemplado la dirigencia estatal de Eduardo López Mares y a lo que Diego Sinhue se ha resistido bajo el argumento de que la competencia intestina divide al partido y lo lanza debilitado a las elecciones constitucionales, mueve el tapete por completo.

Serían en realidad dos las decisiones anunciadas de bote pronto y unilateralmente por el dirigente, en una visita cuyo objetivo era la plenaria de los senadores del PAN, no los procesos electorales locales: la elección de género y el formato para elegir.

Todo ello, además, en ausencia del mandatario y del dirigente local, en una entrevista de banqueta.

Por supuesto, nada es casualidad. No lo es el anuncio que ocupó todas las portadas de los medios locales este sábado; no lo es que ocurra después del predestape de Libia, tampoco que sea luego de reunirse con la alcaldesa Alejandra Gutiérrez y menos que ocurra sin la presencia del gobernador Diego Sinhue. 

No es descortesía, es una bomba de 500 kilotones sobre la soberbia de quienes querían repetir el método Márquez del dedazo unipersonal, pero sin haber movido un solo dedo para prepararlo.

Sintomática fue la respuesta del gobernador ante los medios cuando le informaron de las declaraciones de Marko Cortés: “Ah no sabía que había dicho eso (…). A mí en lo personal siempre me han gustado las internas”. Hasta hace no mucho, Diego Sinhue criticaba la democracia interna por el desgaste que causan al partido.

Marko Cortés, con unas cuantas frases, arrancó el proceso del control local, eliminó a la mitad de los aspirantes y descolocó al aparato local al enfrentarlo a lo que no esperaban: una contienda abierta que implica recursos, amenaza confrontación y obliga a la operación cicatriz.

Y todo eso, sin despeinarse.

2.- Miguel Márquez: pescador en río revuelto

Al igual que le ocurrió a Diego Sinhue con su delfín Jesús Oviedo, el ex gobernador Miguel Márquez falló dos veces en construir un prospecto de aspirante a la gubernatura: Erandi Bermúdez no logró crecer en sus recorridos por el estado y Daniel Díaz Martínez, carente de vena política, fracasó en capitalizar su papel durante la pandemia.

Sin embargo, el ex gobernador que impuso en el PAN el dedazo de corte priista no se resigna a su creciente pérdida de influencia y quiere regresar al papel protagónico en la contienda que se avecina.

Su objetivo parece ser el veto a la secretaria de gobierno Libia García, a quien ven demasiado liberal para la mentalidad de la ultraderecha guanajuatense. 

No en balde, Márquez empujó a su esposa María Eugenia Carreño a una incipiente cruzada por los valores de la familia tradicional, a las pocas semanas de que se oficializara, mediante una circular de la Secretaría de Gobierno, la posibilidad de los matrimonios de personas del mismo sexo en Guanajuato.

La presencia de su sobrino Aldo Márquez y del jefe de gabinete Juan Carlos Alcántara, en el predestape de Libia Denisse, fue otro factor de alarma para el ex gobernador que hoy aparece como la cabeza más visible del Yunque en Guanajuato. Ambos han tratado de acotar la influencia de Márquez Márquez en el sexenio dieguista.

Ya aquí revisamos la semana pasada el duro ataque del conservador periodista guanajuatense Enrique Aranda contra Diego Sinhue y su presunto dedazo en favor de la secretaria de gobierno, el cual tiene todo el viso de ser inducido desde el marquismo.

Por si algo faltara, hace unos días circuló intensamente la foto de Luis Ernesto Ayala y Erandi Bermúdez acuerpando a la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, la rival más visible de Libia. Ayala sostiene lazos históricos e ideológicos con Márquez, quien propició su regreso a la política como síndico en el cabildo de López Santillana, lo que le permitió hilvanar la secretaría de gobierno y el liderazgo del Congreso. Bermúdez es directamente un alfil del de Purísima.

En una contienda cerrada a Libia como candidata del panismo local y Alejandra del nacional, Márquez podría encontrar la coyuntura para vender sus lealtad, sus redes subsistentes, sus alianzas con ex priistas y ex perredistas en varios municipios de la entidad y hasta sus incrustaciones en el gabinete de Diego.

Si bien el primer ex gobernador transexenal en la vida política del Guanajuato actual no podrá regresar por sus fueros como pretendía y recobrar la posibilidad de impulsar un candidato, al menos quiere conservar el derecho de veto y para ello aprovechará cualquier coyuntura que se le presente.

Otro factor que contribuye a descarrilar el proceso sucesorio sin sobresaltos que Diego quería.

3.- Contiendas internas, la sana costumbre que el PAN perdió

Sin decir agua va, sin la presencia de panistas locales, como un asalto al palacio de invierno en el estado más panista de México, el dirigente nacional Marko Cortés adelantó una decisión que tendría que ser de los órganos consultivos del panismo y no de su exclusivo resorte: abrir la elección de candidato al gobierno de Guanajuato en una contienda electoral entre militantes panistas.

La última vez que eso pasó, Miguel Márquez ganó una elección a José Ángel Córdoba y a Ricardo Torres Origel, fue a una campaña que requirió la licencia de Juan Manuel Oliva y el interinato de Héctor López Santillana

Tras una dura campaña, el candidato panista ganó la elección por menos de 100 mil votos y perdió el municipio de León, el más importante de la entidad y uno de los territorios más panistas de México, a manos de la priísta Bárbara Botello

Esa es la experiencia que tiene a Diego Sinhue Rodríguez convencido de que “la democracia interna debilita al partido”. La misma que hizo a Márquez cambiar todos los usos y costumbres de Acción Nacional para recurrir al expediente priista del dedazo en favor de un delfín construido laboriosamente desde la dependencia pública que distribuye el dinero de los programas sociales.

La contienda interna de la que habló Marko Cortés desde la enorme arrogancia de una dirigencia nacional que ha sometido al silencio las disidencias internas y los mecanismos de consulta, tomará al PAN de Guanajuato bajo la jefatura de Eduardo López Mares, un político sin recursos que ha convertido a la jefatura del partido en una oficialía de partes del gobernador y sus asesores cercanos.

No parece ser el mejor escenario para enfrentar una elección que probablemente vea un activismo exacerbado desde el gobierno federal para arrebatar Guanajuato al PAN. 

Tampoco parece el mejor momento para dividir a un estado que se jacta de ser bastión panista, cuando se va a una batalla decisiva por la presidencia de la República y se necesitan todos los votos posibles.

Esas son algunas de las cuestiones que están en juego y que rebasan los intereses de los actores locales y sus pequeñas ambiciones.

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