En Guanajuato la situación de emergencia modificó su polo magnético. Pasó de la escasez de gasolina a eso otro terrible que todos sabemos pero que casi nadie se atreve a mencionar: la existencia de un articulado cartel enfocado en el robo de combustibles, que ha evolucionado a una guerrilla suburbana en los últimos años y que se ha fortalecido a ciencia y paciencia de los gobiernos locales.
Si Guanajuato padece más el desabasto de combustibles, también tiene que ver con las actividades ilegales de una poderosa banda que además de dos años a la fecha se encuentra en guerra con otro grupo delincuencial.

Gobernador fuera de foco, en la semana de los bloqueos y el explosivo en Pemex. Foto: Twitter