Difícilmente se podía haber dado una reunión como la de ayer, de seis horas, entre el Presidente de la República y los padres de las víctimas de Guerrero, desaparecidos y asesinados, sin la presión generada en el último mes por la opinión pública de todo el país y del extranjero.
Probablemente no sea fácil dar respuesta a los reclamos de quienes sienten un dolor profundo, agravado por la incertidumbre y la falta de respuestas, pero que también ven como se pretende manchar la imagen de sus vástagos.
Sin embargo y aunque el gesto haya tardado un mes, como tardó la decisión para que el gobierno federal asumiera responsabilidades en el caso lo que solo se hizo cuando la crisis rebasó Guerrero e impactó al propio habitante de Los Pinos, la acción de dialogar y, sobre todo, de escuchar, no puede ser minimizada. Read the rest of this entry »