Bárbara Botello es, sin duda, buena abogada. Pero, también sin duda, no es una buena servidora pública.
La defensa del resbalón mental que significó la aceptación de un obsequio en especie de parte de un empresario leonés, no fue jurídica, tampoco fue lógica y, desde luego, no aclaró nada. Fue, simplemente, prepotente. Read the rest of this entry »