Pareciera ser una excelente noticia: un medio de comunicación publica una investigación profusa sobre la asignación de una compra gubernamental de equipo médico a un proveedor que había sido sancionada en el pasado; acto seguido, el propio gobernador del estado emite un úkase que cesa fulminantemente a dos funcionarios y expulsa del paraíso del padrón de proveedores a la pecadora empresa.
Habría que esperar, desde luego, que no se trate solamente de un acto principesco de excepción, sino de una nueva forma de hacer las cosas, de un cambio total en los usos y costumbres del gobierno, de una determinación que se convierta en ley.
¿Es esto posible? Read the rest of this entry »