Sigue siendo vigente la vieja sentencia de que la primera víctima de una guerra es la verdad. Ahora lo vemos en el tema de la gasolina, donde la desinformación fluye a borbotones y escasean los datos concretos y los análisis razonados que contribuyan a entender y afrontar la emergencia.
Desde las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador surgen explicaciones efectistas que hasta hoy han logrado su objetivo de poner a la población de parte de la lucha contra el robo de combustibles, aunque, como en cualquier parte de guerra, los datos sean más propaganda que información contrastable.

Importación de gasolina, negocio, no magia ni solidaridad. Foto: El Financiero.