Decía Julio Cortázar en el imprescindible capítulo 71 de la imprescindible Rayuela “que nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo…”
Haría falta más literatura, más reflexión y menos robótica y falsa innovación para darnos cuenta de cuáles son los problemas reales de Guanajuato y no caer en el juego de las falsas salidas, de la cabeza en el agujero, del “qué mal está todo, pero mientras no me pase a mí, como quiera.”
