En junio de 2017, el procurador de Guanajuato Carlos Zamarripa Aguirre, el mismo que hoy hunde la credibilidad del PAN con el intento de permitirle 18 años en el cargo al ratificarlo como fiscal general por los próximos 9 años, anunciaba con espectacularidad la detención del ex guerrillero chileno Raúl Escobar Poblete, el mítico Comandante Emilio del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, quien vivía en San Miguel de Allende bajo la fachada de un tranquilo y apreciado expatriado de nombre Ramón Guerra Valencia.
Lo que parecía un éxito policial de resonancias continentales había sido logrado por una casualidad: la denuncia de un taxista a quien se le encomendó llevar un paquete conteniendo una carta y un dedo mutilado, de que era seguido por una persona en un vehículo.
Interceptado por policías municipales de San Miguel, Guerra Valencia o Escobar Poblete fue detenido desde el día primero de junio de 2017.

Espectacularidad, no justicia. Foto: Zona Franca