Dos casos, la presunta agresión de un catedrático a una becaria y el aparente plagio de una investigación en proceso, ponen en evidencia los protocolos para ofrecer garantías a la comunidad académica más importante del estado.
Tras doce años en los que la Universidad de Guanajuato fue dirigida por doctores de perfil ingenieril, a partir de 2015 la institución que ha dejado de ser la máxima casa de estudios de la entidad, peor que es la mayor de las sostenidas por dinero público, regresó a las manos de un rector experto en derecho. Read the rest of this entry »