- Empresarios tras mayor protagonismo en reparto del poder
- Alza de la violencia en León: el trasfondo político
- Cacicazgo de Agripino sobre la UG tiene muerte de cuna
1.- El sector privado quiere todo el poder
Doscientos empresarias y empresarios guanajuatenses firmaron y publicaron a fines de junio un primer desplegado para “exigir a todas las fuerzas políticas candidatos más preparados y capacitados”. Y con eso agitaron el avispero.
En el entorno del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo la acción se leyó como una jugada del grupo que impulsa a la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos en su proyecto de disputar la candidatura al gobierno estatal. Es decir, como una forma de presionar al propio mandatario en su deseo manifiesto de heredar el cargo de forma unilateral y unipersonal, en favor de su colaboradora Libia Denisse García Muñoz Ledo.
Un mes después,a fines de julio, de los 200 solo quedan dieciséis, por cierto, todos hombres, ni una sola mujer. Para tomarse una foto y mandar otro mensaje se formaron presidentes de Consejos Coordinadores, como Luis Gerardo González y Francisco Martínez; ex dirigentes de Coparmex como Jorge Ramírez; el presidente de la Feria de León, David Novoa; un político-empresario como José Arturo Sánchez Castellanos.
¿Lo notable? Los empresarios reunidos ajustaron sus preocupaciones, ya no para que “todas las fuerzas políticas” buscaran candidatos “preparados y capacitados”, sino para urgir al PAN y sus aliados a tomar en cuenta a la sociedad, es decir a ellos, para encontrar candidatos presentables que no le abran oportunidades a Morena, partido al que ven como una amenaza, según se pudo saber de lo hablado en esa mesa, donde lo único oficial que trascendió fue la foto estilo Club de Tobi.
¿Qué están viendo los capitanes de las organizaciones empresariales del estado como para lanzar una ofensiva tan desesperada?
Lo primero que viene a la mente es un flagrante divorcio entre estos prohombres y el gobierno de Diego Sinhue, pues de otra manera esos temas se tendrían que estar tratando en mesas secretas donde estuviese la autoridad política y los hombres del dinero.
Lo segundo es el crecimiento de las preferencias electorales por Morena en las encuestas de a deveras.
Lo tercero es la desconfianza en el aparato político que por ahora detenta el control de la estructura PAN – gobierno.
Ya estos mismos empresarios obtuvieron un logro importante al convencer al gobernador de derivar recursos públicos al FIDESSEG, un fideicomiso manejado por representantes del sector privado para proyectos de seguridad y de restitución del tejido social, en donde la transparencia deja mucho qué desear.
Pero ahora parecen querer más: intervención decisiva en la designación de candidatos a los diversos cargos en disputa en el 2024, desde la gubernatura hasta las regidurías. Quitar el monopolio a los partidos en esas decisiones y buscar “perfiles ciudadanos”
Sin embargo, por lo visto hasta ahora en el Fideicomiso de Administración e Inversión para financiar obras, infraestructura, proyectos y acciones prioritarias en materia de desarrollo social y seguridad pública (ese es su nombre, en serio), con recursos repartidos discrecionalmente a los cuates, los empresarios no garantizan mucho más que los políticos.
Probablemente la lectura del grupo dieguista ni siquiera sea la correcta. Quizás los empresarios no estén apoyando a Alejandra bajo cuerda y saboteando a Libia. Quizás únicamente quieren aprovechar la fractura para ir por más canicas y marcarles a los políticos de Acción Nacional una pauta: no solo una tajada del pastel, sino estar en dónde se decide el reparto.
Como sea, no deja de representar una fractura en lo que hasta ahora había sido una alianza sin fisuras. Justo cuando se avecina la madre de todas las batallas electorales. Por otra parte, la soberbia del grupo gobernante puede agudizar el conflicto si no hay capacidad para tender puentes.
Son de esas luchas de egos que se encuentran tras los bastidores de grandes tragedias.
No les perdamos la pista.
2.- Más muertes violentas en León, ¿de parte de quién?
Primero lo fue junio y ahora julio lo rebasa como los meses de mayor incidencia de homicidios violentos en el municipio de León, gobernado por una alcaldesa que ha marcado distancia del proyecto político del gobernador y que plantea la mayor disidencia vista en el PAN de Guanajuato en más de una década.
Lo más preocupante es que Alejandra Gutiérrez ni siquiera tiene manera de saber de primera mano las causas de este auge de enfrentamientos violentos. Su secretario de Seguridad, Mario Bravo Arrona, no pertenece a su equipo, viene de la administración de Héctor López Santillana quien lo designó por sugerencia del gobernador del estado en junio de 2019.
Muchos analistas creen que Bravo Arrona finca sus relaciones y su inamovilidad en el hecho de haber sido guardia de corps de Diego Sinhue cuando fue candidato; sin embargo, los verdaderos nexos profundos del jefe policiaco de León son los que mantiene con el notario, empresario y político Luis Mariano Hernández Aguado, en una relación que incluye aspectos personales y profesionales.
Hernández Aguado ha ejercido una mentoría muy especial en la carrera política de Rodríguez Vallejo, desde épocas muy tempranas, lo que le ha permitido disfrutar de un papel protagónico en el actual gobierno, en terrenos como el de la gestión notarial y el ámbito judicial.
Ahí está por ejemplo su papel como el encargado de protocolizar el préstamos a Grupo Pachuca para la compra del estadio León a Roberto Zermeño y socios. O el hecho de que la presidenta del Poder Judicial sea su socia de despacho.
Gracias a ese manto protector, Bravo ni siquiera depende de la voluntad del tándem de la seguridad, Zamarripa/Cabeza de Vaca, con quienes sin embargo lleva una relación cordial, aunque no exenta de reclamos como el de hace unas semanas cuando culpó “a las fiscalías” del incremento de los homicidios en León por no procesar adecuadamente a los detenidos con armas y drogas.
Esa autonomía le ha dado al secretario de seguridad de León el poder para aislar primero y desplazar después a funcionarios que no son de su agrado, pese a haber sido designados directamente por la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, como la subsecretaria de seguridad María Luisa Saucedo López y el comisario Víctor Aguirre Armenta.
Con esos antecedentes, resulta difícil para la presidenta municipal enfrentar el aumento de hechos de violencia, si no cuenta con la colaboración franca y la lealtad de su secretario de Seguridad y éste, además, siente que no le debe nada.
Es una situación que para una jefa de la comuna sería grave, pero que resulta totalmente inadmisible para quien busca construir un proyecto político de futuro.
3.- UG: la crisis terminal de un proyecto caciquil
La fuga hacia adelante que desató el rector de la Universidad de Guanajuato en los últimos meses de su mandato, colisionando con sus rectores de campus, con los medios de comunicación, con el gobierno estatal y con una parte de la comunidad estudiantil y académica, liquidó totalmente su plan de continuar ejerciendo influencia sobre la próxima administración de la casa de estudios.
Independientemente del resultado de la designación de la nueva persona que dirigirá los destinos de la universidad pública por los próximos cuatro años, lo cierto es que el desprestigio en el que se ha sumido Luis Felipe Guerrero Agripino y su círculo cercano, hará imposible que ese grupo mantenga posiciones de influencia y decisión, como era su anhelo.
La acusación de favoritismo hacia la directora de la División de Ciencias Económico Administrativas, Claudia Susana Gómez, que será llevada a diversas instancias jurisdiccionales para impugnar su posible elección por una Junta Directiva construida por Agripino con lealtades cimentadas en favores y privilegios, le hará imposible a esta académica sostener sus nexos con el grupo que la ha impulsado, si es que libra los litigios.
Una crisis jurídica, política y de legitimidad amenaza con sobrevenir, cualquiera que sea el desenlace del actual proceso sucesorio. Es una crisis construida a golpe de excesos, de autoritarismo y de soberbia por parte de Guerrero Agripino.
Así que cualquiera que sea el desenlace de este nudo gordiano, ninguna de las posibles salidas pasa por la pervivencia del agripinismo y sus representantes más conspicuos.
En dos meses lo comprobaremos.