Hablando de complicaciones panistas, el candidato ganador de la contienda interna por la alcaldía de la capital del Estado, Alejandro Navarro Saldaña, ya salió literalmente a suplicar a Margarita Arenas que no continúe con el proceso legal de inconformidad por haber sido descalificada en esa misma campaña.
El yerno del empresario, político y comunicador Guillermo Smith Guerrero acusó la realización de “un complot” en su contra, para lo cual se está usando la inconformidad de Arenas, quien fue objetada por la otra contendiente, la diputada federal Ruth Lugo, por falta de residencia en Guanajuato.
Navarro cree que la falta de unidad afectará al PAN en la competencia electoral que viene. Probablemente exagera, pero sus preocupaciones son fundadas.
El voto de 300 panistas, que es lo que se disputan estos tres personajes no constituye ninguna referencia para lo que pueda ocurrir el primero de julio próximo.
Para empezar, el voto antipriista se dividirá entre tres candidatos por lo menos: Rafael Villagómez Mapes, ya dos veces alcalde en ocasiones anteriores, quien va por el Verde Ecologista; y Ricardo Herbert Chico, el muy probable abanderado de las izquierdas.
En esas condiciones, tenderá a repetirse, reforzado, el escenario de lo que pasó en 2009, cuando el priista Nicéforo Guerrero ganó gracias a los votos que Mario Aguado Malacara, yendo por el PVEM, le quitó al panista Daniel Chowell.
Así que si Navarro cree que el de ahorita es un compló, que se espere al que viene en poco tiempo.
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