Resulta siempre interesante saber las razones de los políticos para hacer cosas reprochables, para faltar a sus propios códigos de ética y para burlas las leyes cumpliendo la forma sin respetar el fondo.
Desde el clásico “en política. la moral es un árbol que da moras o no sirve para una chingada”, de Gonzalo N. Santos; hasta el posmoderno “no se hagan bolas, el candidato es Colosio”, de Carlos Salinas de Gortari, la variedad de los argumentos que justifican la razón política es notable, pero no por ello deben desdeñarse las nuevas aportaciones.
Ahora, viene a enriquecer esta colección de frases memorables el diputado naturalizado guanajuatense Guillermo Ruiz de Teresa, para tratar de explicar su llegada a una diputación federal por la vía de la simulación en el cumplimiento de las cuotas de género, al ocupar la curul tras la licencia de Yulma Rocha Aguilar.
Disculpando la sintaxis, la siguiente cita proviene de una nota publicada en el periódico A. M. de Guanajuato, al que Ruiz de Teresa le concedió una entrevista el pasado jueves 15 de diciembre:
“Yulma es una gente de súper primera, es una persona que tiene posibilidades en el futuro, así que se decidió: vamos a matar dos pájaros de un tiro, pero vamos a que la gente la conozca. Cómo situar a Yulma porque no era conocida en el estado, y ahora es conocida en todo el estado. Yulma no llegó gratis al PRI, es una mujer joven.
“Se pensó, como en otros estados, vamos a echar a andar a gente joven, En la Cámara, habiendo posicionado a Yulma, se hacen los cambios para que llegara al partido estatal y yo llegara acá. Un partido tiene que posicionar a su gente. Son decisiones que están más allá de las ganas de alguien.”
Vamos por partes. En esta declaración, el diputado federal acepta que existió una maquinación, la cual atribuye al “partido” en abstracto, para burlar las cuotas de género con un doble objetivo: “echar a andar gente joven” y para que “yo llegara acá”, como se refiere a la diputación.
Es decir, con plena conciencia y acuerdo de sus miembros dirigentes, según se entiende, el PRI estableció una estrategia para pasar por encima de una ley que como partido había aprobado, destinada a incrementar la presencia de mujeres en las Cámaras. Lo hizo, además, cuando lo presidía una mujer, Beatriz Paredes Rangel.
¿Y cuál era el pretexto? “Echar a andar todos nuestros cuadros”. Ruiz de Teresa no puede ser más transparente que cuando dice lo siguiente
“Aquí el punto era echar a andar a todos nuestros cuadros, el partido decidió hacer esto de esta forma, en donde todo mundo ganó, ganó Yulma, gané yo, ganó el partido teniendo más gente”.
Ya en voz del redactor, el legislador añade:
Dijo (Ruiz de Teresa) que este enroque fue una decisión que tomó el partido a nivel nacional y se aprovechó una coyuntura de tener una obligatoriedad de la cuota de género.”
Es decir, para este PRI, que aspira a regresar al poder para “salvarnos”, una ley vigente es una simple “coyuntura”, como seguramente lo son todas las demás: el respeto a los derechos humanos, la libertad de expresión, el derecho a la información, incluso la obligatoriedad constitucional de que el estado haga sólo aquello que la ley le permita expresamente.
Sin duda el realismo político siempre ha estado vigente, lo que no se encuentra tan a menudo es a alguien dispuesto a salirse del tradicional discurso justificatorio para poner los puntos sobre las íes y dejar en evidencia la crudeza y el cinismo con el que la clase política observa su propio quehacer.
Ya encarrerado, en ese mismo talante de “sinceridad”, el diputado federal integrante de la cúpula cenopista a nivel nacional y que presume su enorme cercanía con Enrique Peña Nieto, adelanta sus intenciones de buscar la senaduría por Guanajuato, “si le funciono al partido en la estrategia general.”
Sería bueno saber cómo le puede funcionar a Peña Nieto, en la búsqueda de la mayor cantidad posible de votos, inventar a un candidato que no es conocido ni siquiera en San Miguel de Allende, a dónde descansa los fines de semana.
En el estado mayor priista se quejan de que la mayor parte de los aspirantes a la gubernatura son muy poco conocidos por el electorado abierto, háblese de quién se hable. Pues muy poco ayudarán a mejorar esa situación los devaneos y el cinismo de un político tan echado pa´delante pero tan escaso de luces como Guillermo Ruiz de Teresa.
Botepronto
Lo que son las cosas, Miguel Salim renunció al ISSEG la semana pasada y ayer mismo se adjudicaron los cuatro contratos en los que fue dividida la edificación del nuevo Conjunto Estrella, en León.
Así, seguramente, nadie tendrá nada qué decir por el hecho de que una de las constructoras ganadoras haya sido Her Bec, S. A. de C. V., propiedad de los hermanos de Fortino Hernández Becerra, actual director de zonas marginadas de Desarrollo Social, y uno de los principales operadores de Luis Ernesto Ayala y del propio Miguel Salim en el PAN leonés.
Her Bec ocupó el primer lugar en la apertura de propuestas, por lo que se le asignó la obra, lo mismo que ocurrió en las otras licitaciones, lo que además impidió que se alzara con el contrato del edificio la empresa Eco, de José Luis Infante, que ocupó el tercer sitio.
Todo aparece apegado a la legalidad, sin embargo, la coincidencia no dejará de traer ruido en términos políticos, máxime que en los próximos días se podrá ver a Fortino operando a todo lo que da a favor de Salim.