El estado de Guanajuato vive uno de los peores momentos de la historia moderna en cuanto a seguridad y violencia: los asesinatos están disparados en buena parte de los principales municipios; masacres atroces anestesian la sensibilidad y la capacidad de indignación; la sociedad civil ha tenido que organizarse por su cuenta y sin apoyo del estado para salir a excavar en busca de desaparecidos; por si faltara, instancias gubernamentales son señaladas por practicar espionaje a periodistas.
El empresario inmobiliario y diputado por el PAN Sergio Fernando AscencioBarba ha pasado a la ofensiva para defender el desarrollo turístico y habitacional que realiza en casi 7 hectáreas ubicadas en la Sierra de Santa Rosa, una de las últimas reservas forestales que sobreviven en la entidad y donde se origina el abasto histórico de agua para la ciudad de Guanajuato y la única fuente del líquido para las comunidades serranas.
Para tratar de refutar la investigación periodística de la reportera Carmen Pizano, publicada en POPLab y reproducida en sitios como Pie de Pagina y Julio Astillero, el diputado Ascencio, quien además es integrante de la Comisión de Vivienda del Congreso de la Unión, exhibe la portada del oficio número GTO.131.1.2/0022/16 emitido por la delegación estatal de Semarnat el 22 de enero de 2016 y rubricado por el delegado Israel Cabrera Barrón.
Guanajuato, Puebla o Tamaulipas no hubieran podido convertirse en las entidades con el mayor número de tomas clandestinas en el último sexenio, de no haberse presentado condiciones propicias que incluyen la omisión y hasta la complicidad de las autoridades locales en diversos niveles.
Incluso, hoy, tras la abrupta maniobra encabezada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para enfrentar el problema, sabemos que el robo de combustible en los ductos parece ser solo la puesta en escena de un delito mucho mejor organizado: el robo directo en las instalaciones de Petróleos Mexicanos.
Fue piedra de toque, la angular para construir una candidatura casi desde la nada. Hoy es un lastre funesto. Y no se trata de un deslinde, ante las cada vez más exactas revelaciones sobre la corrupción de Miguel Márquez, Diego Sinhue tendría que iniciar investigaciones. De lo contrario su gobierno será marcado por la complicidad.
Miguel Márquez fue el apoyo fundamental para que Diego Sinhue Rodríguez transitara de ser un político del montón a un poderoso delfín y precandidato a la gubernatura de Guanajuato, con todas las de ganar.
Al igual que con Diego, Márquez hubiera podido hacer lo mismo con cualquier otro político panista, tal era su control del aparato gubernamental y partidista. Lee el resto de esta entrada »
Mientras el aparato se mueve en respaldo de los presuntos acosadores, la Universidad de Guanajuato se olvida de las estudiantes y les hace el vacío. ¿Hay mejor prueba de que el acoso existe porque hay una protección institucional?
Mientras las estudiantes de la Universidad de Guanajuato que salieron a medios a denunciar una situación crítica y sistémica de acoso en las aulas de la División de Ciencias Sociales y Humanidades (vaya paradoja), no han recibido un solo mensaje institucional de respuesta, ni siquiera la atención de la ventanilla especializada que tanto ha presumido la institución, sus presuntos agresores ya están cobijados por la sacrosanta hermandad del acoso en los altos mandos universitarios. Lee el resto de esta entrada »
Los ciclos se cierran y hoy, a más de un cuarto de siglo de su arribo al poder en Guanajuato, el PAN reproduce los esquemas de sometimiento y falta de independencia frente al poder que hundieron al PRI.
El PAN como institución política vive un momento ominoso en Guanajuato. Durante el gobierno de Miguel Márquez, la dirigencia estatal de este partido ha estado sometida como en los peores tiempos de la verticalidad orgánica del priismo. Lee el resto de esta entrada »