En el día que Guanajuato rompe el récord de muertes por COVID-19, con 27 fallecimientos, el gobernador y su secretario de Salud aventuraron la versión de que la entidad se ha formado ya en la fila para comprar una vacuna cuyas primeras pruebas apenas se realizan. Parece demasiado adelantarse.
Ilustración: @PincheEinnar
No fue el único dislate del día. El otro se presentó en una de las eventuales conferencias de prensa que el doctor Daniel Díaz Martínez ofrece cada vez que empeoran las cifras de la pandemia y en las que solo se pueden enviar preguntas por redes sociales y esperar a que pasen los filtros, sin ninguna posibilidad de solicitar aclaraciones o profundizaciones.
Desde diversas vocerías del gobierno del estado, hay una por dependencia, se ha empezado a negar la información sobre posibles brotes de COVID-19 en oficinas gubernamentales, argumentando la «estigmatización» que padecen quienes laboran en dichas dependencias.
Foto: Secretaría de Salud de Guanajuato
A diferencia de esa política, que a menudo lo que busca esconder es la existencia de condiciones que permitieron la propagación del virus, este fin de semana el club de futbol León informó con toda transparencia de la detección de la enfermedad en dos de sus integrantes, un jugador y un miembro del cuerpo técnico.
¿Porqué es importante saber si ocurre la detección de casos de COVID-19 en un centro de trabajo, sea oficial o privado?
Hubiera bastado un silla y un escritorio, algún fondo alusivo, mucha sobriedad y una gran empatía. Hubiera sido mejor por la noche, cuando las familias suelen reunirse en torno al televisor, hubiera sido genial un discurso ordenado y con claras separaciones en los temas: COVID-19, solidaridad con quienes están amenazados o ya afectados, planteamientos concretos de apoyo, un mensaje de esperanza.
Foto: @Marthax
No fue así y el hubiera no existe. Los consejeros de Diego Sinhue Rodríguez, el gobernador de Guanajuato que no acaba de convencerse de que lo es, lo encaramaron de nuevo en un foro rutilante digno de un programa de concursos: televisión a la última moda, política a la antigua.