El gobernador no tiene tiempo de atender la crisis de seguridad, pero si de inaugurar el Festival del Globo o un evento de bares y cantinas. Eso, precisamente, no es grandeza.
Prioridades. Fuente: Facebook
Mientras más insiste el gobernador del estado en eludir el tema de la seguridad en su agenda y en rechazar las opiniones que se le piden cada vez que surge un evento que evidencia la gravedad del problema, más claro queda que no se trata de falta de voluntad o de “estrategia” de comunicación, sino que en realidad hay una profunda irresponsabilidad con el compromiso contraído con la sociedad de Guanajuato después de haber ganado una elección constitucional.
En Guanajuato vivimos una realidad cambiada. Si en las conferencias matutinas de Andrés Manuel López Obrador se dibujan matices de un país en el que muchos no nos reconocemos, en nuestra entidad tampoco cantamos mal las rancheras, con un gobernador que ha decidido asumirse como un simple encargado de despacho.
Este martes coincidieron dos eventos que no parecen ser ajenos.
Por una parte, el exgobernador Miguel Márquez acudió a una reunión de la Comisión Permanente del PAN donde se dejó retratar junto al dirigente nacional Marko Cortés, acompañado de la irremplazable Juana de la Cruz Martínez, del dirigente estatal Román Cifuentes y de la diputada Alejandra Gutiérrez.
Estado mayor, círculo de hierro. Foto: Twitter @miguelmarquezm
Guanajuato, Puebla o Tamaulipas no hubieran podido convertirse en las entidades con el mayor número de tomas clandestinas en el último sexenio, de no haberse presentado condiciones propicias que incluyen la omisión y hasta la complicidad de las autoridades locales en diversos niveles.
Incluso, hoy, tras la abrupta maniobra encabezada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para enfrentar el problema, sabemos que el robo de combustible en los ductos parece ser solo la puesta en escena de un delito mucho mejor organizado: el robo directo en las instalaciones de Petróleos Mexicanos.
En la historia política moderna de Guanajuato nunca se había visto una sucesión en el gobierno como la que ocurre en estos días. Ningún gobernador, ni del PRI ni del PAN, había osado colocar un anillo de hierro en torno a su sucesor, ni tampoco se había visto a un nuevo mandatario que lo permitiese.
Diego Sinhue Rodríguez no solo repitió a la mayor parte del gabinete de Miguel Márquez, si contamos su parte legal y la ampliada, sino que se apoya en algunos hombres y mujeres clave que constituyeron la guardia pretoriana del exgobernador. Lee el resto de esta entrada »
Nunca el PAN había entrado a campaña con un presidente renunciante, un comité en fuga y un gobernador dedicado a sofocar la vida interna del partido
No se había visto en más de tres décadas de panismo competitivo electoralmente en Guanajuato algo como lo que se vive hoy día, sin que haya ni siquiera una posición crítica desde los liderazgos panistas que subsisten: una dirigencia estatal acéfala y en fuga; una intervención dominante desde la gubernatura y una ausencia absoluta de democracia en la elección de candidatos. Lee el resto de esta entrada »
Márquez decide en el PAN como si su mandato no fuera a terminar en septiembre próximo, usando la mano pesada de su implacable operadora estrella en esta recta final: Juana de la Cruz Martínez.
El precandidato panista a la gubernatura ha tratado de ser cauto y prudente en su relación con el gobernador Miguel Márquez, incluso llegando al extremo de la sumisión. Resulta entendible, toda vez que el proyecto Diego S. Rodríguez ha sido enteramente una creación del mandatario panista que, para lograrlo, casi ha desaparecido a su partido en Guanajuato Lee el resto de esta entrada »