El estado de Guanajuato vive uno de los peores momentos de la historia moderna en cuanto a seguridad y violencia: los asesinatos están disparados en buena parte de los principales municipios; masacres atroces anestesian la sensibilidad y la capacidad de indignación; la sociedad civil ha tenido que organizarse por su cuenta y sin apoyo del estado para salir a excavar en busca de desaparecidos; por si faltara, instancias gubernamentales son señaladas por practicar espionaje a periodistas.
Lo que no pudieron hacer numerosos actores políticos, incluyendo al candidato oficial a la gubernatura, Miguel Márquez Márquez, lo consiguió en una faena magistral la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Raquel Barajas Monjarás: establecer un puente de negociación entre el gobernador Juan Manuel Oliva y el ex presidente del PAN, Fernando Torres Graciano.
Y, a estas alturas, ya no puede haber muchos que puedan calificar a la titular del Poder Judicial de Guanajuato de ser poco política, o de ser una funcionaria solamente técnica, su despliegue para manejar su propia sucesión ha sido impresionante. Probablemente sea la primera vez en mucho tiempo que surja un nuevo titular de este Poder sin graves confrontaciones internas. Lee el resto de esta entrada »