Al día de hoy no queda claro si la acción policial para ingresar a Santa Rosa de Lima y perseguir al líder de una banda huachicolera, elevada al nivel de cártel en videos de YouTube y narcomantas, fue iniciada por el gobierno federal o por el del estado, con apoyo del primero.
Mientras Andrés Manuel López Obrador es enfático en declarar que se actúa en apoyo al gobierno de Guanajuato, el mandatario local Diego Sinhue Rodríguez Vallejo insiste en agradecer la acción del gobierno federal.
El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, ha centrado su atención en la imagen pública, más que en la solución de problemas de fondo. Ello explica el que los operativos de esta semana en contra del cartel huachicolero comandado por un presunto delincuente del que hasta hace poco nada se sabía públicamente, se hayan prestado para darle cuerpo a su consigna de un “golpe de timón” en materia de seguridad.
Resulta por lo menos paradójico, que el mejor anuncio que el mandatario tendrá para hacer este jueves en su primer informe de gobierno, provenga de la estrategia de Andrés Manuel López Obrador en contra de robo de combustible y se haya concretado con la indispensable colaboración de fuerzas federales de élite.
Así que, el golpe de timón del panista Diego Sinhue no hubiera tenido sustancia sin los efectos de la Cuarta Transformación.
Huachimansión en Santa Rosa de Lima. Foto: México.com
La idea de convertir las procuradurías de justicia del país y los estados en fiscalías generales autónomas buscaba sobre todo elevar el nivel de las instituciones encargadas de perseguir los delitos y atacar de raíz el crecimiento del fenómeno criminal y su violencia asociada.
La nueva institución estaba destinada a modernizar una función que fue rebasada por la complejidad del fenómeno criminal, a la que se le acumularon rezagos en todos sus niveles generando un aumento monstruoso de la impunidad y su consecuencia: el incentivo a las conductas ilegales al ser una realidad la falta de castigo.
Este domingo en el consulado mexicano en Dallas, Texas, la dura realidad que viven los ciudadanos de Guanajuato en materia de seguridad, la misma que trata de ser minimizada por el nuevo gobierno, le estalló en las manos a Diego Sinhue Rodríguez Vallejo al enfrentar el justificado y valiente reclamo de unos padres que perdieron a su hijo a manos de policías que dependen directamente del mandatario.
Lo que se pretendía una gira “bonita y lucidora”, con reuniones en Cámaras de Comercio, líderes migrantes progobiernistas y asociaciones de políticos latinos, se convirtió de pronto en una extensión de la tierra sin ley en la que está convertida una parte nada desdeñable de la geografía guanajuatense.
La señora Guadalupe Cayente, madre de Leonardo, sostiene la foto de su hijo en la protesta ante el gobernador Diego Sinhue Rodríguez. Foto: Cortesía.
Muchos de los argumentos que el gobernador Diego Sinhue Rodríguez ha salido a enumerar, finalmente, para defender su decisión de empujar con todo a Carlos Zamarripa a la Fiscalía General, lo que por cierto aumenta su “carnalidad”, no parecen haber aplicado en otros cargos de su gabinete.
La larga experiencia de Zamarripa, diez años al mando del Ministerio Público, lo que para muchos se traduce en ceguera de taller, en creación de intereses y en generación de vicios, le falta precisamente a la Secretaria de Transparencia y Rendición de Cuentas, Marisol Ruenes, quien carece de la más mínima noción de las técnicas de rendición de cuentas en los presupuestos públicos.
¿Y la curva de aprendizaje, apa? Foto: guanajuato.gob.mx
Junto con la comprometedora declaración del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo de que “mete las manos al fuego” por el procurador Carlos Zamarripa para que se convierta en un fiscal general de nueve años de duración, surgió una orquestada campaña mediática en respaldo a la designación.
Columnistas cercanos a la actual administración estatal, bien por lazos de amistad bien por el compromiso de poco transparentes contratos publicitarios, coincidieron en apuntalar la polémica decisión de mantener a un funcionario por dos décadas en la procuración de justicia con argumentos que se antojan absolutamente pueriles.
En Guanajuato vivimos una realidad cambiada. Si en las conferencias matutinas de Andrés Manuel López Obrador se dibujan matices de un país en el que muchos no nos reconocemos, en nuestra entidad tampoco cantamos mal las rancheras, con un gobernador que ha decidido asumirse como un simple encargado de despacho.
Este martes coincidieron dos eventos que no parecen ser ajenos.
Por una parte, el exgobernador Miguel Márquez acudió a una reunión de la Comisión Permanente del PAN donde se dejó retratar junto al dirigente nacional Marko Cortés, acompañado de la irremplazable Juana de la Cruz Martínez, del dirigente estatal Román Cifuentes y de la diputada Alejandra Gutiérrez.
Estado mayor, círculo de hierro. Foto: Twitter @miguelmarquezm
Decían los clásicos antiguos que “los dioses ciegan a los que quieren perder”. Hoy lo fraseamos de manera diferente y se habla de como afectan a quienes deben tomar decisiones lo que sicólogos y estrategas llaman “el lado ciego”.
Es el caso de la decisión que ya ha asumido el gobernador Diego Sinhue Rodríguez, no sabemos si tomada por él o impulsada por suprapoderes en la sombra, para darle un mandato autónomo de 9 años a Carlos Zamarripa como el primer Fiscal General del Estado.
La decisión y las consecuencias. Foto: Periódico A. M.
En el sexenio de Miguel Márquez Márquez, un gobernador que prácticamente no tuvo crisis mediáticas y transitó su gobierno como el mandatario estatal mejor calificado en el país, Guanajuato sufrió dos transformaciones radicales: se convirtió en uno de los mayores paraísos del robo de combustible, como lo reflejan la cantidad de tomas localizadas y denunciadas; y elevó sus cifras de violencia homicida en un mil por ciento.
Miguel Márquez tuvo un gran éxito en deslindarse de ambas responsabilidades, como si gobernar un territorio no significara hacerse cargo de todo lo que ocurre en él para atenderlo o gestionar su atención en coordinación con otras instancias.
Parafernalia sin contenido, ni respeto a derechos humanos. Foto: Twitter.
A lo largo de las últimas legislaturas de mayoría panista en Guanajuato, cada vez que la oposición ha planteado hacer comparecer a un funcionario del Poder Ejecutivo para explicar decisiones políticas o resultados de las mismas, la cortesía ha sido negada una y otra vez por línea del gobernador en turno y acatamiento de los diputados de su bancada.
Sin embargo, la memoria es flaca y los líderes de la “oposición” que cobra en el Congreso de Guanajuato no tuvieron empacho para aceptar esta semana una invitación del secretario de gobierno, Luis Ernesto Ayala, a un comedido desayuno con el procurador del Estado, Carlos Zamarripa, a quien el PAN ha ofrecido ya pleno apoyo para que se convierta en Fiscal General con todas las facilidades para que transite al cargo en automático.
El procurador Zamarripa marca el paso a los diputados. Foto: Congreso del Estado