La vida ha cambiado de forma casi total en Guanajuato. El autocuidado y la creación de rutinas para eludir el riesgo son hoy la realidad cotidiana hasta para ir a comprar botanas a una tienda de conveniencia o medicamentos a una farmacia.
Pero no es lo único: los ataques armados son ya una realidad casi cotidiana en numerosos municipios de la zona sur y centro del estado. Particularmente hay una guerra declarada de grupos delictivos en contra de los agentes policiacos de casi todas las corporaciones.
Solo para la foto. Imagen: gobierno del estado
El milagro económico que vino de la mano de la política de industrialización, la bandera estelar de los gobiernos panistas, no es ya lo que tiene a Guanajuato en las páginas de los medios de comunicación, en cambio las noticias de sangre o los análisis y recuentos sobre la violencia, nos tienen constantemente en el aparador.
Lo que ha ocurrido los últimos días evidencia el fin de un ciclo.
El tradicional control ejercido en la principal institución educativa del estado se ha roto, como lo mostró el paro estudiantil de seis días,
Por otra parte, el precandidato morenista a la gubernatura en 2024, Ricardo Sheffield, ha logrado armar una comida con más de mil 500 operadores en el principal bastión del PAN en Guanajuato, la ciudad de León.
Por muchas razones, pero sobre todo por causas históricas y por una secular ideología de centro derecha, el estado de Guanajuato y su actual gobierno parecían tener la oportunidad de convertirse en cabeza de una resistencia importante contra el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Si en lugar de Vicente Fox o Elías Villegas, políticos cuyos mejores días ya pasaron y que se ha visto involucrados en el tráfico de intereses cuando han tenido oportunidad de influir en posiciones de poder, estuviera al frente del movimiento anti amlo un cuadro joven, con perspectiva, podría esperarse un resultado diferente.
Al paso que vamos, el gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo terminará siendo recordado por la gran frivolidad con la que enfrentó el reto de gobernar a la entidad en uno de sus momentos más oscuros.
Esta semana, reporteros de varios medios de comunicación no lograron obtener una sola respuesta del mandatario sobre el reclamo de las familias de víctimas de desaparición forzada para ser escuchadas por los diputados que formulan un paquete de leyes para atender esa problemática.
Aunque el tema es de índole legislativa, el antecedente es que la Fiscalía del Estado antes procuraduría de justicia, ha sido omisa y remisa en la atención del problema, en la escucha de quienes viven esta difícil situación y en la apertura de carpetas de investigación.
A Miguel Márquez ya solo le falta concursar como reina de la primavera para ocupar todos los espacios a su disposición en la escena pública de Guanajuato.
El gobierno del
Estado rescata a los marquistas desempleados y los recicla en nuevas funciones.
Una explicación podría ser que Diego Sinhue carece de cuadros para el relevo,
pero otra más sencilla puede ser que el marquismo está más vivo y sano que
nunca mientras el dieguismo no termina de nacer y, a lo mejor, ni siquiera ha
comenzado.
Hace dos semanas,
Sinhue exhumó del panteón de los (malos) recuerdos a la secretaria de la transparencia
de Guanajuato durante el gobierno de Márquez, Isabel Tinoco Torres, a la que
seguramente el actual mandatario no le debe muchos favores, pero el ex le debe
todo, en un arco inmenso que inicia con haberse negado a investigar la adquisición
de Escudo y cierra con la validación de la concesión a Grupo México.
Semana de informes, semana de confrontaciones. ¿Quien le debe y quién no le debe a Guanajuato? Los parquímetros en la capital del estado ¿a quién se le ocurre? Reelección en la UG, cuatro años más de boato sin proyecto académico
Tomando en cuenta
que los gobiernos de Miguel Márquez y Diego Sinhue Rodríguez forman una
continuidad, que casi nada los distingue, que comparten funcionarios, proyectos
y logros, que como diría Timbiriche “son uno mismo”, creo que se les puede
poner juntos en el análisis sobre la (in)justificación del endeudamiento que
quiere adquirir el segundo de ellos.
En el gobierno de
Márquez la penuria nunca fue tema. Se gastó a dos manos y se hicieron megaproyectos
de todo tipo, hubo también endeudamiento como carta abierta que le permitió a
Miguel Márquez no privarse de ningún capricho, además de hacer obras necesarias.
Hay nuevo
hospital en León, más que urgente, aunque innecesariamente construido por una
empresa del sureste de México; hay teatro en Purísima de Bustos, aunque no haya
una programación decente y nutrida en los Teatros de León, Guanajuato e
Irapuato. Hay mega carreteras de León a Purísima, incluyendo las que pasan por
numerosos terrenos de la familia Márquez.