* De la mano de empresarios, gobierno estatal prepara el plan de rescate
* Transparencia a conveniencia: salud reconocida, seguridad en el olvido
* En Guanajuato persiste la movilidad, lo que puede traer consecuencias graves



1.- El Plan “Marshall” de Guanajuato será dictado por el sector privado
Con muy poca imaginación, con un pobre esquema de análisis, con mucho oportunismo y con las inevitables ganas de ganar imagen y puntos para un gobernador con bajísima autoestima, el gobierno estatal y sus áreas de planeación ya preparan el lanzamiento de un plan de rescate para la actividad económica de Guanajuato que se echaría a andar una vez que pase la contingencia.
Para ello, se ha encargado el irremplazable Eduardo Sojo Garza-Aldape, artífice del crecimiento de Guanajuato durante los años dorados del foxismo en el estado y la presidencia de la República, que formule una encuesta que está siendo distribuida exclusivamente entre los empresarios que son considerados “amigos” por parte del actual gobierno estatal.
Sin embargo, la información se aprecia sesgada, toda vez que se pide a los encuestados que decidan entre una larga lista de proyectos que parecen provenir del cajón de sastre en el que se ha convertido el Iplaneg a lo largo de los años, donde hay desde viejos proyectos irrealizables, como el tren interurbano, hasta buenos deseos, como el concepto abstracto de “mentefactura” que tan querido le es al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, pese a que no logra aterrizarlo.
La encuesta incluye proyectos tan disparatados como el de un nuevo aeropuerto en San Miguel de Allende, algo que seguramente levantaría la insurgencia civil en esa ciudad, pues una nodernización mal planeada acabaría con el encanto que fundamenta su éxito como destino turístico.
Otra propuesta es que el gobierno de Guanajuato se convierta en empresario y establezca plantas de ensamblaje de vehículos electricos (¿con qué patentes?), algo que seguramente no debe caerle muy bien a los industriales que están participando, pues está claro que la convicción de la IP guanajuatense va por el lado de que el estado les ayude, no que sea su competidor.
La obsesión por los aeropuertos hace que se plantee otro, este de carga, ubicado en el parquez Xonotli, ese espacio vacío de 900 hectáreas al que no se le ha encontrado vocación y que hoy por hoy administra un político nada modernizador, el silaoense renegado y vuelto al redil Gerardo Valdovino Fuentes.
Un nuevo puerto seco, como Guanajuato Puerto Interior, es otra idea que parece surgir más de la falta de inspiración que de análisis concienzudos. Es dificil repetir el éxito de GPI con la desaceleración de la industria automotriz y la recesión mundial que se prevé, además de la existencia de numerosos parques y miniparques industriales por todo Guanajuato que han saturado ese mercado.
La vocación de Maurico Usabiaga, empresario agroindustrial y actual Secretario de Desarrollo Económico, ha introducido varias líneas relacionadas con los negocios de carne y vegetales procesados y congelados.
Proyectos como el de un acueducto que lleve el agua de la presa de Solís a Celaya no serían sencillos, pues implican negociaciones políticas profundas con los posibles afectados: la comunidad productiva del distrito de riego número 11.
También se incluyen algunas de las ideas surgidas en las capacitaciones vendidas por los asesores de Singapur que tanto entusiasmo levantaron al inicio de este sexenio, lo que abulta el portafolio de opciones, no en calidad pero si en cantidad.
Un banco estatal de desarrollo no parece mala idea, siempre y cuando no se maneje con los criterios estrechos de Fondos Guanajuato, cuya dinámica burocrática entorpece los primeros paquetes de ayuda financiera para las pequeñas y medianas empresas del estado en la actual circunstancia.
Los encuestados se han visto con dificultades a la hora de seleccionar las mejores opciones y en la misma situación estará el equipo que se enfrente al procesamiento del estudio.
Luego seguirá la compleja tarea de ubicar los fondos de los que habrá que echar mano para que caminen los proyectos que sobrevivan.
Sobra decir que si Sojo se hace presente y arrastra el lápiz es de esperar un documento con lógica y con mayor viabilidad que si la tarea se le encarga a un político menor como Juan Pablo Luna Mercado, el actual director del IPLANEG, que solo está ahí por el mérito de haber sido el primer jefe de Diego Sinhue en el arranque de su vida profesional.
Por lo pronto, ya Juan Aguilera Cid y Alan Sahir Márquez Becerra, los comunicadores estrella del sexenio, tienen listo todo para los videos y los eslóganes con la parafernalia de este gobierno. Ya se sabe que para ellos, el plan es lo de menos, si logra ser vendido con unas cuantas frases y un streaming de video.
Lo delicado es que la vida productiva de Guanajuato y el bienestar de sus habitantes no se rescatará solo con marketing. Ojalá el Diego Sinhue que surga de esta difícil prueba le haga más caso a los expertos que a los vededores de imagen, esa sería ya una ganancia.
2.- Alvar Cabeza de Vaca cierra información y oculta violencia en Cereso Mil
El gobierno de Guanajuato ha festejado con mucha enjundia el haber sido reconocido por la prestigiada organización periodística Quinto Elemento Lab, como uno de los estados más transparentes en el abordaje de la pandemia, gracias al portal donde informa el avance diario de casos en la entidad.
Aunque a nivel especializado hay numerosas objecciones sobre el alcance de los datos, la oportunidad y, sobre todo, la veracidad de los contagios, al mantenerse un control total sobre la información por parte de un grupo de poder burocrático al interior de la Secretaría de Salud, ciertamente al comparar con la mayoría de las entidades, el esfuerzo informativo de Guanajuato resulta sobresaliente.
Sin embargo, la transparencia no es una vocación que viaje de forma trasversal por la administración pública de la entidad. Lejos del esfuerzo realizado por Salud, donde la información fluye y solo queda en duda la calidad de la misma, en la Secretaría de Seguridad, con una torpeza digna de tiempos priistas, simplemente se recurrió al expediente de “negarlo todo” en el caso de la violencia ocurrida al interior del Cereso Mil de Valle de Santiago, a lo largo del fin de semana pasado.
Alvar Cabeza de Vaca, empoderado por el núcleo autónomo que ha configurado junto con el Fiscal Carlos Zamarripa y fuera ya de la jurisdicción del cada vez más decorativo secretario de gobierno, Luis E. Ayala, decidió no informar de los altercados al interior del penal donde se desató una trifulca interna por las medidas de distanciamiento social motivadas por la emergencia sanitaria.
Los hechos de violencia se alargaron por 72 horas hasta el domingo en la madrugada, incluyendo un ataque con armas de fuego contra el penal, realizado desde el exterior, como quedó demostrado en las horadaciones en el pórtico de acceso, resanadas a toda velocidad el lunes por la mañana, como pudieron dar cuenta varios reporteros de medios de la entidad. El saldo fue de internos y guardias heridos.
La Secretaría de Seguridad sacó la cabeza del agujero 4 días después de que iniciaron los ehchos y cuando varios medios habían publicado versiones de familiares de internos, para reconocer solo “una riña”, minimizar los saldos y omitir por completo el ataque del domingo por la noche y madrugada del lunes.
Sería preocupante que Cabeza de Vaca no solo haya decidido ocultar la información a la opinión pública, sino que haga lo mismo con el gabinete de seguridad y con los grupos de coordinación con la federación y los municipios.
Si a la violencia y al autogobierno que parece haberse apoderado del Cereso Mil, con la complacencia, la omisión y quizá hasta la complicidad del Secretario de Seguridad, se suma una tragedia epidemiológica, en la raíz de ello estará la opacidad que se hizo palpable esta semana que pasó.
Si el gobernador lo permite y tolera los ocultamientos de Cabeza de Vaca, mientras festina la transparencia del portal de Coronavirus, estaremos ante lo de siempre: políticas públicas inconsistentes y casuísticas, donde el respeto a las normas se acomoda a las circunstancias. Y también frente a algo peor: un gabinete sin timón donde cada quien hace lo que quiere o lo que buenamente puede.
Sería complicado encabezar así el esfuerzo de reconstrucción que necesariamente vendrá.
3.- Persiste la movilidad, frente a la falta de autoridad moral de alcaldes
En las ciudades de Guanajuato, sobre todo su corredor industrial, aunque también en las urbes pequeñas, persiste un alto nivel de movilidad. Aunque Guanajuato se mantiene cercano a la media nacional, ligeramente abajo, lo cierto es que se está lejos del ideal de que la gente se mantenga en casa salvo para actividades esenciales.
Los alcaldes no han tomado acciones decisivas ni hecho los suficientes llamados para frenar la movilidad. Hay empresas que siguen trabajando, el trasporte público mantiene ocupaciones altas en horas pico pese a la suspensión de clases.
Los políticos parecen inclinarse más por acciones insustanciales como la compra de artilugios “sanitizantes”, recayendo en el vicio de las adquisiciones de urgencia y pagadas a precios excesivos, que hacen presumir corrupción.
Lo que ha frenado la pandemia en otros países ha sido la parálisis total, la suspensión de actividades, incluso mediante ordenamientos legales estrictos. Aquí se ha apelado a una conciencia que no aparece por ninguna parte y que incluso es saboteada por importantes medios de comunicación, como se vio ayer con la diatriba del coductor de TV Azteca Javier Alatorre en contra del subsecretario de Salud Hugo López Gatell.
El país y el estado pueden vivir un episodio agravado en lo sanitario y lo económico, si los contagios de COVID-19 se salen de control por la inexistencia de un asilamiento social efectivo y, derivado de ello, se decide una inmovilidad forzada con asistencia de la fuerza pública.
Sería el peor escenario: crisis sanitaria, hospitalaria y más daño a la economía.
Debemos seguirlo intentando: en la medida de lo posible y más allá: permanezcamos en casa.