* El Poder Judicial, botín de los amigos de Miguel Márquez
* Los cambios en el gabinete de Diego Sinhue, asunto de urgencia
* Medio Ambiente, ni Marisa ni Fidel le encuentran la cuadratura



1.- El intento de golpe de estado al Poder Judicial de Guanajuato
A fines de noviembre, el periódico el Sol de Irapuato celebró su aniversario teniendo como invitado de honor al ex gobernador Miguel Márquez. El director del rotativo, Alejandro Herrera Sánchez, le dio toda la cancha a uno de los políticos que mejor trató a su medio y a él en lo personal, gracias entre otras cosas a la cercanía de Herrera con Rafael Barba Vargas, el compadre incómodo de Márquez y verdadero factótum de su gobierno.
De la mano de Barba, Herrera tuvo la suficiente fuerza para colocar al frente del Poder Judicial de Guanajuato a la magistrada Claudia Barrera, en su segundo intento, también originaria de Irapuato y cercana al veterano abogado Manuel Herrera Moreno, padre del director regional de los Soles.
Hoy, ese grupo de poder dedicado a los negocios y el tráfico de influencia quiere repetir la hazaña y volver a influir en la sucesión de un órgano que, de atender a la Constitución, debería ser un poder autónomo del estado: El Supremo Tribunal de Justicia de Guanajuato.
Con una clara intención política y seguramente con respaldo en la esfera de influencia de Miguel Márquez que sigue pesando en Guanajuato por la debilidad de su sucesor, los periódicos El Sol de Irapuato y El Sol de Salamanca publicaron este viernes en su nota principal el siguiente encabezado: “Tinajero es el virtual presidente del STJE”.
Cuando se lee la nota esta no tiene mayor asidero, pues se limita a un recuento de lo que deberá ocurrir el próximo miércoles 8 de enero, cuando en su primer sesión de Pleno del año, los 21 integrantes del órgano decidan mediante una elección de voto secreto a quien será el titular de ese Poder del estado por los próximos dos años.
Sin embargo, al presumir con malicia en el encabezado que la decisión favorecerá al magistrado Héctor Tinajero, titular de la Cuarta Sala Penal, el diario en cuestión con una agenda plenamente política lo que trata es de adelantarse a la decisión secreta de los 21 magistrados bien para orientar o bien para propiciar un conflicto.
En una situación ordinaria, los periódicos dirigidos por Herrera estarían cometiendo una simple pifia periodística al dar por hecho algo que aún no ocurre, con el consiguiente riesgo de quedar desmentidos por la realidad.
Sin embargo, debido a las conexiones del clan Herrera con la presidenta saliente Claudia Barrera y con el ex gobernador Miguel Márquez, padrino de su reciente aniversario, así como las complicidades generadas con Rafael “El Gallo” Barba el sexenio pasado, no nos encontramos ante una simple torpeza periodística, sino ante una maniobra política en toda forma que persigue influir en la decisión de los magistrados de una u otra forma.
En los círculos informados de la política de Guanajuato es bien sabido que la decisión para renovar el Poder Judicial de Guanajuato cada dos años no es nunca ajena al titular del Poder Ejecutivo en turno. La hegemonía de este poder, el que representa el gobernador, sobre los dos restantes, ha colocado al panismo de Guanajuato en la misma situación que tan acremente criticaban sus fundadores en relación al PRI.
Sin embargo, hasta ahora no se había visto una situación donde las decisiones para los relevos en la cúpula de los Poderes de Guanajuato se viesen sometida a un pulso de fuerza entre un gobernador y un ex gobernador, con la intervención de personeros que utilizan medios de comunicación para enviarse recados.
Digamos que la sordidez de la antidemocracia absolutista heredada del presidencialismo priista está siendo exhibida por el desbordamiento de las ambiciones de actores particulares y por la falta de recato de políticos que deberían estar ya jubilados y alejados de los reflectores.
En la sucesión del Poder Judicial que se resuelve este miércoles 8 de enero, corren el riesgo de quedar gravemente exhibidos los 21 magistrados de Guanajuato, al volverse pública la línea recibida para votar por un nuevo presidente elegido fuera del claustro de la Justicia. Pero también corre el riesgo de quedar exhibido el gobernador Diego Sinhue si es que triunfa la postura que conviene a Miguel Márquez, a su compadre y a sus socios de aventuras en un medio de comunicación.
Es decir, la antidemocracia degradada haría que los dedazos ya ni siquiera provengan del Ejecutivo sino de su protector político, quien además se da el lujo de mandar recados en las ocho columnas de periódicos convertidos en oficialías de partes de las intrigas palaciegas.
La gran duda que queda ahí, enorme como una catedral, es si un Poder Judicial surgido en medio de un proceso tan desaseado contaría con las reservas de legitimidad para contribuir a frenar la impunidad que alienta la crisis de inseguridad y violencia en Guanajuato.
Difícil, ¿no creen?
2.- Cambios en gabinete podrían adelantarse por crisis de imagen de Diego
La violencia no cede, la beligerancia desde el gobierno federal no amaina, la popularidad no repunta, la sombra de Miguel Márquez no se diluye y los funcionarios del gabinete no se ponen las pilas.
Claro que en el círculo cero de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo no se reconoce que la confusión parte desde la punta de la pirámide, que el estilo personal del gobernador no acaban de descifrarlo sus colaboradores y que la sorda lucha entre el dieguista Juan Carlos Alcántara y la perenne yunquista Juana de la Cruz Martínez Andrade tiene a todo mundo sumido en la confusión, salvo a Carlos Zamarripa y a Alvar cabeza de Vaca, que de todos modos no le hacen caso a nadie, aunque tampoco dan resultados.
Ya se analiza que el relevo de la invisible Tere Matamoros en Turismo, retenido hasta el mes de marzo, no serviría para nada, quizá menos que el relevo de Angélica Aguilar por Alan Sahir Márquez en comunicación social, o ¿alguien se acuerda de eso?
Ya ni siquiera sería de impacto que salieran personajes de tan bajísimo perfil como Eusebio Vega, Juan Hernández, Gerardo Morales o Francisco Gutiérrez Michel, de los cuales si se pregunta a cualquier guanajuatense si recuerdan su cargo, se contaría con los dedos de las manos a quien pudiera hacerlo. Para abonar a la cultura general diremos que son los secretarios de “Innovación” del “Migrante”, de “Desarrollo Social” y de “Desarrollo Agroalimentario”, políticas públicas también inexistentes.
Para que Sinhue logre realmente impactar en la opinión pública tendría que librarse de la sombra de Miguel Márquez, con la salida de Juana de la Cruz Martínez, Carlos Zamarripa o Alvar Cabeza de Vaca; tendría que mandar mensajes al sector productivo con el relevo de Mauricio Usabiaga, o bien refuncionalizar su pacto con los panistas de Guanajuato y particularmente las mujeres, al correr a la legión extranjera que integran la propia Matamoros, Yoloxóchitl Bustamante, Marisa Ortiz o Tarcisio Rodríguez.
No sería menor la reorientación de la política interior con un secretario de gobierno más activo, menos circunscrito a León y que cubra más terreno que la esfinge en que se ha convertido Luis Ernesto Ayala.
Tela hay de dónde cortar. La gran interrogante es a dónde se quiere llegar. Lo cierto es que marzo puede ser demasiado tarde para enmendar un camino que parece haber llegado a punto muerto.
3.- Una pena la secretaría de Medio Ambiente, no funcionan la uno ni el dos
Diego Sinhue Rodríguez decidió elevar el cuidado del medio ambiente, que en algunas zonas del estado ya es una cuestión de emergencia, al nivel secretarial por primera vez en la historia de Guanajuato. Después de eso no ha pasado prácticamente nada.
La decisión de poner la dependencia en manos de una operadora política poblana, María Isabel Ortiz Mantilla, en lo que pareció un favor del gobernador de Guanajuato al ex candidato presidencial Ricardo Anaya, obligó a la designación forzada de un abogado cercano al Partido Verde y ex colaborador en el gobierno de coalición de Bárbara Botello, Fidel García Granados.
El tácito reconocimiento de que el PAN de Guanajuato no tiene cuadros para atender la política medioambiental de Guanajuato, al colocar a una panista poblana y a un cuadro del gobierno PRI – Verde de León, el mismo que fue fuertemente cuestionado por el panismo en su momento, constituye todo un antecedente para documentar el fracaso de los gobiernos panistas como formadores de cuadros.
Sin embargo, la solución no parece estar funcionando y habría muchos políticos profesionales del panismo que podrían estar haciendo, aún sin experiencia, un papel más decoroso que el de la dupla Ortiz – García.
Entre el protagonismo de la secretaria, que maneja sus redes sociales como candidata en campaña; y lo escasamente operativo del subsecretario García Granados, la SMAOT continúa siendo uno más de los pasivos medioambientales de Guanajuato, pese al presupuesto nada desdeñable que manejó en 2019, casi 350 millones de pesos. Quizá por eso mismo, por la inoperatividad, este 2020 la partida disminuyo un 10 por ciento.
Marisa Ortiz se defiende con sus conectes panistas nacionales. Fidel García se defiende con sus padrinos en la Cámara de la Vivienda. Sin embargo, ni uno ni otro justifica ni su posición ni su sueldo con trabajo que responda al enorme reto ambiental de Guanajuato.
Y como suele ocurrir, de su ineficacia quien terminará pagando los platos rotos es el responsable de sus designaciones: el gobernador Diego Sinhue, cuyo gabinete sigue sobrecargando el lastre que le impide despegar.