- SAPAL: Jorge Ramírez tras los pasos de Pedro González
- Juan Hernández, el showman que surfea en el huracán
- Guerra a los árboles desde Gestión Ambiental de León

1.- El presidente del consejo de Sapal se vuelve operativo
Como ha venido ocurriendo a últimas fechas, los presidentes del Consejo Directivo de Sapal olvidan que su función es estratégica y no táctica; que deben prever el largo plazo y las políticas relacionadas con la obtención y el uso del agua en la ciudad, no meterse a las tripas del sistema.
Jorge Ramírez Hernández, el ex dirigente empresarial reconvertido en activo del panismo gobernante en la ciudad ya está pensando como establece más controles internos e el sistema de Agua y como rodea de técnicos de su confianza al director general Enrique de Haro.
Por supuesto, para ello engordará más la nómina de Sapal, al fin que lo que sobra es el dinero. Esta semana le anunció a su compadre del Consejo Coordinador Empresarial Arturo Sánchez Castellanos, quien a su vez lo vertió a los medios, que creará dos subdirecciones más: la de Innovación y la de Planeación, que se sumarán a la Técnica y la Administración, creadas hace no mucho.
Con esta parafernalia, que además requerirá de toda clase de apoyos administrativos y equipamiento, la pregunta que surge es ¿y qué va a hacer ahora el director general?
Hay que subrayar que las subdirecciones se superponen a una estructura de ocho gerencias, a cuál más de robustas.
Si las cosas siguen así y como el mal ejemplo cunde, pronto Jorge Ramírez va a requerir de un Manager para dirigir este complejo sistema. Quizá por lo menos requiera de un “coach” para que lo guie entre la maraña burocrática que está construyendo.

Y no está de más preguntarse si en su negocio particular, la distribuidora y constructora eléctrica Electro Ramsa, Jorge crea direcciones y gerencias a esa misma velocidad o si ahora le da por eso porque es fácil ser audaz y emprendedor con el dinero público.
¿Y qué dicen el resto de los consejeros de Sapal? ¿Se discuten estos temas o se le da un voto de confianza al presidente en el entendido que está ahí por razones políticas y de confianza del alcalde?
Con la crisis de agua que ya se siente en todo el país y que se recrudecerá en los próximos años, sería muy sensato que los directivos de los organismos operadores trabajaran con realismo y con austeridad y no se pusieran a inventar el hilo negro.
Así empezó Pedro González, creyendo que su experiencia empresarial lo facultaba para tomar decisiones operativas y ya sabemos donde terminaron las cosas. Es de sabios aprender en cabeza ajena.
2.- Juan Hernández y Dorian: mucho ayuda el que no estorba

Hace tiempo que entendí las razones de los activistas migrantes que no solo no se sienten representados, sino que incluso están ofendidos por la decisión del gobernador Diego Sinhue Rodríguez de elegirá para encabezar la recién creada Secretaría del Migrante a un político trasnacional que ha vivido de “asesorar” a personajes como Vicente Fox y Juan Carlos Romero Hicks, engañándolas con su supuesta cultura binacional.
Este viernes Hernández viajó a Atlanta con el pretexto de “atender personalmente” a los migrantes guanajuatenses en riesgo por las inclemencias de la terrible tormenta. Desde el inicio del viaje, la frivolidad fue el signo distintivo: inició con una “selfie” en la que embarcó a su subsecretario, don Ángel Calderón, quien con cara de circunstancias seguramente se daba cuenta de lo inapropiado de la actitud de su jefe.
De allí en más, la misión humanitaria de Hernández se limitó a más selfies, a videos con uno o dos migrantes guanajuatenses, a entrevistas a medios guanajuatenses y norteamericanos donde repetía las mismas recomendaciones que intensivamente divulgaban instancias oficiales y civiles norteamericanas.
Resulta loable la preocupación del gobierno de Sinhue por la suerte de los migrantes guanajuatenses por la emergencia climática, pero enviar a un auténtico comediante a hacer shows mediáticos no parece la mejor forma de ayudar.
Más se podría hacer después, cuando se tenga un recuento preciso de las afectaciones, para ayudar a quienes hayan perdido su patrimonio o se vean expuestos por su estatus migratorio.
Como en el caso del tren de gasolina de Texas en la crisis del combustible, donde también aparecía la mano de Hernández, el gobierno se queda solo en el nivel de la propaganda barata frente a problemas lamentablemente muy reales.
3.- Gestión Ambiental en León, una ventanilla de tala
La oficina de Gestión Ambiental de León, encabezada por María del Carmen Mejía, se ha convertido básicamente en la supervisora de que se cumplan trámites para autorizar obras. Sin analizar y revisar a fondo el impacto ambiental en el espacio a construir, lo mismo autoriza talas de árboles que construcción de centros comerciales a un lado de un humedal o permite que se construyan edificios o conjuntos habitacionales en cerros de la ciudad a diestra y siniestra.

Las acciones se justifican con las “medidas de compensación” que básicamente se limitan a plantar más árboles en otras zonas o a trasplantarlos con una tasa de supervivencia baja. Y siempre se usa el mismo argumento: la destrucción de la naturaleza para “el progreso”, porque se generarán empleos, porque es necesario para impulsar la economía…
La mala noticia es que plantar arbolitos (o las palmeras que tanto les gustan) no sustituyen el hábitat destruido o al árbol adulto tirado.
Este gobierno municipal que se asume como “de primera” debería saber que en las grandes urbes del mundo que tanto admira, las obras se adaptan a la naturaleza, eso es lo de hoy, lo “in”. También vemos su apetito voraz con los parques municipales, basta ver en las actas de sus consejos que su única preocupación es planear el siguiente evento que atraiga más gente y genere más dinero, porque en su opinión, no basta el servicio ambiental que los árboles nos brindan, estos tienen que “desquitar” económicamente su existencia.
Gestión Ambiental llega siempre tarde, no sólo a las talas desmesuradas que los ciudadanos denuncian en redes, sino que también va retrasada en el cuidado, educación y protección ambiental.
Por cierto, la bióloga Mejía es una militante radical de las actitudes ambientales políticamente correctas como rechazar el plástico, los abrigos de piel y los popotes, pero donde de verdad podría impactar, en las políticas públicas de la ciudad, allí hace mutis y deja que prevalezacan los intereses inmobiliarios y financieros que han convertido a la ciudad en un desierto, quizá por no contravenir a su jefe, el alcalde Héctor López Santillana.