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DÍAS DE GUARDAR Domingo 26 de abril de 2020

In Análisis Político, Días de Guardar, POPLab on mayo 3, 2020 at 12:43 pm

* El gobierno se reorganiza para atender la emergencia económica

* Empresarios cobran influencia inusitada en gobierno de Diego Sinhue

* En salud se mantienen incongruencias que pueden llegar a estallar

Ilustraciones: @PincheEinnar

1.- Relevo de facto en Fondos Guanajuato ante avalancha de peticiones

Buena parte del gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo seguía sin funcionar en las semanas previas a la llegada de la pandemia a Guanajuato, sin embargo, las nuevas condiciones están poniendo en evidencia a algunos más que a otros. Desde luego, hay a quienes les ha venido bien la suspensión parcial de actividades para seguir nadando de muertito.

Una de las primeras bajas del disfuncional equipo de gobierno fue la secretaria de Turismo, quien nunca logró entender las dinámicas del sector y que tenía en contra la opinión de buena parte de los prestadores del Estado, quienes además entraron en pánico ante la suspensión obligada por la cuarentena.

Tere Matamoros cedió su lugar al sanmiguelense Juan José Álvarez Brunell, empresario de manufacturas artesanales que se aficionó a la política en los últimos años y sobre cuyos hombres recaerá la difícil tarea de reconstruir los flujos de turismo a la entidad cuando se supere el actual estado mundial de emergencia.

El cambio no fue un relevo natural, en realidad fue una corrección. Matamoros no tenía un solo antecedente que hiciera albergar expectativas sobre su desempeño. No conocía la entidad y su tarea como promotora era más bien burocrática. Fue la crónica de un fracaso esperado.

Lo mismo pasará tarde o temprano en Medio Ambiente o en Educación Superior, Ciencia e Innovación, donde la importada Marisa Ortiz y el agotado Eusebio Vega, no han tenido una sola aparición importante en los 19 meses de gobierno.

Ni siquiera se saben vender como Juan Hernández, que con imaginación y socarronería hace méritos llevando a Diego a giras por estados de la Unión Americana donde lo reune con políticos en retiro, no se sabe bien para qué, aunque en su materia de organización y defensa de los migrantes no avance ni un centímetro.

Más tela de donde cortar hay en el gabinete ampliado, plagado de cuadros heredados, a cual más de insustanciales. Acomodados en la nómina, con su vena de novedad agotada y sin creatividad alguna, funcionarios como Pedro Peredo, Anabel Pulido, Alfonso Borja, Luis Ernesto Rojas o José Grimaldo Colmenero, vegetan procurando que el Jefe de Gabinete Juan Carlos Alcántara no voltee a verlos ni les pida cuentas.

Particularmente, esta semana hizo crisis el funcionamiento de Fondos Guanajuato, la dependencia a cargo de Carlos Ramón Romo Ramsden, que se vio rebasada por decenas de miles de peticiones de ayuda ante el anuncio de un fondo de 800 millones de pesos para apoyar a pequeños negocios a enfrentar las consecuencias de la cuarentena por la presencia del virus SARS-CoV-2.

Sin apoyo para crecer en los últimos años, la pequeña estructura del único organismo de financiamiento estatal que podía asumir el otorgamiento de esas ayudas en la forma de créditos blandos, se vio superada. En lugar de fortalecerla estructuralmente, se optó por una intervención desde la Secretaría de Finanzas de Héctor Salgado Banda, enviando a un contador público que ha sido un comodín de las últimas 3 administraciones, Carlos Martínez Bravo, formalmente como refuerzo, pero en los hechos como relevo, de Romo Ramsden.

La tarea se incrementará en los próximos días cuando deba darse cauce a la aplicación de 3 mil millones de pesos más en apoyo a industrias de mayor calado. Las cosas además no acaban con el otorgamiento de los apoyos y la colocación del dinero en la cuenta de las empresas, sino que luego deberá seguir un delicado trabajo de administración, ya que se trata de créditos que deberán ser recuperados.

Además, en las próximas semanas podría hacerse necesario incrementar la bolsa de los apoyos, pues al incorporarse las grandes empresas, los 3 mil millones durarán poco.

La pandemia, al exigir todas las habilidades y capacidad de la administración pública estatal, más allá del reiterado discurso de propaganda que le fascina a esta administración, puede ser considerada el parteaguas que obligará a Sinhue Rodriguez a tomar el mando del gobierno y evaluar concienzudamente a cada uno de sus colaboradores, una tarea que había pospuesto por compromisos políticos y quizá también por comodidad.

Es ahora o nunca.

2.- Los empresarios se convierten en compañeros de viaje del gobernador

El contrapeso que a nivel nacional están ejerciendo los organismos empresariales, ante la virtual desaparición de la oposición política, ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no tiene un correlato en Guanajuato.

Caminando de la mano con Diego Sinhue Rodríguez, los lídres de los consejos y cámaras empresariales han logrado la mayor influencia vista en los años recientes: manejan fondos públicos y deciden inversiones a cambio de avalar nuevos impuestos. Lo hacen sin siquiera tener la representación de todos los contribuyentes a los que sus decisiones impactan.

Además de los organismos formales, otros informales, clubes de empresarios jóvenes, mantienen un gran ascendiente sobre el gobernador. por si algo faltara, están los “amigos”, que conviven con Sinhue en sus fines de semana y establecen relaciones no transparentadas, como Gabriel Padilla, el dueño del G100, el edificio privado emblemático del Puerto Interior, donde el primer círculo del gobierno tiene oficinas permanentes sin que se conozcan los contratos de arrendamiento, de cesion o de comodato.

Otros gobernadores, como Juan Manuel Oliva, llevaron relaciones cercanos con empresarios como José Abugaber o Juan Carlos Muñoz, pero mas bien en un sentido inverso: el poder político como protector e impulsor de carreras de los empresarios.

Miguel Márquez innovó: inventó un empresario casi de la nada y lo convirtió en su socio de andanzas político – empresariales, el Gallo Barba, quien sigue teniendo influencia hasta la fecha, como puede verse en los contratos monopólicos de compra de medicamentos para el sector salud.

Hoy se ve una presencia plural de empresarios en torno a Sinhue, pero también una marcada injerencia en políticas públicas que pueden desequilibrar el papel rector del estado.

Esperemos que la mesura de personajes como Arturo Sánchez Castellanos o Alberto Ruenes, de CCE y Coparmex León se imponga a visiones más patrimoniales como la de Ismael Plascencia, el líder moral de la Canadevi en Guanajuato.

3.- De como juega con las cifras el sector salud de Guanajuato

La muerte del primer y hasta hora único paciente que ha llegado al Hospital Especializado COVID-19 en León Guanajuato, de nuevo arroja sospecha sobre el manejo de las cifras que lleva a cabo la Secretaría de Salud de Guanajuato dirigida por Daniel Alberto Díaz Martínez, pese a lo vistoso de su página informativa sobre el comportamiento de la pandemia de Coronavirus en la entidad, la cual ha sido reconocida como la mejor del país por una investigación periodística de Quinto Elemento Lab.

las cifras se suben con oportunidad, aunque en muchas ocasiones con errores que provocan confusión. La duda, sin embargo, persiste en torno a cómo se llega a dichas cifras.

El paciente de referencia fue internado proveniente de San Felipe, Guanajuato, donde se presenó con síntomas en una clínica de la Secretaría de Salud estatal. Estaba de paso en esa ciudad, proveniente de Iztapalapa, en CDMX. Su ingreso al rehabilitado edificio de 20 de enero fue compartido en la redes sociales de la dependencia como el “primer ingreso” del publicitado Hospital COVID-19.

Aunque la publicación en Facebook fue removida posteriormente, el paciente estuvo varios días en las instalaciones y finalmente falleció. Esa muerte no fue registrada en las estadísticas de la página de Coronavirus Guanajuato, según explicación oficial, debido a que su contagio no ocurrió en la entidad.

Hoy un diario de circulación estatal le da seguimiento a esa respuesta y encuentra que hay varias decenas de guanajuatenses enfermos de COVID-19, además de otros fallecidos, cuyos casos se han registrado en otras entidades, sin que ello impacte la estádistica local. Si bien el caso epidemiologico pudo haberse originado en otra latitud, lo cierto es que el paciente fue ingresado y atendido en Guanajuato, donde se registró su deceso para todos los efectos legales y estadísticos.

No es, sin embargo, el único manejo discrecional de datos y registros. Hay por lo menos otros casos donde pacientes a quienes no se les ha realizado la prueba o esta ha dado “negativa” se han convertido en fuente de contagio para nuevos afectados. Nunca aparecieron oficialmente como afectados de COVID-19, pero provocaron casos, según denuncian famiiares que piden no ser identificados.

Así se está dando el seguimiento a la pandemia en Guanajuato de parte del equipo que encabezan la epidemióloga estatal Fátima Melchor Márquez, quien actualmente trabaja desde su casa debido a que su embarazo la ubica como personal de riesgo; y la doctora Rosario Sánchez Navarro, directora del Laboratorio Estatal de Salud Pública.

La opacidad, como ocurría en el gobierno del protector de ambas funcionarias, Miguel Márquez, es la marca de la casa. Solo que esta vez las consecuencias pueden ser fatales, literalmente.

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