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DIAS DE GUARDAR Domingo 18 de agosto de 2019

In Análisis Político, Días de Guardar on agosto 19, 2019 at 11:50 pm
  • Comunicación Social: primero lo accesorio
  • En el Congreso, plegados al Ejecutivo y sin cabeza
  • Presidente de Simapag, sigue la investigación

1.- Difícil misión para el nuevo ¿comunicador?

Es duro decirlo, pero es verdad, Angélica Aguilar nunca tomó posesión como coordinadora de comunicación social el gobierno del estado. La invención de Juan Aguilera para manejar a trasmano los hilos de la comunicación estatal no fue más allá del control de los convenios de publicidad: los favores a los cuates y el bloqueo a los medios críticos.

Ni Aguilar, que solo actuaba como funcionaria de paja, ni Aguilera, que jugó al Maquiavelo de bolsillo en medio de la peor crisis de gobernabilidad de Guanajuato, producto de la inseguridad, lograron articular plan alguno para que el gobierno mandara los mensajes que podrían mantener informada a la ciudadanía y darle tranquilidad. Su mayor enfoque consistió solo en la propaganda de una imagen que aún ni siquiera se construye.

La comunicación de Diego Sinhue no ha funcionado, ni en sus líneas troncales ni en las muchas periféricas que han surgido, como pasa con la vocería de seguridad a cargo de Sophia Huett que a falta de información termina por regañar a los periodistas y pontificar sobre lo que debe y no debe hacer la sociedad, por supuesto, sin que nadie le haga caso.

Sin embargo, habría que preguntarse: ¿no funciona la comunicación o el que no funciona es el gobierno?

A estas alturas hay multitudes de funcionarios desaparecidos de la escena, no se sabe lo que hacen, eso si todos con sueldos de ensueño; las cosas no caminan en medio ambiente, en innovación, en obra pública, en desarrollo rural, en atracción de inversiones y apoyo a la industria local.

El tema que más espacios ocupa es el de la seguridad, a pesar de los denodados esfuerzos de Sinhue par no hablar de ella. Y allí tampoco hay buenos mensajes: el golpe de timón sigue siendo frase vacía, los asesinatos no ceden, aparecen las extorsiones, el robo hormiga a personas, viviendas y negocios es cosa de todos los días en todo el estado.

Tenemos un fiscal carnal que da miedo, pero no resultados. El secretario de seguridad sigue siendo un subordinado del fiscal, aunque este ya es autónomo; el secretario de gobierno es un adorno muy costoso.

Esa es la realidad a la que se tendrá que enfrentar el nuevo e improvisado comunicador de Diego Sinhue, Alan Sahir Márquez Becerra, sobrino de Miguel Márquez y hermano de Aldo Márquez el subsecretario de Desarrollo Social y Humano.

Lo que se observa, principalmente, es que el círculo de confianza del gobernador en lugar de crecer se achica y que sobre él sigue teniendo un gran ascendiente el exgobernador Miguel Márquez Márquez, más presente que nunca y activo social y políticamente, además de que el propio Sinhue se encarga personalmente de mantenerlo vigente al hacerle constantes reconocimientos.

Así, la figura de su antecesor, que se erige como el mayor obstáculo para que el nuevo gobernador afiance su imagen y su proyecto, así como el ascendiente sobre el gabinete, parece más sólida que nunca.

Lo dicho, el problema no parece ser de comunicación, sino de lesa política.

En ese sentido, Márquez Becerra no es una salida, sino una vuelta en u.

2.- LXIV Legislatura, un Congreso para el olvido

La actual legislatura de Guanajuato parece estar llegando a niveles de ignominia en su representación de los ciudadanos guanajuatenses. Ya no es solo la sumisión al Poder Ejecutivo, que se ha convertido en una normalidad desde hace por lo menos trece años, son que ahora ni siquiera se garantiza un desempeño apegado a las buenas prácticas.

Esta semana pudo saberse de dos hechos que denotan la laxitud con la que se vienen manejando los recursos del Poder Legislativo de Guanajuato, los cuales por cierto se han elevado de forma considerable por la necesidad de hacer frente a los gastos de mantenimiento del nuevo edificio, que son considerablemente mayores.

Así, a la ostentación inmerecida aún de un Palacio Legislativo con arquitectura primermundista que lamentablemente alberga a un Congreso que no llena los zapatos de lo que debería ser un poder autónomo y soberano, ahora se suma el despilfarro y la indisciplina de sus burócratas.

La actual diputación, con el beneplácito del gobernador Diego Sinhue Rodríguez, rescató del olvido al ex secretario particular de Miguel Márquez, Ricardo Narváez, luego de que hiciera un berrinche por que solo se le había otorgado una subsecretaría en el Poder Ejecutivo.

Con ese fuero, Narváez debe sentir que no le debe su posición a Jesús Oviedo, el desdibujado pastor panista, ni siquiera al gobernador Sinhue. Quizá por eso el desparpajo, por eso el teléfono de 26 mil pesos para estar a la última con el dinero público, por eso la permisividad de uno de sus subordinados que accidentó un vehículo oficial al conducir en estado de ebriedad y fuera de horario.

Un Congreso con u secretario fuera de control, un congreso donde aún influye el ex gobernador Miguel Márquez que parece estar en todo, menos en su rancho, como prometió (esta semana se le pudo ver en el informe del rector Luis Felipe Guerrero Agripino quien ya está listo para la reelección).

¿Parlamento abierto? Parece que solo a las influencias extra constitucionales.

3.- Sebastián Ávila deberá responder por sus comilonas a costa del erario

Después de que la fiscalía del estado había decidido archivar la denuncia del activista Roberto Saucedo Pimentel en contra del presidente del Consejo de Simapag, Juan Sebastián Ávila Victoria, para que se investigaran sus pingües gastos en comilonas, el juez de la Primera Sala Penal de Guanajuato admitió una impugnación para que se reabra la investigación.

De acuerdo a información oficial del Poder Judicial, dentro del cuadernillo de imputación Z1419-20, “se revocó la determinación asumida por la fiscalía de no ejercicio de la acción penal, a efecto de que continúe investigando y en el momento oportuno emita una nueva determinación de todo lo que arroje la investigación.”

Si de verdad queremos avanzar como sociedad en la lucha contra la corrupción, la terminación de la impunidad es una tarea central. Haya habido poco o mucho dinero de por medio, la función pública no tiene porque pagar las extravagancias de los funcionarios y menos sin ningún objetivo claro de por medio.

Saucedo Pimentel ya logró demostrar que Ávila Victoria mintió en su justificación de un gasto en San Miguel de Allende en una presunta comida oficial en día feriado con el delegado de Conagua. Ahora se trata de una comida con un alto cargo de la Zona Militar, algo que aparentemente no tiene nada que ver con la función del directivo de Simapag, que es cuidar la gestión del agua en la capital del estado.

Si queremos una cultura de cero tolerancia a la corrupción, habrá que respaldar estos esfuerzos desde la sociedad.

  1. Y falta Arturo Durán Miranda.

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