La Universidad de Guanajuato es una institución morigerada y altamente predecible. Su autonomía solo la convirtió en el reducto de un grupo político cuyo eje aglutinador ha sido Juan Carlos Romero Hicks, el mismo que como rector negoció y obtuvo la autonomía a fines del siglo pasado, solo para de ahí convertirse en candidato del PAN a la gubernatura.
Así desde los tres rectorados iniciales como pista de despegue, Romero no ha abandonado las nóminas gubernamentales: gobernador, director de CONACYT, senador de la República y diputado federal. Su presencia en esos puestos lo ha dotado del suficiente poder para seguir influyendo en la Universidad de la que surgió como político.
