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Zamarripa: un silencio que grita

In Análisis Político, La Noticia al Punto, Terranova Noticias on marzo 27, 2019 at 4:05 am

Cuando en Guanajuato se vivía un acontecimiento central, el anuncio de la captura del operador de la estrategia de sobornos del Cartel de Santa Rosa de Lima, Agustín Medina Soto, por parte de fuerzas federales, el Fiscal General del Estado, Carlos Zamarripa decidió llamar la atención en el evento de la presentación del plan de gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, eludiendo a los medios de comunicación.

Un día después de que el gobierno federal diera conocer un boletín de prensa para informar de la detención de el “Agus”, y de que en el mismo despacho se incluyera la precisión de que este sujeto era “el enlace del grupo criminal con distintas autoridades de gobierno a quienes realizaba pagos por la información que le proporcionaban”, el fiscal de Guanajuato elige el silencio y la huida frente a los cuestionamientos.

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Graciosa huida del Fiscal. Foto: Contrapunto News

Es una mala señal para quien ya ofreció abrir carpetas de investigación sobre la actuación del actual alcalde de Villagrán, Juan Lara, y el ex edil de Cortazar, Hugo Estefanía, no tenga una posición al informarse de la captura del principal operador de la corrupción criminal dirigida a funcionarios públicos.

Una primera explicación del mutismo, la opacidad y hasta la hostilidad de Zamarripa con los medios es la de que no está seguro del terreno que pisa. Todo hace presumir que no tenía noticia de la detención del operador de Santa Rosa de Lima y que se enteró, igual que el resto de la población, por el boletín de la Fiscalía General de la República en los medios nacionales.

No se ve como el fiscal de Guanajuato, tan ávido de anunciar golpes espectaculares, no hubiera querido aprovechar los reflectores de una detención al parecer de alto calibre, esa sí y no la de la cuñada de El Marro, celebrada por los funcionarios estatales, aunque días después vieron como se derrumbaba el caso con la liberación de la detenida y su esposo, el oficial de la policía federal.

El hecho evidente de que en la operación golpe de timón se registren dos vocerías: la local con la triada de Zamarripa, Alvar Cabeza de Vaca y Sophia Huett; y la federal a través de comunicados emitidos a los medios, deja ver también que dicha operación esta llevándose a cabo desde dos perspectiva y dos cuartos de mando diferentes.

Si además ha habido una particular referencia, tanto en audios filtrados como en la propia comunicación de la Fiscalía General, de que el “halconeo” que informa al cartel delictivo de los movimientos de fuerzas federales ocurre por parte de policías municipales, adscritos al mando único estatal, es entendible que la operatividad vaya por canales distintos.

Así, justo en el momento de su consagración como fiscal general con todo el apoyo de Diego Sinhue Rodríguez y del aparato panista de Guanajuato, Carlos Zamarripa se ve arrinconado en su territorio por la intervención federal.

Por otra parte, la solución ideada por los estrategas de Sinhue, de inventar una vocería light para superar la tensa relación de Zamarripa con los medios, no está funcionando. La vocera Huett luce desinformada e improvisada. Como además debe llenar el espacio con declaraciones vacías, su desgaste es notable. Por otra parte, el ocultamiento del fiscal produce un vacío de credibilidad y una pérdida de la ya de por sí erosionada legitimidad del funcionario.

La detención de Agustín Medina y la operatividad dirigida de las fuerzas conjuntas federales, pone en evidencia el largo vacío de autoridad en el que se han movido las bandas huachicoleras de Guanajuato.

La consecuencia política de esta guerra contra el robo de combustible está por verse, pero puede dejar gravemente empañada la imagen de los panistas que fueron utilizados por el dúo Miguel Márquez – Diego Sinhue para entronizar a Zamarripa en una Fiscalía que muy poco tiene de autónoma.

Y esta historia apenas comienza.

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