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Salud: crisis del estilo Márquez de gobernar

In Botepronto on septiembre 5, 2017 at 4:03 am

Un equipo dividido, por decisiones tomadas desde la cabeza del gobierno, tiene hoy a la Secretaría de Salud postrada por la ineficiencia y a su nuevo titular fuertemente comprometido; la crisis del dengue que vive la entidad encuentra allí una de sus explicaciones.

Lo que está ocurriendo en la Secretaría de Salud de Guanajuato es una crisis sistémica, producto de decisiones al más alto nivel cupular en el gobierno de Guanajuato. Lo grave es que ya no solo se refleja en daño al erario e ineficacia, sino en una afectación directa a la salud de cientos de ciudadanos guanajuatenses, que muy pronto podrían convertirse en miles.

Desde hace dos años Salud está dividida entre dos equipos confrontados a causa de dos subsecretarios. Uno de ellos lo encabeza el primo del gobernador Márquez, Fernando Reynoso Márquez, responsable de las finanzas y la administración; el otro, lo lidera Moisés Andrade Quezada, hermano del dirigente panista Humberto Andrade, y responsable del área de servicios médicos.

Andrade Quezada entró a reforzar el equipo de Ignacio Ortiz Aldana, el alergólogo irapuatense al que Márquez no pudo defender, pese a ser recomendado de su compadre el hoy reaparecido, mediáticamente al menos, Rafael Barba, el Gallo.

Sin embargo, en lugar de cumplir la encomienda, Andrade Quezada comenzó a aspirar a encabezar la Secretaría, a lo que se sentía con merecimientos después de haber sido delegado del IMSS en el gobierno de Felipe Calderón, gracias a la influencia de su hermano Humberto, entonces senador

Junto con Andrade había llegado a la Secretaría el ex auditor superior del estado, Mauricio Romo Flores, quien duró poco en el encargo debido a su mentalidad de contralor, más que de administrador. A los cinco meses de su nombramiento, ocurrido en octubre de 2015, romo fue relevado por Fernando Reynoso Márquez, quien ya estaba en la dirección de recursos humanos de la SSG.

A la vuelta de los meses, la pugna entre los dos funcionarios de padrinos poderosos, uno el gobernador, otro el dirigente panista, chocaron de forma inevitable. Y una de las primeras víctimas fue quien aparecía formalmente como el jefe de ambos, el secretario Ortiz Aldana.

La designación de Daniel Alberto Díaz Martínez llenó el hueco en la titularidad de la secretaría, pero no logró encauzar a los equipos, que han seguido dándose hasta con la cubeta.

La falta de una correcta aplicación de los recursos par ala prevención del dengue deriva en buena medida de ese conflicto. Por una parte Reynoso Márquez restringe los recursos; pero por otra parte, el equipo de Andrade Quezada repite esquemas ya superados pues no son pocos los especialistas que han señalado que la nebulización ya no funciona al haber desarrollado resistencia el mosco, mientras que las brigadas de inspección y descacharrización han disminuido su presencia y actuación.

Por si algo faltara, se han estado ocultando los casos con diversos recursos de enmascaramiento. Lo cual fue evidente en Santiago de Cuenda, municipio de Juventino Rosas, donde ante un brote que afectó a más de dos centenares de personas, Salud solo reconoció tres casos inicialmente. Hoy habla ya de casi 70 de casos confirmados.

En León, pacientes con síntomas de dengue se han estado presentando en sanatorios particulares y consultas privadas desde hace varias semanas; las clínicas del IMSS reciben centenares; sin embargo, la Secretaría de Salud solo reporta los casos confirmados con una prueba molecular. Hasta la semana 34, el Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de Dengue de la Secretaría de Salud Federal no registraba a León como un caso especial, sino que lo aglutinaba junto con otros 8 municipios con 295 casos de dengue no grave, por uno de dengue grave.

Hoy sabemos, un poco forzando a los funcionarios responsables a declarar, que de esos 295 casos, la mayoría eran de León y que hoy en esta ciudad los casos comprobados llegan a casi 300.

Las cosas no paran allí, un especialista privado me confiaba en una charla que por cada caso confirmado bajo los parámetros de Salud, podría haber hasta cientos que no por no estar confirmados no serían menos reales, y que estarían contribuyendo a la expansión del brote.

Finalmente y ante lo que parece ser una intervención federal, este lunes las autoridades de las principales instancias de salud del estado se reunieron para acordar la inminente declaratoria de emergencia epidemiológica, al comprobar que el brote habría saltado ya a la tercera parte de los municipios del estado y que la velocidad de propagación era vertiginosa.

Puede ser una situación oportuna para que Daniel Díaz Martínez tome los bártulos y meta en cintura a sus subordinados, independientemente de quien son parientes. Es eso, o seguir la suerte de su antecesor, la de ser solo una figura decorativa en espera del relevo.

Y eso como quiera, pero la afectación de la salud en la población de Guanajuato, esa sí no tendría porque esperar a que los burócratas superen sus diferencias y sus pequeñas pugnas de poder.

 

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