Un ingrediente adicional ha venido a poner más complicadas las cosas en la disputa empresarial por la propiedad de la Plaza Cibeles de Irapuato, un exitoso emporio comercial creado originalmente por la alianza de los grupos Aryba y Caceba, propiedad respectivamente de las familias Arena, de León; y Cayón, de Irapuato.
Se trata de la salida a bolsa del proyecto Fibra Shop, el cual consiste en la venta de un paquete accionario que ocho centros comerciales, entre los que está Cibeles, por siete mil millones de pesos . Los Fibra, son los fideicomisos en bienes raíces, de los cuales ya operan cinco en el mercado mexicano y el sexto sería el relacionado con las plazas comerciales.
La oferta es operada por Actinver y en su comunicación a la Bolsa Mexicana de Valores y a los medios especializados, se especificó que Plaza Cibeles enfrentó problemas legales que ya estaban solventados.
Esto, como se conoce ampliamente en Guanajuato, es una mentira. Aquí lo expusimos hace unos días: la constructora Aryba, encabezada por Eduardo Arena Barroso, ha recurrido a la justicia federal luego de la resolución local que otorgó la razón a Salvador Cayón Ceballos, de Caceba, mediante una solicitud de amparo directo que ha quedado radicada en el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Decimosexto Circuito con sede en Guanajuato, Gto..
El caso estaba por ser resuelto el pasado jueves, pero la ponencia del magistrado Lorenzo Palma, un polémico juzgador que ha ido de sanción en sanción en su carrera judicial, fue pospuesta, lo que mantiene el caso en suspenso.
Por ello extraña, que la BMV, encabezada por Luis Téllez Kuenzler, esté aceptando la validación de una oferta accionaria que puede implicar inseguridad a los inversionistas, al poner en riesgo su dinero en un negocio que incluye un litigio sin resolverse.
No sería el primer escándalo en el que se ve envuelto Téllez, quien aún litiga en tribunales una demanda de Grupo Elektra de Ricardo Salinas Pliego, por declaraciones que presuntamente afectaron el valor de sus acciones. Por si faltara, la BMV no ha vivido sus mejores momentos en este año, al verse afectada por el freno al crecimiento de la economía del país.
Con esos antecedentes, el que se permita la colocación de valores en la Bolsa sin los adecuados controles necesarios para dar seguridad a los inversionistas, puede resultar otro asunto delicado para la gestión de Luis Téllez.
Pero, encima de todo, perjudicaría notablemente el éxito que han venido mostrando los restantes fideicomisos inmobiliarios de bienes raíces, que a poco más de dos años de debutar en la BMV han alcanzado un valor de capitalización de 112 mil millones de pesos, como reporta la prensa especializada.
Elementos para que los analistas bursátiles se percaten de los riesgos del lanzamiento de Fibra Shop, hay suficientes. Se tiene noticia que hace unas pocas semanas, el Puerto de Liverpool informó a las autoridades penales que actualmente su relación con la Plaza Cibeles se rige por el contrato firmado en 2001, donde aparece como copropietario, Constructora Aryba quien es el ofendido en el asunto penal en contra de Salvador Cayón Ceballos, de Caceba.
Ese es el tamaño del compromiso que debe resolver en los próximos días, quizá a su regreso de vacaciones, el Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito.
Por su parte, tanto Actinver como la Bolsa Mexicana de Valores, quizás harían bien en esperar a que el caso estuviera despejado de interrogantes legales. Es lo menos que podría esperarse para dotar de seriedad a la oferta accionaria de Fibra Shop y ahorrar futuros dolores de cabeza a quienes arriesguen su capital en dicho fondo.