Si hay una buena noticia en la política guanajuatense de los últimos tiempos, esa se encuentra en la confluencia de dos personajes que comparten muchas coincidencias, desde posturas ideológicas distintas, en el tema educativo y que ahora deberán combinar sus esfuerzos desde dos trincheras que son absolutamente complementarias: la legislativa y la del poder Ejecutivo.
Ya habrán podido adivinar de quién se trata: el secretario de educación de Miguel Márquez, Eusebio Vega; y la presidenta de la comisión de Educación del Congreso local, la priista Yulma Rocha.
Sin militar políticamente, Vega es un cuadro del servicio público especializado en el tema de la planeación y el desarrollo de proyectos educativos que se identifica con una ideología liberal, proveniente sobre todo de su extracción profesional como egresado del Instituto Politécnico Nacional.
Rocha, en cambio, es una aguerrida militante priista que no sólo se ha enfrentado ideológicamente a sus adversarios panistas, sino que también ha salido a defender posturas en la lucha interna de su partido, cuando flaquean los principios a causa del pragmatismo.
Hoy, ambos políticos tienen la oportunidad de dejar una huella para el futuro de Guanajuato si unen esfuerzos en torno a una meta en la que ambos creen profundamente: la elevación del nivel de la educación en la entidad y la superación de rezagos ancestrales.
No hay profundas diferencias ideológicas entre el politécnico secretario de Educación y la combativa legisladora; incluso puede no haber ni diferencias de óptica. Pero además, el hecho de que entre ambos políticos se reúna el aval de las dos principales fuerzas políticas de la entidad, le da aún mayor calidad al consenso que logren.
La noticia de una alianza perfectamente posible entre los máximos representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo en el renglón de la educación resulta más importante aún ante el complicado panorama financiero que vivirá la entidad el próximo año.
Lograr los recursos necesarios para focalizar los programas de mayor impacto en la educación y aprovecharlos a cabalidad, será la tarea en la que Yulma Rocha y Eusebio Vega pueden dejar una lección muy aprovechable para la coyuntura que vivimos: la de la importancia del diálogo y el entendimiento para que la política se convierta en factor de solución y no en un potenciador de problemas de por sí graves.
Ojalá lo logren. Y mejor aún: que sirvan de ejemplo.