Ha sido notable la forma en que diversos actores priistas han incursionado en el problema derivado de la concesión de un centro de acopio único en León a la empresa recicladora de basura Lyrba, que ha despertado un movimiento de resistencia entre los pepenadores de desperdicios en la ciudad.
Por lo menos tres diferentes actores políticos, todos conspicuos militantes del PRI, han intervenido para respaldar de maneras diversas a los trabajadores de la basura, el denominador común de los tres es que todos quieren ser candidatos a la alcaldía por su partido: Luis Gerardo Gutiérrez Chico, Martín Ortiz García y Alejandro Vargas Martín del Campo.
El primero, dirigente del PRI municipal y diputado local, empezó su incursión en el tema dando cobijo a un grupo de pepenadores que usaron las instalaciones priistas para sus conferencias de prensa. Posteriormente, Gutiérrez Chico anunció que llevaría el tema al Congreso y criticó acremente la autorización otorgada a la empresa Lyrba para acaparar de manera monopólico el servicio de separación de basura.
Lo que nunca ha aclarado el dirigente municipal del PRI es si ya convocó a los regidores de su partidos, quienes votaron de manera unánime en el Ayuntamiento el otorgamiento de la concesión a la mencionada empresa. Por lo menos el dirigente de PVEM, Eugenio Martínez, ya reconoció que a su regidor, Daniel Olaf Gómez,“lo chamaquearon” al momento de dar su anuencia en ese tema.
Posteriormente, apareció el abogado Martín Ortiz García, quien asumió la defensa legal de un grupo de cinco trabajadores que pretendieron cerrar el relleno sanitario, según acusa el municipio, los cuales fueron detenidos y posteriormente liberados bajo caución.
Ortiz García fue otro de los que hubieran podido operar desde el principio una estrategia para frenar la medida del municipio, pues es muy cercano al grupo de regidores conocidos como barbaristas, caracterizados por su vinculación con la ex candidata a la alcaldía, Bárbara Botello Santibáñez, los cuales son encabezados por el coordinador Salvador Ramírez Argote, quien por cierto no se ha pronunciado en todo este periplo.
Finalmente, un tanto tarde pero no por ello menos enjundioso, apareció el artificial dirigente de la CNOP, el empresario curtidor Alejandro Vargas quien anda a la caza de temas que le puedan dar reflectores para aparecer, así sea incipientemente, en las encuestas y sondeos sobre precandidatos a la alcaldía, sin mucho éxito por cierto.
Vargas llamó a una rueda de prensa para leer un pomposo manifiesto con cinco puntos que suenan utópicos, al igual que la posibilidad de que Ricardo Sheffield vaya a apresurarse a hacerle caso.
Asesorado por un think thank académico que le está dotando de discurso, el neocenopista trató de ponerse propositivo, pero le ganó el hígado y terminó realizando denuncias que no comprobó sobre supuestos intentos de soborno del municipio a los pepenadores para que depongan su movimiento.
Lo notable, lo extraordinario del caso, es que los diferentes grupos priistas no tengan la capacidad para ponerse de acuerdo en una estrategia común y que se exhiban disputándose, como si se tratara de animales de rapiña, un raquítico movimiento de protesta laboral que no ha logrado prácticamente ninguna solidaridad ciudadana y que difícilmente lo hará en el futuro después de esta excesiva y desorganizada partidización.
Muy escaso debe estar el PRI de causas como para que desde tres diferentes trincheras se disputen la paternidad del movimiento de protesta de los pepenadores de León.
Quizá sea importante recordar que en la ciudad de México, tras la virtual desaparición del PRI por el dominio perredista en esa entidad, uno de los pocos bastiones que se mantuvo fiel al tricolor fue el de los pepenadores de los tiradores de desperdicios, liderados por Cuauhtémoc Gutiérrez, un dirigente al que le llamaban despectivamente “Basurita” y que fue empleado como golpeador entre los propios priistas.
Basurita llegó a ser diputado en la asamblea local del DF y dirigente del Movimiento Territorial en esa demarcación, apoyado en el imperio de sus padres, los líderes Rafael Gutiérrez Moreno y Guillermina de la Torre, quienes acumularon una fortuna manejando el negocio de la basura en la zona metropolitana.
Parece, entonces, que la basura y el PRI se llevan de maravilla y que si este partido y sus agobiados precandidatos no encuentran otro terreno fértil para hacer crecer sus expectativas en la ciudad de León, podrían aprovechar este conflicto de la administración panista de Ricardo Sheffield para hacer algo de roncha.
Probablemente la incursión de los priistas en los basurales de León no se traduzca en muchos votos pero, viendo el ejemplo de la ciudad de México, quizá represente pingües ganancias. De cualquier forma, parece un asunto de vocación.
Botepronto
Fue un nuevo terremoto. La decisión de la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral de revocar al CEN del PAN el método de designación para resolver la mayor parte de sus candidatura al Senado y casi la mitad de las diputaciones federales, traerá consecuencias.
Quedan tocados por esta sentencia el presidente del partido, Gustavo Madero; el precandidato oficial, Ernesto Cordero; y ya como daño colateral, personajes como el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, que veían la posibilidad de utilizar el expediente para sus propios fines.
La maniobra, pésimamente calculada en tiempos en los que las dirigencias de los partidos ya no pueden actuar de manera autocrática ante la posibilidad de defensa de sus afiliados, retrasa al PAN en sus definiciones de cara a la contienda presidencial, cuando sus adversarios ya han despejado el camino.
Particularmente, los jerarcas panistas quedan exhibidos al haber intentado dar golpes de mano para influir en una decisión que debería corresponder, por lo menos teóricamente, a sus militantes y no a las camarillas dirigentes.
Al paso que van las cosas, este tipo de antecedentes están sumándose a un clima de crispación interna que podría detonar en una implosión si el PAN pierde la elección del próximo julio y, peor aún, si queda en tercer lugar. Guanajuato, como bastión panista, no será ajeno a los acontecimientos por venir.
No existe, ningún convenio con ningún partido. Se han acercado diversos afines partidistas con la finalidad de “colgarse” del movimiento pepenador, sin embargo, ¿Por qué Fco Padilla no dice que el relleno es propiedad de él? y que mandó golpear a los pepenadores, justo como el día de hoy en la madrugada… Pensó, que iban a gritar, pero no pensó que iban a durar tanto. Bien se lo he dicho en la ventana a Sheffield, No son de ningún partido político, lo que menos quiere la Sra Yolanda, es que aludan a esa idea, pues, el único objetivo, es recueperar su trabajo.
Menciona el edil actual de león, que el brinda trabajo en SIAP, pero ¿Cómo coteja los ingresos de ese trabajo con los ingresos que percibian en la basura?
Es como si el abogado, que gana, supongamos, 50,000.00 pesos mexicanos, abruptamente, le dieran, un empleo con un salario de 10,000.00. Claro que se iba a quejar.
Para estas personas, era una fuente estable de infresos, y el presidente, los sacó con engaños, abusando de su autoridad y de la dialéctica.
Sí ha de quedarse con ese monopolio anticonstitucional, que brinde una mejor alternativa para las familias pepenadoras.
Cierran todos los centros de acopio, por trabajar de forma “irregular”, pero Lyrba, sigue operando con las mismas irregularidades, ausentes de auditorias.
Ya se fue oliva, ahora se va este pseudodemócrata, y se van forrados de dinero.
Si el pan no barre la basura de su casa, ¿Cómo pretenden gobernar a nivel federal?
Los pepenadores, exigen una rueda de prensa, en la que no intervengan los lamebotas de siempre, sino periódicos, que sean FRANCOS e imparciales.
Son siete meses ya, es justo una solución.
BlackLyon