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DÍAS DE GUARDAR Domingo 22 de agosto de 2021

In Análisis Político, Días de Guardar, POPLab on agosto 22, 2021 at 12:36 pm

* Yunque impone agenda a Sinhue y lo lanza al choque con AMLO

* Esclarece fiscalía a medias el crimen de Alma Rosa Barragán

* COVID: despegan contagios tras proliferación de eventos masivos

Ilustraciones: @PincheEinnar

1.- La ultraderecha de Guanajuato se coloca donde el Peje la quiere

El agrupamiento de actores de poder en torno a la defensa a ultranza de un funcionario a todas luces incompetente, evidencia que se trata antes que nada de un protector de esos intereses que salen a poner el pecho a las críticas.

Los obispos de Guanajuato, el PRI, el PAN, columnistas cortesanos, funcionarios estatales y el propio gobernador Diego Sinhue Rodríguez, tratan de contestar con justificaciones poco argumentadas y con ironías escasamente logradas, las críticas al desempeño de un funcionario que ha venido entregando año tras año, peores resultados .

No es a los críticos del fiscal Carlos Zamarripa a quienes tienen que contestar sus defensores, sino a los ciudadanos que consideran la inseguridad como el mayor problema de la entidad, encuesta tras encuesta.

Tampoco funciona devolver la pelota y exigir cuentas al gobierno federal que tiene solo tres años, por los doce años de desastres acumulados con los que Zamarripa ha respondido al otorgamiento de poderes cada vez mayores y presupuestos más cuantiosos.

Ambos temas son problemáticos, pero resulta demasiado hipócrita tratar de ocultar el desastre propio escondiéndolo en el ajeno y hacer de ello una causa bélica en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, el encono de las respuestas registradas en el intercambio entre la cofradía de ultraderecha de Guanajuato y el titular del Poder Ejecutivo Federal no facilita el camino para resolver muchos de los pendientes de Guanajuato.

Es al gobernador de Guanajuato a quien más le debería interesar una detente en el conflicto verbal con López Obrador. Guanajuato es deficitario en su gasto público, pero también en su utilización de reservas de agua y en su capacidad para atender el problema de la inseguridad. En todos esos renglones y en muchos más depende de la disposición de recursos federales que, después del límite legal, están sujeros a discrecionalidad absoluta.

Así prosperó el Guanajuato de los últimos 20 años: con los respaldos extraordinarios de Vicente Fox a Juan Carlos Romero, de Felipe Calderón a Juan Manuel Oliva y de Enrique Peña Nieto a Miguel Márquez.

Así se dilapidaron recursos para un parque bicentenario en Silao, inútil hoy; para mil hectáreas de una fallida refinería donde hoy juegan a los rancheros Elías Villegas y Gerardo Valdovinos; así se pudo subsidiar a las grandes armadoras con terrenos regalados; así se compró la reserva del Puerto Interior donde hoy hace pingües negocios Luis Quiroz con el empresario consentido de Sinhue, Gabriel Padilla. Y donde próximamente disfrutará de un plácido retiro Héctor López Santillana.

Cuando los vientos cambiaron, en 2018, el grupo en el poder en Guanajuato, empresarios, políticos e ideólogos incluidos, debieron prever un plan de contingencia que fuera más allá del aislacionismo y el blindaje para proseguir con la lógica patrimonialista de usar el poder solo en beneficio de unos cuantos.

Parecen no haberlo hecho y hoy falla el talento estratégico y crece la confusión sobre todo por las grietas que comienzan a aparecer entre los objetivos de Miguel Márquez, gran elector de Diego Sinhue y el verdadero protector de Carlos Zamarripa, con el grupo compacto del novel gobernador que quiere hacerse su propio lugar en la mesa de las decisiones.

Esa confusión es la que está aprovechando López Obrador para hacer, con unas cuántas declaraciones tronantes, más daño bajo la línea de flotación de la nave panista que la descolorida labor de tres años de las huestes morenistas en la entidad, algunos de ellos sospechosos ya de estar pactados con el gobierno panista.

Con las respuestas agresivas de algunos acólitos yunquistas y con la idea de responder golpe por golpe, el gobernador entra en un escenario donde tiene mucho más que perder a la larga, al comprometer la posibilidad de negociar recursos, máxime frente al crecimiento de los estados gobernados por Morena.

2.- Moroleón: el asesinato sin móvil de Alma Barragán

Son tres los detenidos, en dos momentos diferentes, acusados del asesinato de la candidata de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Moroleón, Alma Rosa Barragán Santiago. Conforme a los usos y costumbres de la Fiscalía de Guanajuato, no se tienen pormenores de los grados de responsabilidad de los 3 presuntos asesinos, el primero de los cuales es defendido por sus familiares asegurando que no se encontraba en esa ciudad el día de los hechos.

Tampoco se conocen detalles del móvil del asesinato. Si los detenidos pertenenecen a un grupo criminal, como todo aparenta pues a los dos últimos los han responsablizado de una masacre en un bar en fecha más reciente, sería por demás importante saber cual fue la lógica del atentado.

Es lo mismo que se pide del caso de Juan Antonio Acosta Cano, precandidato a la alcaldía de Juventino Rosas por el PAN, donde además del pistolero detenido y responsabilizado de su crimen, la fiscalía mezcló las detenciones de dos personas más, uno de ellos funcionario del municipio gobernado por el PRD, aunque a la postre no los vinculó formalmente y los derivó al fuero federal.

La gran pregunta detrás de ambos atentados es si había detras de esas acciones intereses políticos, si los asesinos recibieron instrucciones o trabajaban para un interés en particular. Si las acciones de la fiscalía del estado están solo atendiendo a los autores materiales y dejando de lado a los intelectuales, el trabajo policial sería deficiente y los asesinatos estarían solo parcialmente esclarecidos.

Lo que hay detrás de este razonamiento es un asunto por demás delicado y es la gran pregunta cuya respuesta permitiría conocer el grado de penetración de los intereses criminales en la política de Guanajuato.

Existen factores unen ambos crímenes: la presencia de alcaldes salientes perredistas que buscaban dejar a sus candidatos en el cargo que habían ostentado por seis años: Jorge Ortiz en el caso de Moroleón y Serafín Prieto en Juventino Rosas. El otro es la presencia del Cártel de Santa Rosa de Lima como grupo criminal preponderante en ambos municipios.

Ya una vez se dejó crecer la infiltración de los intereses criminales en municipios como Cortazar y Villagrán con las consecuencias que se han debido lamentar. Si Guanajuato va a entrar en una etapa distinta y se quiere disminuir la impunidad y ahcer valer el estado de derecho, como se afirma retóricamente, sería elemental que ambos asesinatos quedaran resueltos a fondo y con las consecuencias que deriven.

Dejar a medias la investigación y festinarla en ocho columnas de los medios oficiosos, o difícilmente servirá para librar las amenazas que se ciernen sobre la vida pública de Guanajuato. Solo entonces ameritaría las muy públicas felicitaciones del gobernador al fiscal, por ahora demasiado adelantadas.

3.- Se olvidaron las prevenciones: contra el COVID, sálvese el que pueda

Ya no hay acción estatal, el semáforo ni siquiera es simbólico, la Secretaría de Salud se resigna y el estado se diluye frente a la amenaza de un repunte de la pandemia, justo cuando se acerca el regreso a clases.

Daniel Díaz Martínez, el secretario de Salud, decidió adoptar la óptica de su colega Hugo López Gatell y dejar de normar la movilidad y de orientar a las autoridades locales con criterio científico. Ahora priva la idea de “incentivar la economía”, sin revisar que la relajación de medidas como la sana distancia y el uso del cubrebocas traerán más afectaciones también a la productividad, además de la salud.

En el país estamos cotidianamente por encima de los 20 mil casos y en Guanajuato ya no se disminuye de los seiscientos diarios. Mucho más grave que cuando se decidieron las más drásticas medidas de confinamiento a principio de la pandemia y durante casi toda la mitad del año pasado.

Todo indica que la tercera ola era inevitable, pero ante eso había que extremar precauciones para evitar que se agudice el número de casos. No parece que se esté intentando y más bien lo que muestra el sector salud de Guanajuato y junto con él las autoridades civiles en el estado y el municipio es un gran agotamiento para mantener liderazgo social y conducción de las respuestas frente al mayor riesgo.

Cundo no se trata de hacer simple propaganda, sino de dictar políticas públicas eficientes, al gobienro de Guanajuato se le enredan las decisiones y aumenta el vacío de liderazgo.

Están por entrar nuevos alcaldes en mes y medio y será importante que reciban una capacitación intensiva en las medidas ya probadas para hacer frente al incremento de contagios con el control de la movilidad.

Si no se deja sentir una conducción desde la Secretaría de Salud y continúa la permisividad, esta tercera ola potenciada por el regreso a clases y la llegada de la temporada fría, amenaza con resultar catastrófica.

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