* Charlie Alcántara: el problema no son las atribuciones sino la capacidad
* La violencia se muestra inmune al derroche de propaganda
* La crisis de negocios empieza a alejar a empresarios de Sinhue

1.- No basta el poder, hay que saber ejercerlo
El problema básico del esquema de gobernanza que ha trazado el neo gobernador Diego Sinhue Rodríguez no se encuentra en la falta de definiciones, sino en la carencia de capacidades.
El número 2 de la administración estatal por decreto ya no es el secretario de gobierno, sino el jefe de gabinete, Juan Carlos Alcántara Montoya, quien con el currículo más pobre de que se tenga memoria, apenas una diputación local asumida a la muerte de Ricardo Torres Origel y la secretaría particular del titular de Desarrollo Social, administrará un poder inmenso sobre todo el gabinete legal y ampliado.
¿Qué dirá, por ejemplo, el soberbio doctor en Económicas por la Universidad de Londres y ex asesor de la Junta de Gobierno del Banco de México, Héctor Salgado Banda, de que un nuevo decreto le obligue a acordar el presupuesto de egresos y la reestructuración de entidades gubernamentales con el ingeniero civil del IPN, cuya mayor experiencia está en haber sido secretario particular de Torres Origel y de Diego Sinhue?
¿Yoloxóchitl Bustamante, la doctora en ciencias de larga trayectoria académica en el mismo IPN donde Charlie cursó su licenciatura en ingeniería que nunca ha ejercido, tendrá algo que aprenderle al joven ex diputado local de gris trayectoria?
Diego Sinhue acaba de cometer otro grave error al formalizar una cesión de poder inmanejable a quien ya ha demostrado que no puede canalizar con eficiencia los complicados flujos de las decisiones gubernamentales, atoradas en el cuello de botella de una jefatura de gabinete disfuncional y carente de estrategia frente a los problemas que enfrenta el estado.
Por si fuera poco, y para consolidar su carácter de vicegobernador, Alcántara no solo es el hombre fuerte del gobierno, sino que también es el que controla al PAN y a las estructuras panistas en el estado, o por lo menos trata de hacerlo.
Naturalmente, como es de esperarse, no hace ni lo uno ni lo otro.
Jugando a la política, como cuando lo hacían desde el cuarto de guerra de Torres Origel inventando memes para ridiculizar a Miguel Márquez, Charlie Alcántara se convertirá en poco tiempo en el símbolo más claro de la incapacidad para gobernar del actual mandatario.
Porque, además, la extraordinaria cesión de poder formal a Alcántara redundará en el repliegue de otros operadores, de por sí cansados o superados por las nuevas realidades del estado.
Luis Ernesto Ayala ya puede seguir el ejemplo de Antonio Salvador García, que solo ejercía una función ornamental y testimonial en la Secretaría de Gobierno. Juana de la Cruz Martínez ya puede limitarse al papel de Román Cifuentes, quien solo enviaba invitaciones a eventos y hasta en eso se equivocaba. Y el propio Román en el partido, sería lo más parecido a Humberto Andrade, solo viendo pasar las decisiones sin intervenir.
La pregunta es si eso le resultará funcional a un gobierno al que se le acumulan los problemas, que tiene obstruidas varias de sus vías de comunicación interna y que enfrenta un panorama conflictivo y complejo, donde a los problemas locales se suma un entorno mundial y nacional poco favorable.
Por si algo faltara, el fortalecimiento formal, que aún no es real, de la figura de Alcántara incrementará las fricciones entre Sinhue y el ex gobernador Miguel Márquez quien no cesa de aparecer en donde se prenda un reflector. La pregunta es si se trata de una decisión táctica para romper o solo de una consecuencia no deseada.
A partir de hoy, Alcántara será un poderoso factor al interior de la burocracia y del panismo, pero la pregunta que subsiste es si eso le dará mejores herramientas a un gobierno que no acaba de mostrar solvencia ni de dar confianza a los guanajuatenses o todo se quedará en un regodeo de millenials que disfrutan el poder, pero no saben cómo funciona ni para qué sirve.
2.- El gobierno denigra en espacios mediáticos a un delincuente que no puede capturar
Es difícil saber cuánto le está costando al gobierno del estado la estrategia mediática, manejada a nivel nacional y local, para anunciar que el misterioso criminal líder del fantasmal cartel de Santa Rosa de Lima está casi acabado, mientras la violencia persiste en la entidad.

Una cauda de filtraciones sin fuente a canales de televisión y medios impresos nacionales, después siguieron los locales sin empacho en difundir un refrito, anunciaron la eventual derrota de José Antonio Yépez, El Marro, quien de acuerdo a lo difundido vive en cuevas serranas y anda literalmente huyendo a salto de mata.
Sin embargo, a las filtraciones, que de tan uniformes no pueden sino responder a una campaña financiada desde esferas gubernamentales y que no hay otra manera de uniformar a tantos medios, no ha seguido lo que cabría esperar: la captura de quien es hoy por hoy el delincuente más buscado de Guanajuato, luego de que actuó una década sin que nadie lo molestara, por lo menos no Carlos Zamarripa ni Alvar Cabeza de Vaca, el primero de ellos presente a lo largo de todos los momentos de esta historia y el segundo en dos de sus terceras partes.
Sin embargo, la guerra de propaganda no paró allí. Los guanajuatenses vemos atónitos como el gobierno y la delincuencia nos mienten por todos lados, mientras la violencia sigue imparable, amenazante y afectando cada vez más la vida económica de la entidad.
A través de una aplicación de mensajería telefónica se hizo circular un audio que habla de un recrudecimiento de la guerra de cárteles que vive Guanajuato y de refuerzos para el cártel de Santa Rosa provenientes de otras entidades.
Ante la alta circulación del bulo informativo, a los estrategas gubernamentales no se les ocurrió otra idea que poner a sus influencers a sueldo a desmentir el video ¡reproduciéndolo! Vaya manera de fortalecer su difusión y de dotarlo de credibilidad con tan pueril esfuerzo de negación.
Así, a las millonadas gastadas en los medios de comunicación locales y nacionales, en los replicadores de redes sociales y en las estrategias de trolleo, de nada parecen servir: la imagen de un Guanajuato violento sigue afianzándose, la afectación a la tranquilidad y sus efectos en la economía no cesan y, lo peor de todo, la violencia sigue imparable como ocurrió este sábado donde a mediodía la aparición de cuerpos, de restos embolsados y de ejecuciones llegaba a la docena en por lo menos cinco municipios del estado.
Menos mal que el delincuente más buscado anda en las últimas porque si no estaríamos acabados.
3.- El gabinete, con o sin Charlie, nomás no camina
El sector turístico no sabe qué esta haciendo María Teresa Matamoros Montes para tratar de contrarrestar la pésima imagen que dejan las noticias sobre violencia en la entidad. Es más, el sector turístico ni siquiera sabe quién es Matamoros Montes y porqué ocupa ese cargo, porque nomás no han podido entablar contacto con ella.

El sector de la construcción se queja amargamente de Tarcisio Rodríguez Martínez y tampoco saben qué prendas le vio Diego para encargarle la estratégica Secretaría de Infraestructura. Se dice que lo tienen cooptado un grupo constructor de León y que no le da bola a nadie más.
Las cosas se agravan con la permanencia de Pedro Peredo Medina al frente del Inifeg, pues el seminarista compañero de Miguel Márquez ya tiene en su haber la quiebra de varias empresas por su retardo en los pagos.
Mauricio Usabiaga no acaba de entender el manejo de la promoción industrial y hace soñar al sector privado con el regreso de Héctor López Santillana a ese cargo en 2021, aunque desde luego no son lo mismo los Tres Mosqueteros que 20 años después. Atrapado entre Singapur y Celaya, el empresario de alimentos no le da rumbo a una nueva política industrial y hay quienes lo ven como el próximo alcalde de Celaya, interino o constitucional, pero sobre todo para que deje libre el terreno a otro más capaz.
Ya ni qué decir de personajes que no tendrían camba de no ser por la protección que les extiende el panismo como Luis Quiroz, Carlos Ramón Romo, Luis Ernesto Rojas o Gerardo Morales Moncada.
La innovación y la inestable educación superior están en manos de un obsoleto funcionario como Eusebio Vega; los productores agrícolas no conocen a Francisco Gutiérrez Michel.
El flamante propagandista que es Johnny Hernández nomás no conecta con las organizaciones de migrantes y ya contaminó de manera fatal a don Ángel Calderón, quien, si poseía un liderazgo sólido en el sector, peor que hasta ahora solo ha sido utilizado para legitimar al activista republicano al que se ve cada vez más diluido.
Y con todo eso, aún hay quien se pregunta porqué el gobierno de Sinhue no crece. De seguir así la alineación habría que pedirle a Charlie Alcántara un milagro estilo Harry Potter, lo que se ve difícil.
Lo que si debería ocurrir es que el gobernador y su equipo cercano, empiecen a evaluar con lupa a su gabinete en estos tiempos de fin de año. Después puede ser demasiado tarde.