Por enésima ocasión, este lunes el gobernador Miguel Márquez volvió a reunirse con diputados opositores para tratar de convencerlos de las bondades de su proyecto de seguridad. Esta vez, se trató de los legisladores del PRI en el Congreso local.
Previamente, el mandatario se había reunido con los coordinadores de las bancadas en el Congreso, por dos ocasiones. Cada vez, los acuerdos verbales y las sonrisas de consenso, daban paso rápidamente a nuevas objecciones, a dudas recicladas, a descalificación, a más preguntas o a las mismas planteadas de manera diferente.
¿Será necesario tanto activismo personal del gobernador? ¿No se estarán enfocando las cosas de manera equivocada?
Márquez parece querer mantenerse en una posición de fuerza frente a críticos y opositores, contestando todo y echándose para adelante. Sin embargo, esa actitud a la larga puede ser contraproducente, pues el propio mandatario se coloca como garante del éxito de un proyecto sometido a demasiados imponderables, mientras subsidia a los funcionarios que lo llevaron a la enredada situación en la que se encuentra.
¿No sería más práctico establecer una mesa de coordinación con las oposiciones que aborde este y otros temas relevantes en los tiempos por venir? ¿Un pacto por Guanajuato, en el esquema ya mostrado por el gobierno de Enrique Peña Nieto?
Un pacto entre fuerzas políticas, una de las cuales gobierna y las otras tienen presencia en el Legislativo, obliga, pero también limita. El gobierno de Márquez deberá poner más temas en la mesa de consensos, pero una vez logrados estos, la responsabilidad es compartida.
Además, está claro que los temas propuestos por Márquez en sus planteamientos programáticos, a lo largo de estos primeros meses y antes de conocer su programa de gobierno, son plenamente compartidos por sus opositores: transparencia, rendición de cuentas, austeridad, combate a la pobreza, seguridad, promoción del empleo.
Ninguna de esas banderas sería rechazada ni por priistas ni por perredistas.
Los problema vendrían en los cómos. Sin embargo, en un esquema de pactismo, los caminos para llegar a la meta pueden surgir desde las diversas trincheras. A un gobierno aquejado por falta de imaginación, cómo parece ser el actual, no le vendría nada mal la aportación de sus adversarios políticos.
A fin de cuentas, lo que resiste, apoya, decía Jesús Reyes Heroles.
arnoldocuellar@zonafranca.mx
@arnoldocuellaro