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Regina Martínez, los otros muertos

In Botepronto on abril 29, 2012 at 7:34 pm

En muchas ocasiones hemos escuchado a autoridades de todos los niveles minimizar la violencia desatada que vive el país, a la que Guanajuato no escapa aunque la haga palidecer la barbarie que se registra en otras entidades. Nos dicen, casi con desparpajo, que los criminales se están matando entre sí.

Ese, quizá, es el mayor error de la visión calderonista del gobierno como guerra y de la presidencia de la República como jefatura de Estado Mayor: el no hacerse cargo de que la criminalidad organizada se nutre de ciudadanos que algún momento fueron normales, como fueron los Zetas soldados de élite del propio ejercito mexicano.

Esa alza en la violencia, como telón de fondo de un país que está muy alejado de los vacuos discursos de los candidatos presidenciales, no puede ocultar ni minimizar la muerte de una periodista como Regina Martínez, la corresponsal de Proceso en Veracruz.

El clima de hostilidad que enfrenta la prensa en general, sobre todo la que ejerce un periodismo critico, se recrudece en estos tiempos violentos y la vida humana se ve abaratada por la monstruosa impunidad que sólo contabiliza cadáveres, sin resolver las averiguaciones mas que en una mínima proporción.

Protestar y denunciar el acoso a la prensa que llega al extremo de la supresión de la vida, no es sólo una defensa del gremio, es una autoprotección que la sociedad debe practicar para sobrevivir. Si ya es difícil transitar en estos tiempos, lo será aún más si lo hacemos ciegos y sordos, sin conocer con certeza los dolorosos síntomas de la descomposición del país.

Regina Martínez y tantos otros muertos y desaparecidos en estos años aciagos, somos todos.

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