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Ernesto Cordero, el malasuerte

In Análisis Político on diciembre 7, 2011 at 3:16 am

Justo en los momentos en los que el puntero de todas las mediciones de opinión hacia el 2012, el priista Enrique Peña Nieto, se debatía en la peor de sus crisis de imagen desde que se le ha mencionado como precandidato presidencial, apareció el panista Ernesto Cordero para contribuir a paliar su desgracia.

Con un gran oportunismo, el ex secretario de hacienda trato de hacerse presente en el tema del bagaje literario de los políticos, el mismo que hizo naufragar la imagen de inalcanzable del ex gobernador en la Feria de Libro de Guadalajara, sólo para cometer una pifia que resulta imperdonable, puesto que ya no existía el elemento sorpresa, ni la presión de lo imprevisto.

El tropezón de Peña Nieto resulta injustificable, sobre todo porque, como se ha dicho hasta el cansancio, resulta  elemental prever que si asistes a una feria librera te preguntarán… ¡de libros!

Sin embargo, el resbalón de Cordero, equivocando el nombre de una autora, es garrafal, no obstante tratarse de un simple olvido para nada comparable con al angustiosa divagación de Peña Nieto al hilvanar un discurso sobre un vacío cultural.

Es imperdonable porque el ex secretario de hacienda estaba sobre aviso y porque su intención era acudir a rematar a Peña Nieto para tratar de ganar algo de popularidad entre los panistas ante su rezago frente a Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel.

Lejos de que su oportunismo rindiera frutos, algo que lo habría justificado aunque fuese de mal gusto, Cordero tuvo el típico lapsus del que quiere hacer una maldad sin estar acostumbrado a realizarlas: confundió a dos autoras, Laura Restrepo e Isabel Allende, formando una inexistente: Isabel Restrepo.

Así, lejos de utilizar para su provecho la pifia del priista, con quien se enfrentaría de ganar la nominación del PAN a la candidatura presidencial, el delfín calderonista le otorgó oxígeno al permitir establecer la premisa de que lo ocurrido a Peña podía pasarle a Cualquiera y establecer así una línea de contención del daño.

Más allá de las coyunturas, lo que queda claro es que Ernesto Cordero difícilmente podrá repuntar en el ánimo de los panistas. No está en duda su capacidad o su competencia profesional, lo que resalta es una ausencia de carisma personal que lo tiene depreciado e, incluso, autodevaluado, como muestra la falta de concentración que lo llevo a cometer el inoportuno error literario.

Si Cordero es incapaz de batir en un duelo de imagen pública a un Peña Nieto que estaba en su momento de mayor fragilidad y prácticamente indefenso y, muy al contrario, le otorga un salvoconducto, difícilmente puede ser el hombre que pueda enfrentársele ya repuesto y reducir le ventaja entre ambos partidos.

La suma de desafortunados eventos en los que se ha visto inmiscuido Cordero, así como su falta de penetración entre panistas y en el electorado abierto, deberían hacerle entrar en razón y proceder a abandonar la contienda, evitando que el PAN siga perdiendo tiempo valioso.

En estos momentos, esa podría ser la contribución más valiosa de Ernesto Cordero a forjar una candidatura viable en Acción Nacional, eso siempre y cuando prevalezca la lealtad con su partido y no sólo la ciega ambición personal.

Botepronto

No resulta una buena señal para la ambiciosa obra que puede llegar a significar el Conjunto Estrella de León y su torre de 23 pisos, la falta de transparencia informativa con la que se viene manejando la génesis del proyecto.

Aquí dijimos que el proyecto conceptual lo había desarrollado la empresa de diseño arquitectónico Oikos, parte del corporativo Eco de José Luis Infante.

Posteriormente, agregamos que el proyecto Ejecutivo está a cargo de Alfredo Pliego Maldonado, con información proporcionada por el propio promotor del proyecto, el director de ISSEG, Miguel Salim Alle.

Sin embargo, es el propio arquitecto Pliego quien me aclara que su despacho desarrolló ambos aspectos: proyecto conceptual y ejecutivo, lo que importaría un contrato de alrededor de 8 millones de pesos, asignado por el procedimiento de licitación simplificada.

Se trata de versiones encontradas que no tendrían porque surgir en una realización que se quiere emblemática para la ciudad de León y en la que, además, va involucrado un monto que significa el 8 por ciento del Fondo de Pensiones del Estado de Guanajuato.

Hasta ahora se ha informado mucho sobre la perspectiva de negocio del conjunto Estrella, incluyéndose el anuncio de que la hectárea de oficinas de que se dispondrá en la torre será ocupada en una parte significativa por oficinas de gobierno.

Cabe subrayar que esa decisión estará en manos del gobierno que será electo el próximo primero de julio de 2012, por lo que resulta sumamente soberbio y muy chocante, que se hable de compromisos que corresponderán a una gestión sobre la que los guanajuatenses aún no se pronuncian.

En cambio, nada se ha hablado sobre la sustentabilidad de la nueva edificación y el cumplimiento de compromisos con el medio ambiente; así como de los pormenores del plan de negocios, que aparentemente apenas estaría por contratarse.

Hoy se abren los sobres de una licitación que fue dividida en 4 partes para repartir el monto total y evitar con eso que sólo empresas de una alta capitalización pudiesen intervenir.

Aunque la decisión ha complacido a los constructores locales, se trata de una medida que puede tener sus riesgos a futuro, como ha ocurrido en los puentes vehiculares del Bulevar Morelos, donde la división entre dos empresas ha producido notables desniveles de calidad entre los pasos elevados y las gasas laterales.

De cualquier manera, los posibles problemas que deriven de los detalles de esta megaobra que a un costo de 35 millones de dólares pretende hacer resurgir al decaído Bulevar López Mateos en su parte central, ya le tocarán a otra administración.

El ingeniero Salim entrega los bártulos en una semana para embarcarse en la aventura de buscar la candidatura a la alcaldía del municipio que albergará la nueva torre.

arnoldocuellar@zonafranca.mx

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  1. Que vergüenza que la unica manera que tenga Ernesto Cordero de defenderse sea atacando a una mujer y criticando a un adversario. Parece que no tiene eduacación, menos mal que el senador Santiago Creel es todo un señor y demostró su educación callandolo. Tiene todo mi apoyo senador.

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