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DÍAS DE GUARDAR Domingo 8 de octubre de 2023

In Análisis Político, Días de Guardar, POPLab on octubre 8, 2023 at 12:08 pm
  • Marco Adame le hace la tarea a Diego Sinhue
  • La guerra sucia irrumpe en Morena
  • Villarreal, el lastre de la gobernadora Teresa Jiménez

1.- Con disposición a escuchar y diálogo indiscriminado, Adame cumple

Lo que no había podido ocurrir en Guanajuato durante más de medio año, el exgobernador morelense Marco Antonio Adame lo consiguió en unas pocas semanas: encarrilar el proceso de sucesión del gobierno estatal, mandar la señal de acuerdo, lograr que la alcaldesa de León finalmente abriera el camino de la reelección y eliminar el tono de confrontación que privaba en la competencia.

¿Qué hizo el veterano identificado con el ala conservadora panista? Simplemente, política al viejo estilo: se sentó a platicar con todos los actores involucrados en el pequeño drama de la sucesión, sin escatimar tiempo y sin posiciones predeterminadas de antemano, sin cerrar caminos e induciendo a sus interlocutores a ver el punto de vista de sus contrapartes.

Lo que nunca estuvo al alcance del postizo dirigente estatal del PAN, Eduardo López Mares; lo que ni siquiera se planteó Juan Carlos Alcántara, inhabilitado como negociador por ser el responsable de la operación política para construir la candidatura de Libia Denisse García, lo pudo hacer el responsable de la mesa de diálogo habilitada por Marko Cortés para resolver el enredo en el que se había colocado el gobernador Diego Sinhue Rodríguez.

Sin embargo, Adame terminó agotado por la tarea y en cuanto pudo se tomó unas vacaciones en Europa, donde aprovechó para asistir a Roma a la celebración por el ungimiento de su amigo el exnuncio apostólico Christophe Pierre, como nuevo cardenal.

El exgobernador ha dejado claro que con esto termina su misión y regresa a hacer política nacional y atender proyectos en su natal Morelos, lo que abre un cuestionamiento: ¿quién realizará la tarea de conciliar los intereses de los aspirantes a alcaldías y diputaciones locales y federales en la entidad? ¿Habrá aprendido López Mares del estilo negociador y la dedicación del delegado especial del CEN? ¿Asumirá Juan Carlos Alcántar que la neutralidad es el factor de mayor relevancia para conducir una negociación política?

Porque de seguir el estilo de arrasar con las aspiraciones de quienes no son cercanos al grupo gobernante, de usar el recurso del dedazo para favorecer a amigos por encima de liderazgos reales, la bomba cuyo estallido se conjuró en la carrera por la candidatura a la gubernatura, podría multiplicarse en racimo en las decisiones para el resto de cargos en disputa el año próximo.

La lección es clara: el PAN podrá salvar el trance de la competencia interna sin procesos de selección, solo si hace política en serio, si se dialoga, si se escucha y se abandona la lógica de la imposición. Sin embargo, el método tiene que ser aplicado por un actor político con credibilidad, algo que por ahora no son ni el dirigente formal panista (López Mares) ni el real (Alcántara).

Y aquí es donde nos vamos acercando a una posible solución. hace un par de semanas la exsecretaria general del PAN, Rosario Corona Amador, de quien ya hemos reseñado su confrontación con López Mares y su virtual cese del cargo partidista mediante un rescate burocrático, anunció su renuncia a la coordinación de Sipinna, donde solo duró unas semanas, y su incorporación al equipo de Libia Denisse García “para construir un futuro más inclusivo y equitativo”.

Tomando en cuenta que la mitad de las candidaturas en disputa deben destinarse a mujeres, pero que además hay que buscar perfiles competitivos y capaces, queda claro que una de las tareas primordiales de Corona Amador en el equipo de Libia será la supervisión de los procesos de selección, de los cuales depende que la inclusión y la equidad se conviertan en instrumentos de rentabilidad y no en pasivos políticos.

No pocas veces se ha visto que los criterios de inclusión son manipulados por los políticos del género masculino para colocarlos bajo la mira de sus intereses: son hombres los inventores de las “juanitas” y también quienes han utilizado el criterio de la equidad para postular a esposas e hijas con abiertas intenciones de continuidad.

Así, sin romper ni confrontarse con sus principales impulsores, la virtual dueña de la candidatura a gobernadora por el PAN, estaría ya preparando el terreno para reparar el deteriorado panorama político que está por heredar. 

Veremos si la aspirante, a quien esta semana se le despejó el camino de manera importante, logra avanzar sin contratiempos en el siempre delicado relevo de mandos que significa una sucesión.

2.- La cordialidad se apaga en Morena

Quizá por el efecto producido por las encuestas que circulan profusamente, muchas de las cuales acercan e incluso marcan ventajas de Morena sobre el PAN en Guanajuato, la tersura no sobrevivió más que una semana en la ya iniciada contienda interna por la candidatura al gobierno estatal del partido de la Cuarta Transformación.

Sospechosas carteleras que atacan a Ernesto Prieto Ortega, pero que también ayudan a posicionar su nombre; acusaciones de violencia política de género contra Ricardo Sheffield Padilla y críticas por su origen panista, empezaron a surgir en estos días. Permanecen fuera de la polémica las dos candidatas mujeres, Alma Alcaraz y Antares Vázquez.

Desde luego, nada parecido a lo que ocurre en Ciudad de México donde las resistencias frente a la irrupción de Omar García Harfuch, tienen profundamente divididas a las bases de Morena y han propiciado un ríspido debate sobre los objetivos y las estrategias de un movimiento que dice tener sus raíces en la izquierda, pero que también actúa con un marcado pragmatismo para mantener el poder en 2024.

La circunstancia es distinta, puesto que en CDMX el poder está en manos de Morena, así como los aparatos electorales de voto cautivo, Pese a ello, la intención de postular a un funcionario policiaco que ha mostrado una relativa eficiencia para contener los delitos en la ciudad, persigue la intención de ganar votos entre sectores que se alejaron de la Cuarta Transformación a lo largo del sexenio, pero que se inclinarán ante un político que ofrece mano dura para mantener el orden, algo que no suena mucho a izquierda.

Frente a la multitud de críticas de militantes y simpatizantes de Morena y de los movimientos de izquierda en general, Claudia Sheimbaum parece haber optado por garantizar un triunfo en la ciudad de México con un candidato ideológicamente híbrido, antes que poner el bastión en riesgo con una candidata de morenismo químicamente puro. 

En Guanajuato el caso es otro: Morena es oposición y ni siquiera como tal se ha consolidado por la multitud de corrientes que la conforman, muy proclives a confrontarse entre sí. Aunque las encuestas muestran un crecimiento importante, aún las menos favorables, lo cierto es que la plaza está en manos de un PAN que controla el gobierno estatal y la mayor parte de los municipios, además de los poderes Legislativo y Judicial, la Fiscalía y la totalidad de los organismos autónomos.

Más allá del acercamiento en preferencia de voto y del aumento de la popularidad del presidente de la República, lo cierto es que se trata de un territorio hostil, con una aceitada maquinaria de control político que ha sido capaz, incluso de engullir a la oposición en su conjunto mediante el recurso presupuestal.

De ahí la importancia de que la segunda fuerza política logre consolidarse como una opción creíble de cambio, para ser apenas competitiva, expectativa que Morena ha logrado socavar en el pasado principalmente por su alto grado de conflictividad interna.

Resulta así paradójico, que el crecimiento de la intención de voto por el partido del presidente de la República se traduzca en Guanajuato, no en una mayor organización interna, en mejores mecanismos de conciliación y en una racionalidad estratégica, sino en golpes bajo la mesa y zancadillas motivadas porque se ve la gubernatura al alcance de la mano.

Veremos cómo se desenvuelve la contienda interna de Morena en Guanajuato y con qué partido se encuentra Claudia Sheinbaum en su visita del próximo 20 de octubre a la entidad. 

Pero una cosa es cierta, sin agenda política clara y sin ánimo negociador, Guanajuato corre el riesgo de volver a convertirse en el gran pasivo electoral del frente de izquierda  en el país.

3.-  Luis Alberto Villarreal, de regreso a las andadas

Justo cuando los partidos que conforman el frente opositor, el PAN el más destacado, quieren vender la idea de que su propuesta política mejora radicalmente la de Morena y el lopezobradorismo, reaparecen los escándalos y personajes del pasado que fueron responsables de la debacle que los tiene en el actual predicamento.

Esta semana, el político guanajuatense Luis Alberto Villarreal García saltó de nuevo a la portada de un diario nacional, ni más ni menos que en la columna de Carlos Loret, el adalid del anti pejismo nacional, señalado como “el poder tras el trono” de la gubernatura de Aguascalientes, que encabeza su cónyuge Teresa Jiménez.

Y es que el historial de venalidad política y afición a los negocios desde el poder público sigue a Villarreal a donde quiera que vaya. Además de que él se encarga de alimentarlo con nuevos episodios bochornosos.

Desde los moches del Congreso, los permisos para fraccionamientos de San Miguel de Allende, los escándalos de fiestas privadas con presencia de trabajadoras sexuales, las caras aficiones taurinas, todo abona para convertir al político de San Miguel de Allende en la imagen viva de todo lo que López Obrador critica en las mañaneras y contribuye a mantener el desprestigio de sus adversarios.

En Aguascalientes la presencia del “esposo incómodo” ya causa estragos. Su mano se adivina en decisiones políticas, en el manejo de contratos públicos y en la importación de funcionarios guanajuatenses y poblanos, pues hay que recordar la fuerte alianza política entre Villarreal y el fallecido Rafael Moreno Valle.

Parece difícil pensar que tanto Luis Alberto como la gobernadora hayan esperado que su presencia pasaría desapercibida o que podría cambiarse la narrativa que se acumula desde hace años en torno al personaje.

Hace unos días, los músicos de la Sinfónica de Aguascalientes que dirige Román Revueltas, fueron obligados a tocar en una corrida de toros producida por Luis Alberto Villarreal, pese a que varios de ellos manifestaron sus convicciones a favor de los derechos de los animales y en contra de la violencia de la práctica taurina. 

Ni el disfraz de beneficencia que se le dio al evento pudo evitar el malestar asociado con una decisión autoritaria que utilizó recursos públicos para promover una afición muy personal y un negocio del esposo de la mandataria estatal.

Lo peor de todo es que el descrédito, proveniente de asuntos que ni siquiera son sustantivos en la administración, se carga en la cuenta de la gobernadora. 

No parece la mejor manera de hacer olvidar el estilo Villarreal.

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