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DÍAS DE GUARDAR Domingo 24 de octubre de 2021

In Análisis Político, Días de Guardar, POPLab on octubre 24, 2021 at 12:12 pm

* Policías municipales hundidas, saldo de Cabeza de Vaca

* El gobernador le arma el gabinete a Lorena Alfaro

* Mauricio Usabiaga: crisis de identidad que se agravará

Arte: @PincheEinnar

1.- Cabeza de Vaca, el responsable de la crisis policiaca de Guanajuato

Está permanentemente escondido detrás de su protector, el fiscal general del estado. Ha puesto las políticas de prevención al servicio de Carlos Zamarripa y lejos de hacer la tarea que le marca la ley, solo sirve para consolidar el poder político del fiscal.

Es Alvar Cabeza de Vaca, el funcionario que en los pasados 9 años instauró un mando único de facto en el estado que solo sirvió para propiciar la mayor crisis de seguridad de la historia de Guanajuato.

El propio Zamarripa ha llegado a desesperarse en ciertos momentos y reclamar que a la fiscalía no le toca la política de prevención. Sin embargo, lo cierto es que Cabeza de Vaca fue ratificado por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez por formar parte de un paquete junto con el entonces procurador.

Sin esa cobertura política y sin la mano protectora de Miguel Márquez sobre el fiscal, la base verdadera del maximato que se vive en Guanajuato, Cabeza de Vaca nunca podría haber soñado siquiera con su ratificación.

Hoy que se habla de depurar la policía de León “con mano firme y hasta las últimas consecuencias”, habría que recordar que durante los últimos seis años, el verdadero factor de poder y de decisiones en la Secretaría de Seguridad de León fue el titular estatal del área.

Bajo los secretarios de ornato que han ocupado el cargo, Luis Enrique Ramírez Saldaña y Mario Bravo Arrona, quienes verdaderamente han mandado en la corporación, definido las estrategias y repartido las responsabilidades y las complicidades, han sido los hombres de Cabeza de Vaca: José Carlos Ramos y Jorge Guillén.

Hoy se habla de citar a comparecer a Bravo Arrona, una medida política tras los homicidios de elementos del arranque de la administración de Alejandra Gutiérrez, lo cual no servirá de nada, pues su función es meramente testimonial, como nada cambió cuando salió Ramírez Saldaña y entró Bravo Arrona.

El tema profundo es que la alcaldesa deberá lidiar con los problemas que surjan de la actuación policial, sean violaciones a derechos humanos, ineficiencia, complicidades criminales y atentados contra los elementos, pero sin tener la menor posibilidad de hacer cambios de fondo.

Tampoco el gobernador tiene mucho que decir al respecto: la decisión de mantener o mover a Mario Bravo no abona nada a la operatividad, mientras se mantengan cargos que acuerdan directo con Cabeza de Vaca, como Jorge Guillén.

El rediseño que creó un comisionado de seguridad, en la persona del ex funcionario de derechos humanos Víctor Aguirre Armenta; o la designación de la ex comisaria de la policía federal, María Luis Saucedo López, no serán suficientes mientras se mantenga el control desde la Secretaría de Seguridad estatal.

Aguirre será el observador de la alcaldesa y Saucedo le reportará a Sophia Huett, su ex compañera de la Policía Federal. Sin embargo, ambos pueden sucumbir a la capacidad de maniobra del tándem Cabeza de Vaca – Carlos Zamarripa, como ya le ocurrió al consultor Bernardo León Olea en el gobierno de Héctor López Santillana.

Al final del día, en Guanajuato la seguridad está concesionada al fiscal autónomo, quien actúa cuando lo considera conveniente, siempre con ritmos políticos, esclarece a su modo los delitos que causan más ruido y deja que pase todo lo demás. Su coadyuvante en esa tarea es Cabeza de Vaca y apra elo cuentan con el control de la mayor parte de las policías estatales, señaladamente la de León.

En el arranque de las nuevas administraciones municipales tienen territorios perdidos, como Celaya, Irapuato y Salamanca a donde han llegado mandos federales, que mantienen coordinación pero que ya no se pliegan a una subordinación como ocurría antes. León, sin embargo, se mantiene en el redil.

Resulta un verdadero contrasentido que se busque depurar policías que tienen un sexenio y medio bajo el mando estricto de Cabeza de Vaca, permaneciendo él en el cuarto de control y con instrumentos a su servicio como el centro estatal de control de confianza.

Es la consecuencia del “golpe de timón” sin golpe y sin timón que decidió aceptar el gobernador Diego Sinhue cuando recibió la estafeta de manos de Miguel Márquez. Tres años después de haber asumido la gubernatura ya no puede llamarse a engaño, ni tampoco sus asesores yoperadores cercanos.

Si no hacen cambios es porque no pueden, pues resulta inadmisible pensar que no lo quieran, maxime cuando las consecuencias de la mala gestión de la seguridad es el lastre más fuerte del gobierno que llega a su cenit y empieza ya su declinación.

2.- En Irapuato reciclan a funcionarios de otros municipios

Ya no será el ex secretario de seguridad pública de Celaya y antes comisario de la Policía Federal en Guanajuato, Miguel Ángel Simental, el único fichaje “extranjero” de la alcaldesa panista de Irapuato, Lorena Alfaro García.

En la dirección de Desarrollo Urbano del municipio designó a la funcionaria leonesa Teresita del Carmen Gallardo Arroyo, recomendada por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez por su experiencia, pero también por las facilidades que otorgó al empresario Gabriel Padilla con el lance de comprar el patio trasero de un kínder público y anexarlo a su mansión particular.

Pese a su experiencia y a las consecuencias que podía traerle en su trayectoria, la funcionaria validó un permiso de construcción asignado a un domicilio para que se realizarán obras en otro, permiso a nombre de Padilla para que las obras se efectuaran en un predio a nombre de su arquitecto Jorge Gutiérrez; por si algo faltara, se hizo de la vista gorda cuando se fusionaron los dos precios sin ninguna autorización de por medio, además de que se toleró la alteración de traza de un fraccionamiento cerrado, lo que no puede hacerse sin una asamblea de vecinos.

Teresita Gallardo ya se había mostrado por demás permisiva en el desarrollo del fraccionamiento residencial la Valenciana, propiedad del mismo Gabriel Padilla, donde se le dieron facilidades a más no poder para desarrollar una zona de reserva ambiental y donde se prevén serios problemas de abasto de agua.

Sin embargo, en el panismo de nuestros días, torcer la ley ya no es un problema y menos si se hace para favorecer a un consentido de palacio.

Con su experiencia en acomodar la ley y los reglamentos en base a las necesidades políticas, Gallardo se traslada a una nueva gestión, mostrando de paso que Lorena Alfaro no está muy dispuesta a apoyar el talento del local y que tampoco le dará espacios a su partido.

Entre los desarrolladores locales el temor es que la posición de la arquitecta leonesa sea aprovechada también por el constructor Héctor Javier Marmolejo Espinosa, de la empresa Indret, quien ha venido creciendo en los últimos años con inversiones en San Miguel de Allende, León, Salamanca e Irapuato y que fue uno de los recaudadores de fondos para la campaña de Lorena Alfaro.

Quienes esperaban que el arribo de una alcaldesa mujer y de una politica de amplia trayectoria pudiese traer aire fresco a la vida pública de Irapuato, probablemente deban deponer sus expectativas.

3.- Mauricio Usabiaga no despega y se le viene encima la sombra de López Santillana

Entre el sector industrial de la entidad, ya de corte absolutamente internacional, queda la sensación de que el secretario de Desarrollo Social de Diego Sinhue Rodríguez, el celayense Mauricio Usabiaga, no acaba de entender la relevancia que ha alcanzado Guanajuato como productor de manufacturas.

Quizá por su origen en la agroindustria, donde logró desarrollar una próspera empresa de alimentos, el funcionario que hace su primera incursión en el sector público, está dejando de lado la vocación consolidada de la entidad y aquella a la cual se debe de manera determinante la secretaría que dirige.

Porque si bien el sector de producción de alimentos también ha crecido y se ha sofisticado en Guanajuato, su impulso correspondería enteramente a otra dependencia, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, a donde acaba de llegar de rebote Paulo Bañuelos, después de haber sufrido el sacrificio de su reelección como diputado para ajustar la aparidad de género.

Usabiaga no ha logrado llenar los zapatos del que es considerado aún por muchos el mejor titular de Desarrollo Económico, Héctor López Santillana, quien después de su periplo de seis años como alcalde de León sale con la imagen abollada por las recién descubiertas decisiones para favorecer a amigos suyos por encima de sus facultades legales.

Sin embargo, eso no detendrá al gobernador Diego Sinhue para instalar a López Santillana al frente de Guanajuato Puerto Interior, desde donde proyectará su sombra sobre el despistado secretario de Desarrollo Económico.

Al final del día, el gabinete legal y ampliado de Sinhue, compuesto en buena medida por retazos de sus antecesores, sobre todo Miguel Márquez, y por cuadros emergentes que no acaban de cuajar, parece que continuará constituido en un lastre para la recuperación del crecimiento estatal.

Mientras tanto, siempre nos quedarán los lucidores videos de propaganda con los cuales se pretende enmascarar la complicada realidad del estado.

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