
* La crisis de los partidos en toda su intensidad en Guanajuato
* Alejandro Navarro, de alcalde a bufón para recuperar popularidad
* Miguel Márquez convoca al clero en apoyo de Adrián Hernández
1.- Partidos a la caza de candidatos: el que se deje es bueno
Si la crisis de representatividad tiene preocupado al PAN de Guanajuato y a su gobierno, a grado tal que han entregado por primera vez candidaturas a políticos provenientes de otros partidos, en la oposición las cosas están mucho peor.
Con los blanquiazules desmantelando a sus aliados priistas y perredistas, estos partidos se enfrentan a la seria posibilidad de que sus niveles de votación ronden el umbral de la pérdida del registro, sobre todo el PRD que alguna vez llegó a ser tercera fuerza política en la entidad.
Es probable que ni siquiera tengan candidatos en los 46 municipios, por lo que su votación al Congreso también disminuirá y afectará sus actuales bancadas.
La polarización vivida a nivel nacional entre partidarios y adversarios de Andrés Manuel López Obrador amenaza con reflejarse en Guanajuato en una fuerte confrontación entre e PAN y Morena, con restas sistemáticas a la votación del resto de los partidos.
Un dirigente de la oposición reconoció hace unos días que hay municipios donde literalmente nadie quiere ir por sus colores y se eligió al primero que levantó la mano. Otro integrante de un partido político reconoció que hay municipios donde será candidato quien designen los hombres fuertes locales, mientras que hay al menos 4 municipios de la entidad donde el temor al crimen organizado provoca un nulo interés en las candidaturas.
Mientras el panorama político muestra la dura realidad del estado, un deterioro que se ha acentuado en los dos años y medio de gobierno de Diego Sinhue Rodríguez, en la cúpula de la clase política las preocupaciones son irreales.
El jefe estatal panista provisional, Eduardo López Mares, pierde el tiempo en buscar a Juan Manuel Oliva para regañarlo por andar contratándose con el PRI de Nuevo León, cuando el ex gobernador anduvo picando piedra en Guanajuato con su partido hasta que se cansó de que le dieran con la puerta en la nariz.
El irapuatense debería más bien estar revisando los números de sus candidatos y aplicándolos en el diseño de campañas efectivas y creativas, pues varios de ellos van rezagados en las encuestas, sobre todo sus adquisiciones de otros partidos políticos que no acaban de encajar con la militancia panista.
No es el único despistado. La dirigente postiza del PRI, la potosina Ruth Tiscareño sigue creyendo que con atender el despacho media semana, la otra media la dedica a tratar de construirse un futuro en su tierra natal, sacaré adelante la difícil encomienda de recuperar una mínima competitividad para el PRI.
Quizá por ello, la delegada en funciones de presidenta no se da cuenta de la sistemática pérdida de terreno de su partido, administrada en su provecho por el secretario general Alejandro Arias quien trabaja más para el hombre fuerte del gobierno panista, Juan Carlos Alcántara, que para sus dirigentes nacionales, Carolina Viggiano y Alito Moreno.
En el PRD solo un milagro o alguna chapucería electoral operada desde el Paseo de la Presa, los podrá salvar de la pérdida del registro estatal en la próxima elección. Sus dirigentes deberán seguir el camino de Baltazar Zamudio, expresidente del partido cuando la elección del 2018, y aceptar ignominiosas chambas en la nómina gubernamental en el ocaso del otrora orgulloso Sol Azteca.
Por las mismas anda el resto de la chiquillada. A Movimiento Ciudadano de poco le sirvió su entrega envuelto para regalo al priista Francisco Arroyo Vieyra, su votación podrá darle para un diputado local y lo será el dirigente Rodrigo González, por eso nadie quiere la segunda posición.
Esta elección intermedia marcará un parteaguas para todos los partidos en la ruta de reinventarse o pasar al basurero de la historia.

2.- El alcalde de Guanajuato busca convertirse en una aberración política
Alejandro Navarro Saldaña fue uno de los alcaldes menos eficientes de Acción Nacional en el trienio que concluye, independientemente de que la competencia esté reñida. La corrupción, las decisiones impopulares, la falta de un plan coherente de trabajo y su proclividad a las ocurrencias lo convirtieron en personaje de memes y notas de escándalo a nivel nacional.
Dividió a su ayuntamiento, terminó con muchos regidores panistas distanciados y operando en su contra, favoreció a sus familiares e hizo alianzas con personajes impresentables de su partido y de otros.
El PAN estatal y el gobernador Diego Sinhue Rodríguez se empeñaron en encontrarle sustituto pero nadie se animó a dar el paso al frente, le permitieron la reelección y le intervinieron su propuesta de cabildo, peor aún así sus posibilidades son reducidas.
Hoy, ante su caída en las preferencias, el edil se lanzó a una desbocada carrera por el incremento de su popularidad, que lo tiene en la boca de muchos no por sus gracejadas, sino por su impertinencia y su frivolidad.
Usando una red social con auge entre los jóvenes, se ha propuesto subir un video con tintes cómicos cada día, buscando seguidores y la difusión de su imagen y su nombre. Para ello emplea recursos oficiales, usa el tiempo en el que debería estar trabajando por el interés de sus gobernados y, lo peor de todo, cosecha críticas y burlas en sectores que mucho deberían preocuparle.
Por ejemplo, el ex gobernador Juan Carlos Romero Hicks uno de los impulsores de la búsqueda de un candidato alterno, debe estar sumamente preocupados por tener que hacer campaña junto a él.
Ni siquiera han empezado los tiempos electorales y ya tenemos aspirantes a cargos de elección mostrando que sus empeños no contemplan como ayudar a los ciudadanos a enfrentar estos tiempos complicados, sino solo conseguir sus objetivos personales, a como de lugar y pasando sobre lo que sea.

3.- Dolores Hidalgo: el PAN llama a la caballería
Muchos en Acción Nacional creían que conforme pasara el tiempo, la influencia del ex gobernador Miguel Márquez tendería a diluirse frente al crecimiento del delfín escogido por él, el actual gobernador Diego Sinhue Rodríguez.
La aparición esta semana del ex mandatario en Dolores Hidalgo, encabezando una reunión de proselitismo en favor del ex alcalde priista Adrián Hernández Alejandri, donde trató de alinear a panistas inconformes y subir al proselitismo en su favor a los sacerdotes de la región, deja en claro que el de Purísima no pretende soltar la jefatura política que ejerce en el panismo de Guanajuato.
Hernández Alejandri no está repuntando en las encuestas y no ha ayudado al PAN a posicionarse de cara a la próxima elección de junio. Aunque supera al alcalde priista Miguel Ángel Rayas a quien hunde el desprestigio de su administración y sus intentos de endeudar al municipio para realizar proyectos faraónicos, está muy lejos del aspirante independiente Julio González, que está capitalizando el enojo de los dolorenses contra los dos partidos que han desgobernado la ciudad.
Márquez citó en la reunión al ex alcalde panista Juan Rendón López con la intención de disciplinarlo, impedir su fuga a otro partido y sumarlo a la campaña de Hernández Alejandri, lo cual a estas alturas no se sabe si es más perjudicial.
Más aberrante en términos político fue la reunión sostenida con buena parte de la curia dolorense para ponerlos a trabajar en favor del aspirante que abandera al PAN, extraña el descaro y la sumisión mostrada por los sacerdotes católicos que aceptan acudir a una reunión política como si fuesen subordinados del PAN. Habrá que ver lo que piensa el obispo de Celaya, titular de esa diócesis, sobre el involucramiento de sus párrocos en una vulgar encerrona política, mezclando a Dios con un… ex César.
El hecho de haber entregado la candidatura panista a un priista y ahora reforzarlo con le activismo de Miguel Márquez y la participación del clero, sugiere muchas lecturas.
¿Tan mal andarán las cosas para el oficialismo?