Diego Sinhue no lleva prisa: el anuncio de algunas carteras del próximo gabinete parece táctica dilatoria; faltan áreas verdaderamente complicadas donde se esperarían señales a la brevedad, como en Seguridad.
Este domingo la ganadora de la elección por la jefatura de gobierno de la ciudad de México anunció su gabinete, junto con algunas reestructuraciones en el organigrama del mismo. Claudia Sheinbaum integrará su primer círculo con 8 mujeres y siete hombres
La ventaja de definir desde ya un equipo de trabajo es que se puede avanzar en los preparativos con los que se arrancará la administración, sin necesidad de perder tiempo o disminuyendo las curvas de aprendizaje y el periodo de activación.
La primera gobernadora electa del máximo conglomerado urbano del país sabe además que su gestión se convertirá en un engranaje fundamental de los cambios que ya ha propuesto Andrés Manuel López Obrador y necesita estar lista y a punto para cuando arranque el gobierno federal.
No vemos esa misma determinación en otras entidades del país, particularmente en Guanajuato, donde Diego Sinhue Rodríguez ha empezado a definir a cuentagotas su gabinete, incluyendo dos carteras que no existen en el organigrama actual y las cuales recaerán en políticos que han estado alejados de la realidad del estado.
No hay mucho que objetar de la designación de Luis Ernesto Ayala, un cuadro administrativo y partidista que ha mantenido vigencia y que se ha convertido ya en el panista más veterano y disciplinado del escenario guanajuatense, además de que se ha hecho una fama bien adquirida de operador, combinando firmeza con capacidad de diálogo. En este caso Diego no le hace ningún favor al ex alcalde leonés al colocarlo en la Secretaría de Gobierno, sino todo lo contrario.
Héctor Salgado Banda es aún un misterio. Tiene credenciales académicas inobjetables, pero también origines y filiaciones que hacen levantar la ceja a muchos, pues no puede olvidarse que quien lo trajo de regreso a Guanajuato fue el innombrable compadre de Miguel Márquez, Rafael Barba.
Las influencias en política pueden sacudirse y superarse con el tiempo, peor la duda persiste también por el aspecto de qué tanto podrá un financiero de tintes académicos convertirse en un manejador práctico de decisiones administrativas de corto plazo. Sin embargo, se trata de un servidor público al que no se le puede negar solvencia profesional.
María Isabel Ortiz Mantilla, responsable de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, no llegó a descollar en su natal Puebla donde difícilmente podría haber alcanzado el nivel que le está dando Diego Sinhue en Guanajuato un territorio que no conoce. Fue regidora, directora de una oficina municipal y diputada federal, lo que hace su carrera my parecida a la del Diego Sinhue Rodríguez que llegó a incorporarse al gabinete de Miguel Márquez hace tres años.
Al parecer lo que buscó el gobernador electo fue traer a alguien que no estuviera contaminado por intereses locales, lo que de paso también obliga a que desconozca el terreno en el que se moverá. Eso obedece a que la secretaría de Medio Ambiente será también la vigilante de los planes de de crecimiento de las ciudades de Guanajuato, quizá una de las políticas más complicadas en el Guanajuato actual. La apuesta es fuerte.
Algo parecido o quizá más decepcionante, ocurre en el caso de la Secretaría del Migrante, donde la designación del estratega republicano Juan Hernández no ha hecho muy felices a los diferentes liderazgos de los guanajuatenses en la Unión Americana. Hernández es un buen académico y excelente polemista político, pero hasta ahora no ha mostrado resultados en las encomiendas que ha tenido como funcionario público, sobre todo en los tiempos de Vicente Fox.
En ambos casos, se trata de secretarías que deben ser creadas, desde el aspecto legislativo, el organizacional y el presupuestal. Colocar al frente de ellas a dos outsiders de la política guanajuatense, no parece muy funcional.
De cualquier manera, todos esos nombramientos aún no tocan aspectos medulares de la conformación del nuevo gobierno de Guanajuato y parecen haber sido anunciados solo con ánimo de no quedarse atrás frente al vértigo que vive la política en el país después del primero de julio.
Faltan puntos centrales como las áreas de seguridad, donde vendrá el multicitado “golpe de timón”, o Educación donde se sabe que la ultraderecha guanajuatense quiere volver por sus reales; u Obra Pública, donde hace falta frenar la corrupción y transparentar los procedimientos; o Desarrollo Agroalimentario, que Sinhue ha ofrecido impulsar para convertirnos en el “refrigerador de México”; o Turismo donde se ha vivido una cierta eficiencia adornada con una mayor simulación y una gran corrupción; o en Desarrollo Económico, donde estamos en un bache y en la inercia de los éxitos del pasado reciente; o en Innovación, espacio estratégico que solo nada de muertito; o Transparencia y Rendición de Cuentas, el chiste más macabro de Miguel Márquez.
De todo eso seguiremos esperando, confiando en que no solo se anuncien nombres sino también proyectos. Ah, y que no se le olvide al flamante gobernador electo que la equidad de género no es solo una cuota para llenar, sino un verdadero instrumento de transformación cultural afirmativa. Esperemos que no tarde mucho.