En el PRI no ha dejado de haber contienda interna desde hace muchos años. La multiplicación de grupos cobijados bajo liderazgos coyunturales o con cierta permanencia no parece perseguir más que intereses inmediatos y soluciones personales.
La gran tragedia del PRI es que nunca ha sido un partido político. A nivel estatal, la pérdida de la gubernatura y, en consecuencia, la inexistencia de un jefe político institucional, los regresó a la etapa de facciones levantiscas previa a algo tan lejano como el partido invento del callismo. Read the rest of this entry »