La semana que acaba fue intensamente política para Guanajuato.Y en medio de eso hubo una ausencia que brilló: la del secretario de Gobierno, Antonio Salvador García López.
Entre los acontecimientos que se registraron están: la unificación de la oposición en un bloque que busca dialogar, lo cual fue desairado por el PAN; la caída del secretario general del Congreso, Salvador Márquez Lozornio; la exhibición de pugnas internas en el PAN con el pretexto de un asistente-aviador del presidente del partido; el inicio del proceso de selección de tres nuevos magistrados en el Poder Judicial.
Es un bloque de asuntos políticos-políticos, que no admiten interpretación. Involucran a los partidos políticos, a los otros dos Poderes del estado y, por si faltara, al partido en el gobierno, al que pertenece el propio funcionario estatal.
Sin embargo, cualquiera puede rastrear en los medios de comunicación de la entidad, escritos, electrónicos y digitales, para ver en cuantas notas aparece un posicionamiento de Antonio Salvador García López.
Su última declaración ocurrió el lunes de esta semana, en Irapuato, al asistir al evento de promoción de valores copatrocinado por el DIF estatal y la Cámara de la Radio. Los reporteros lo entrevistaron sobre los exámenes de control de confianza y aclaró que los municipios tienen hasta el 28 de octubre para cumplir con la acreditación de sus mandos y elementos.
Después, el silencio.
Incluso, llamadas realizadas por actores políticos del estado al secretario de Gobierno se quedaron sin respuesta.
El mutismo de García López ocurre de forma casi coincidente con el arribo a la dependencia de Arturo Navarro Navarro, como subsecretario de Servicios a la Comunidad.
El tema no es menor, la operación político del gobierno de Miguel Márquez ha sido uno de sus mayores dolores de cabeza, a grado tal que ha debido asumir personalmente la agenda en ese terreno, a veces logrando encauzar los temas, a veces llevándose raspones innecesarios.
¿Se está incubando un cambio? Difícil saberlo, conociendo a Márquez. Sólo hay que ver como se tardó cuatro meses en designar a Navarro no obstante que la vacante estaba allí, algo que también contribuyó al debilitamiento de su secretario de Gobierno.
Por lo pronto, este día el secretario de Gobierno reparece en una reunión con periodistas en León, con motivo de la celebración del día de la libertad de expresión. Se trata, sin duda, de un foro idóneo para compensar el atronador silencio de la semana.
Los días que vienen serán intensamente políticos y la situación de la Secretaría de Gobierno está expuesta en alto contraste: los desequlibrios o los nuevos equilibrios quedarán a la vista. Esperemos sentados.