Quizá nunca se fue. Sólo tomó precauciones.
El sonriente y dicharachero político tamaulipeco que tuvo la buena y mala fortuna de cruzarse en su camino con Tomás Yarrington a quien sirvió, de quien obtuvo recompensas y que finalmente lo estigmatizó al grado de ser negado por todos los que han tenido que ver con él, opera una casa encubierta destinada a la propaganda y la guerra sucia del PRI en Guanajuato. Read the rest of this entry »