Los éxitos de la vocera nacional del Partido Verde Ecologista de México en Guanajuato, Beatriz Manrique Guevara, ya han empezado a despertar los celos de algunos de sus compañeros, sobre todo de quienes se sienten los herederos del liderazgo que tuvo hace algunos años Alejandro García-Sainz Arena, actualmente en un receso de su actividad partidaria.
Con mucho trabajo de tierra, cooptación de liderazgos municipales y la construcción de un liderazgo equilibrado que supo resolver su propia sucesión, Manrique se encuentra actualmente en el vórtice de acontecimientos como al inminente confluencia del PRI y del PVEM en torno a la candidatura de Bárbara Botello en León, a contrapelo de los planes iniciales de su próximo candidato a la gubernatura, Juan Ignacio Torres Landa.
Beatriz Manrique, su equipo y el espíritu que le ha sabido inyectar al partido, han estado en la raíz del crecimiento ecologista en términos electorales en Guanajuato, que se duplicó en las últimas elecciones y que les ha dado un margen de maniobra notable en la negociación de alianzas y coaliciones en este 2012.
Desde luego, todo se puede tolerar, menos el éxito. Ello explica los ataques arteros que ha venido recibiendo la secretaria de operación política del PVEM, donde incluso se utilizan infundios como los presuntos favorecimientos a su familia.
La información publicada en la columna política de un diario estatal este miércoles, viene de dentro y a ella no resulta ajena el afán del actual regidor leonés Daniel Olaf Gómez Muñoz, por regresar como diputado a la Cámara Local por la vía plurinominal en este 2012.
Gómez Muñoz no ha tenido empacho en inaugurar en el Verde lo que es común a otros partidos; hacer grilla interna recurriendo a los periodicazos. Sin embargo, como ya todo mundo en el PVEM lo sabe, lo más seguro es que no llege muy lejos.
Incluso, es probable que en breve se produzca un deslinde de su mentor Jano García-Sainz, ante el grave desaseo del ambicioso funcionario, quien en su ataque no paró mientes ni siquiera en involucrar al Niño Verde, Jorge Emilio González, lo que es un verdadero sacrilegio en ese partido.