
* Galope desbocado: en León hay más precandidata que alcaldesa
* Con acarreo defiende Hugo Varela contrato en empresa de clase mundial
* El Castor, el aliado más eficiente de Ómicron, quiere repetir en la feria
1.- Alejandra Gutiérrez: cuándo se gobierna pensando en construir imagen

En los primeros cien días de gobierno de la alcaldesa de León Alejandra Gutiérrez, quizá una de las novedades políticas más relevantes de Guanajuato, ha quedado clara una tendencia a priorizar las acciones espectaculares que agiten a un panismo acomodaticio y carente de sorpresas.
Sin embargo, todo indica que el ansia de estar en boca de todos no tiene como objetivo primordial la reconstrucción de la deteriorada gobernanza que le heredó el desangelado Héctor López Santillana, sino plantear una apuesta de futuro: la candidatura a la gubernatura del estado.
Así lo reflejan acciones como la presentación del plan de gobierno en los primeros días del año, empañado por el contagio de Covid de la principal protagonista y la realización de una consulta popular, desairada por la ciudad más panista del estado.
Baste solo pensar que la repudiada consulta del juicio político a expresidentes, en agosto del 2021, tuvo en León una participación de poco menos de 40 mil ciudadanos, repesentando un 3.3 por ciento del padrón electoral, lo que despertó la burla de los panistas y de adversarios políticos de Andrés Manuel López Obrador, como el expresidente Vicente Fox Quesada, que se solazaron ante el desaire del electorado a la descafeinada propuesta de enjuiciamiento a los exfuncionarios.
Sin embargo, la consulta “Participa León” del 20 de enero pasado sacó a las urnas a menos de 9 mil leoneses, pese que se indujo una movilización desde áreas de la presidencia municipal como la nueva y reforzada secretaría de vinculación y atención, creada expresamente para la operación política de su titular, Daniel Campos Lango. Un 0.75 por ciento de la población empadronada de León, acudió a la convocatoria del municipio.
Por eso adquiere cuerpo el cuestionamiento a los resultados del ejercicio participativo y surge la suspicacia sobre el proyecto más votado, el hospital veterinario, que coincide con una vocación personal de la alcaldesa.
La pregunta es: ¿fue coincidencia o inducción?
Porque si resulta, a la postre, que el secretario de vinculación orientó la participación del escaso electorado en el sentido de agradar a la alcaldesa, estaríamos ante una peligrosa construcción: la de un grupo de influencia que encierra a la funcionaria en una burbuja y la aleja de la ingente problemática real de León para manejar escenarios artificiales.
Entiéndase: construir un hospital veterinario puede ser muy benéfico, pero venderlo como una obra insignia y querer con ello presentarse como una política “diferente”, puede dar lugar a un duro encontronazo con las necesidades prioritarias de una población a la que laceran problemas mucho más graves que el bienestar de sus mascotas.
El problema, a final de cuentas, es gobernar pensando en la popularidad, en el impacto mediático y en la imagen, en lugar de gobernar, sencillamente, pensando en resolver problemas, desatorar conflictos y atender necesidades.
Pareciera que es de manual para principiantes, pero hay consultores a quienes les gusta inventar el hilo negro. Veremos hasta dónde resiste.
2.- La CTM de Hugo Varela no entiende que el mundo ya cambió

Resulta por demás interesante observar las situaciones a que ha dado lugar la entrada en vigor de la reforma laboral impulsada más que por línea ideológica del gobierno morenista, por los acuerdos políticos derivados de la firma del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
Los sindicatos norteamericanos, sus grandes organizaciones nacionales, vieron como la pérdida de puestos de trabajo producto del traslado de procesos de manufactura a países con mano de obra más barata, no solo les hizo perder influencia política y agremiados, sino que le entregó muchas de sus banderas a movimientos emergentes de derecho que se aglutinaron en torno al trumpismo. El mismo efecto socavó importantes reservs de votación para el Partido Demócrata.
El regreso a la presidencia de la clase política que representa un personaje como Joe Biden y su partido, ocurrió tras la realización de profundos acuerdos políticos para reconstruir en la medida de lo posible el tejido laboral norteamericano, pese a la oposición de los grandes conglomerados industriales.
Una de las líneas políticas a seguir es evitar que las corporaciones usen el deterioro de condiciones laborales de los países emergentes para destruir puestos de trabajo en Estados Unidos y trasladarlos allende las fronteras. Para ello hace falta mejorar las condiciones de trabajo en esos países, empoderar a sus sindicatos y frenar la desmedida ambición de las élites corporativas para mantener altos márgenes de ganancia gracias a la precarización de la mano de obra.
Lo que se juega en las elecciones de la planta de General Motors en Silao esta semana no es una batalla local, es uno de los primeros escenarios de una verdadera guerra mundial que se extenderá por muchos años.
Es lo que no parecen entender dinosaurios como los dirigentes cetemistas de Guanajuato al estilo de Hugo Varela y Alejandro Rangel, cuando vemos como alientan una manifestación con algunos obreros y muchas personas ajenas a la planta de General Motors, convenientemente “aceitados” con el pago de 250 pesos por cabeza, para denunciar injerencias de políticos mexicanos, como Napoleón Gómez Urrutia, y sindicalistas norteamericanos, en al elección de los próximos primero y dos de febrero.
Naturalmente, detrás del interés de la vetusta y antidemocrática CTM se encuentra la mano de la gerencia de General Motors Silao y los directivos en México de la empresa, que parecen más preocupados por mantener sus gastos controlados que por las consecuencias del nuevo entorno político.
Así, mientras se enfrenta a la innovación de empresas emergentes y el reto de las nuevas energías, una de las empresas bandera del capitalismo norteamericano del siglo XX no tiene empacho en recurrir a la más arcaica de las tradiciones políticas mexicanas y organizar una manifestación de acarreados para evitar ceder el contrato colectivo de trabajo a un sindicato que represente con más dignidad a los trabajadores.
Lo que hay que ver en estos tiempos.
3.- La feria de León y el COVID, defender lo indefendible

Vaya predicamento en el que colocaron el gobernador Diego Sinhue Rodríguez y el presidente del patronato de la feria de León, Juan Carlos Muñoz Márquez, al secretario de Salud Daniel Díaz Martínez, tras la decisón de realizar la feria anual de enero como si no pasara nada.
Queda claro que ni protocolos, ni cuidados, ni sanitización, se realizaron de forma escrupulosa. Al ahí se va, al viva México, la directora de la feria, Guadalupe Robles, cuyas evidentes limitaciones ya habían salido a la luz pública con el uso patrimonialista que hizo de las instalaciones puestas a su cuidado, propició un foco de contagio diario durante casi cuatro semanas en el momento más candente de la ola provocada por la variante Ómicron, lo que sin duda esta teniendo consecuencias y tendrá más.
Con mirada apagada y voz susurrante, el secretario de Salud ha debido salir a justificar los hechos y asegurar que “la feria no tiene nada que ver con los contagios”, contradiciendo todo el discurso manejado a lo alrgo de los casi dos años de pandemia.
Ahora resulta que son más peligrosas las reuniones caseras que el palenque, la velaria o los antros del distrito León Mx.
La prueba de esa vidente falsedad la ofrecen diario las cifras de contagios y casos activos, disparadas como nunca, donde León aporta la porción más significativa de personas afectadas por la transmisión del virus.
No contento con la situación de riesgo a la que sometieron a la población solo por evitar el colapso económico de la propia feria, que contrajo compromisos de forma irresponsable enmedio de la emergencia sanitaria, Juan Carlos Muñoz está convencido de que puede reelegirse al frente del patronato porque “tiene el apoyo del gobernador”, y pasarle por encima al nuevo ayuntamiento de León.
Tan seguro está el empresario que incluso se ha dado el lujo de enfrentar a sus críticos, algunos de ellos incluso en su círculo de amistades de forma prepotente y violenta, como lo consignan las escandalizadas versiones de miembros del club campestre y losc entenares de memes en los que es protagonista el ya famoso “castor”.