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Los ases que Márquez trae bajo la manga

In Botepronto on septiembre 5, 2012 at 3:31 am

Ni tanta sociedad civil, pero tampoco tanto PAN del terruño. Miguel Márquez ha sostenido interesantes entrevistas en las últimas semanas que podrían dar indicios de por donde vienen algunas sorpresas en el próximo gabinete.

Ningún político en su sano juicio puede exponerse en demasía a la desprotección política que derivaría de un divorcio con su grupo de origen, para adscribirse a esa siempre fantasmal entelequia llamada sociedad civil.

A final de cuentas, lo que desde los gobiernos panistas se entiende por sociedad, generalmente se limita a los círculos empresariales, algunos de cuyos más conspicuos representantes han fracasado rotundamente en la función pública.

Si, por ejemplo, se le diera cabida a la propuesta de la Cámara de la Construcción para la Secretaría de Obra Pública y se designara a un personaje tan promocionado como Pablo Rodríguez Vázquez, lo único que ocurriría es que Márquez estaría abriendo su gobierno a un personaje como Jorge Videgaray, el coordinador de la campaña de Juan Ignacio Torres Landa y próximo diputado local, quien mantiene un ascendiente casi absoluto sobre el ex presidente de la CMIC.

Sería muy interesante saber que pensarían los panistas que quedarán desempleados en el próximo sexenio ante la entrega de una dependencia tan relevante para el ejercicio gubernamental como la SOP, a la influencia de un político al que derrotaron en una campaña que no fue precisamente tersa.

Quizá por eso Márquez empieza a vislumbrar otros derroteros, como los que representa la experimentada reserva de funcionarios panistas que se desempeñaron en el gobierno federal durante los últimos doce años.

Hace un par de semanas, el gobernador electo de Guanajuato fue visto en una animada cena, en la ciudad de México, con el consejero del Poder Judicial Federal Daniel Cabeza de Vaca. La agenda de esa entrevista no debe haberse limitado a las preocupaciones de Márquez en torno a temas jurídicos.

En caso de que el próximo mandatario estuviera pensando en el abogado y notario leonés para hacerle algún tipo de invitación, por ejemplo para la Secretaría de Gobierno, se trataría de un fichaje de lujo. Sólo hay que recordar que Cabeza de Vaca fue consejero jurídico de la presidencia de la República y Procurador General durante el gobierno de Vicente Fox.

Ya en el sexenio de Calderón, Cabeza de Vaca fue propuesto por el presidente de la República para el Consejo de la Judicatura, un cargo que concluye hasta fines del 2014, por lo que le sería necesario renunciar al mismo en caso de que decidiera aceptar alguna invitación para reincorporarse al servicio público en Guanajuato.

Otra entrevista que sostuvo Miguel Márquez en estos días fue con el director de PCTV, la empresa productora y comercializadora  que representa a las cableras de México, el irapuatense Julio Dibella Roldán, quien recientemente participó en la contienda interna del PAN por la alcaldía de Irapuato para incorporarse después al equipo de campaña de Josefina Vázquez Mota.

Sería un exceso pensar que Dibella pudiera interesarse en dirigir la comunicación social del próximo gobierno, posición que buscó infructuosamente hace 12 años con Juan Carlos Romero Hicks; y cuyo desaire se tornó en su éxito al convertirse en el director del Canal 11 del IPN, en la administración de Vicente Fox.

Hoy Dibella tiene las tablas y las relaciones suficientes para servir en carteras como la Desarrollo Económico del Estado, pero es de dudarse que acepte dejar su cargo en la iniciativa privada en la ciudad de México.

Otro prospecto de la legión extranjera al que se oye mencionar en el entorno de Miguel Márquez es el ex secretario de agricultura del Estado y subsecretario a nivel federal, Francisco López Tostado, a quien se le ve como uno de los pocos que pueden llegar a limpiar el desorden y la corrupción prohijada por los cinco años y medio que duró José María Anaya al frente de la SDA.

Se trata de funcionarios que adquirieron una experiencia importante y una visión nacional y global en su desempeño en la administración federal, lo que le aportaría aplomo y capacidad de desempeño al gobierno estatal, sobre todo en sus relaciones con el nuevo gobierno federal priista.

Y aunque podría objetarse desde cierto panismo  que varios de ellos apoyaron las candidaturas de Javier Usabiaga, primero; y de José Ángel Córdova después, esas discordias parecen estar quedando atrás, como lo muestra la alianza de facto entre Juan Manuel Oliva y Luis Alberto Villarreal; o como la que puede darse dentro de no mucho entre el propio Oliva y Fernando Torres Graciano.

Ante las batallas que se avecinan en el PAN no habrá de otra más que hacerse de aliados y esos no se encuentran en las filas del empresariado y mucho menos entre los “panistas de bien” que se fueron con el PRI.

arnoldocuellar@zonafranca.mx

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Twitter: Arnoldo60

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