- Libia Dennise: jefa sin gabinete
- Fidesseg, un divorcio histórico
- Entre fideicomisos te veas

1.- Narcoatentados: la realidad no espera a los discursos
El discurso político de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo parece ir por un camino y la terca realidad va por otro. Nadie desconoce la capacidad retórica ni la presencia escénica de una mandataria que se siente cómoda en el ejercicio del mando, que va a todas y que no deja preguntas sin contestar, pero parece que eso no basta.
Ahora hace falta pasar de la retórica a los hechos y para ello se requiere un equipo solvente.
Por lo pronto Libia ha dejado más que claro un cambio de estilo frente a su antecesor: hay gobernadora de tiempo completo.
Y eso significa trabajo cotidiano, presencia mediática, reuniones constantes, diálogo con la oposición, intencionalidad política y manejo personal en las redes sociales, en jornadas de sol a sol. Pero no basta.
El gobierno es un equipo y si los secretarios de despacho no trabajan al ritmo de la mandataria ni entienden su dinámica, el esfuerzo no se notará en la realidad. Lo mismo ocurre si el “sistema PAN” no se alínea. Y peor aún, si la operación política hacia el exterior se realiza con torpeza, prepotencia o falta de sensibilidad.
El primer mes de gobierno se cumplió este sábado y en el horizonte se alinean varios conflictos. El plan Salgado de eliminar fideicomisos y fondos para construir el cochinito que permitirá financiar la tarjeta rosa, empezó con el pie izquierdo por falta de operación política, exceso de urgencia y malos modos.
La secretaria del Nuevo Comienzo, Rosario Corona, le dio a líderes empresariales y a organizaciones sociales trato de operadores políticos del PAN: instrucciones para alinearse en precipitadas reuniones que no llegaron siquiera a mesas de trabajo. La dilución del Fidesseg no iba a gustar, pero no tenía por qué agravarse con descalificaciones y amenazas.
Lo peor fue que la propia Libia Dennise tuvo que entrar al quite para rescatar a su secretaria, perdiendo la oportunidad de ser mediadora en un conflicto. El capital político no es eterno y menos con las complicaciones que le heredó Diego Sinhue Rodríguez a la mandataria. En todo este periplo se extrañó la mano izquierda de Jorge Jiménez Lona, quien parece estar reservándose para futuras batallas.
Justo el día elegido para finiquitar el polémico fideicomiso explotaron los coches bomba en Acámbaro y Jerécuaro, y Guanajuato volvió a ser noticia nacional junto con Guerrero y Sinaloa, tirando a la basura la cuantiosa inversión del gobierno anterior en promoción turística, enología de nuevo rico y turismo de negocios.
No hay concurso mundial de vinos de Bruselas, Hannover Messe o mentefactura, que equilibren el escenario de un estado con narco atentados de escándalo. Otra vez, cientos de millones tirados a la basura por falta de atención a lo principal.
Libia acertó cuando tomó la iniciativa de acercarse al gobierno federal, vía Omar García Harfuch, para una alianza consistente que busque contrarrestar la violencia en Guanajuato. La presencia en la reunión de seguridad federal y las imágenes con la presidenta Claudia Sheinbaum, constituyeron un hito, pero no derivaron en acciones inmediatas.
En cambio los grupos delictivos sí parecieron registrar el aviso y respondieron de manera brutal. Resulta un sinsentido atribuir las dos explosiones a un simple ajuste de cuentas entre grupos rivales o una intención de amedrentar a policías municipales que realizaron un decomiso.
El estruendo de los artefactos en los dos municipios sureños llegó mucho más allá y puso en evidencia que el plan de construcción de paz aún es deficiente en previsión, inteligencia y capacidad de reacción.
En materia de seguridad y ante la delicada situación que vive Guanajuato desde hace una década, no bastan la ofensiva de redes sociales ni las fotos de reuniones. Hace falta que acuerdos y realineamientos se traduzcan en acciones efectivas en la práctica, con trabajo discreto y permanente. Más eficacia, menos reflectores.
Ese es el trabajo de Mauro González, el secretario de Seguridad y Paz que debe apresurar el paso, pues la delincuencia no esperará a que tenga su cuadro completo y termine de despejar las negras herencias de Alvar Cabeza de Vaca.
El tema del nuevo fiscal también está en la cancha, pues de aquí a enero de 2025, Carlos Zamarripa es un peso muerto en el esquema de reorganización de las estructuras de combate al delito y la impunidad.
En el caso de la atención a la alerta por violencia de género, Libia tomó en sus manos el encargo y le restó todo protagonismo a su encargada del IMUG, lo que puede entenderse por su abierto compromiso en la agenda de derechos de las mujeres. Sin embargo, de no fortalecer a Itzel Balderas y comprometerla en la tarea, no habrá tiempo que alcance.
Finalmente, en la semana que pasó, vimos como la gobernadora Libia Dennise García debió operar personalmente los acuerdos partidistas para que el Congreso sacara adelante su propuesta de secretaria de la Honestidad, la priista Arcelia González, y hasta alcanzó para hacer magistrado al panista Christian Cruz.
El coordinador panista, Jorge Espadas, mostró sus limitaciones y obligó a intervenir a la mandataria, al menos con MC, que dio lo votos necesarios. No fue lo único, el pastor panista también se enredó en sus declaraciones sobre la despenalización del aborto y cantinfleando habló de castigar a las mujeres que abortan y a quienes “las obligan a abortar”, saboteando en los hechos la linea aperturista que ya ha iniciado la gobernadora en otros terrenos.
Libia Dennise García aseguró de manera tajante desde antes de su toma de posesión que “será la jefa de su gabinete”. La declaración representó un deslinde y subrayó un estilo. Sin embargo, el planteamiento dista mucho de lo que ha ocurrido en este primer mes: Libia no solo ha sido la jefa, sino que de plano ha sido su propio gabinete.
Eso no puede seguir así. El riesgo es enorme y no habrá estrategia propagandística que lo soporte.
2.- Extinción del FIDESSEG: desafuero empresarial
Los dirigentes empresariales de Guanajuato, salvo contadísimas excepciones, han sido no solo aliados, sino en muchas ocasiones hasta compinches de los gobiernos panistas de Guanajuato. No es raro que dirigentes empresariales transiten a candidaturas del PAN o a puestos del gabinete.
Los gobiernos estatales de Juan Manuel Oliva, Miguel Márquez y Diego Sinhue Rodriguez no fueron generosos, sino lo que le sigue, con las cámaras empresariales de Guanajuato, otorgando subsidios a eventos, a infraestructura y a programas conjuntos.
Desde la época de Vicente Fox y Juan Carlos Romero, iniciativa privada y gobierno coadyuvaron para concretar proyectos como el Polifórum de León, el Fórum Cultural y Guanajuato Puerto Interior. No pocas veces, los privados se beneficiaron de la información privilegiada de esas realizaciones.
Empresarios como Roberto Plascencia Saldaña, Alejandro Arena Torres Landa, Javier Usabiaga y Elías Villegas Torres orientaron por al menos dos décadas las decisiones de crecimiento económico de Guanajuato e inversión en infraestructura. Participaron en consejos y también como funcionarios. Gobernaron desde el Instituto de Planeación del Estado con derecho a voto y a veto. Uno tras otro, sucesivos alcaldes de los principales municipios debieron consultarles sus decisiones.
Incluso cuando el PAN perdió por tres años la hegemonía en León, ellos no fueron ajenos a la debacle del candidato blanquiazul, Miguel Ángel Salim Alle y luego trataron de orientar al gobierno de la priista Bárbara Botello, quien solo pudo escapar de su influencia acercándose a la esfera de Salvador Oñate Ascencio y Arnulfo Padilla.
Esa historia parece haber quedado atrás. Los liderazgos empresariales detrás de las cámaras y las asociaciones empresariales no fueron consultados ni informados sobre la decisión de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo de extinguir la aventura del Fidesseg, un fideicomiso con el que la filantropía privada se evadió para acogerse al presupuesto público.
Otro detalle, la inclusión de la politóloga y administradora pública Mónika Pérez Dorsey en el consejo asesor de Libia, como coordinadora de una red de mujeres, fue un puente tendido entre la candidata y la organización Comunidad Empresarial Guanajuato, donde se agrupan una docena de las empresas más importantes de Guanajuato. Sin embargo ese guiño no tuvo seguimiento en el gobierno, no obstante que Pérez Dorsey se convirtió en una importante bujía de la campaña electoral.
¿Significa la ruptura de una alianza histórica? Está por verse, pero la decisión de cambiar la orientación del fideicomiso e incluso de utilizar parte de sus recursos para otros programas, pudo haberse realizado sin que la sangre llegara al río. No fue así, al parecer la intención no solo fue obtener el manejo directo, sino hacer patente un cambio en la orientación del poder.
La incomodidad entre los empresarios es evidente, en las cúpulas de las organizaciones y en las bases, nunca pensaron que un gobierno panista les daría la espalda desde los primeros días.
Por otra parte llama poderosamente la atención que este gobierno rompa uno de sus amarres históricos cuando requiere la mayor cantidad de alianzas posibles para enfrentar retos como la inseguridad y la violencia, la escasez de agua, la relocalización de empresas, el ataque a la desigualdad.
Se pensó en un momento que la ruptura del nuevo comienzo iba a ser con los vicios acumulados en 30 años de control político, pero no ha sido así. En algunas primeras decisiones, como las designaciones de magistrados y consejeros judiciales, el panismo sigue regodeándose en la nómina estatal.
Los empresarios guanajuatenses, siempre tan cortesanos, tan cercanos al poder, son ahora los primeros desaforados del Nuevo Comienzo.
3.- La deuda de Fondos Guanajuato con Fidesseg
La rápida extinción de las entidades financieras conocidas como Fondos Guanajuato y Fidesseg deja muchas dudas y se hace en medio de una absoluta opacidad.
Para empezar varias fuentes confirman la existencia de un préstamo de 800 millones de pesos de Fidesseg a Fondos Guanajuato de Financiamiento, en medio de la pandemia.
Por otra parte, el ex director de Fondos, Juan Antonio Guzmán, confirmó en una de sus últimas declaraciones la existencia de una cartera vencida de 300 millones de pesos, precisamente derivado de los auxilios durante la emergencia médica, muchos de ellos de empresas de la industria del calzado y del transporte.
Guzmán estimó en agosto de este año que solo 80 millones de pesos de ese monto eran recuperables.
¿Estamos ante un mini fobaproa? ¿Se perdonarán los adeudos a las empresas y a su vez, Fidesseg deberá perdonar el empréstito realizado a Fondos Guanajuato?
Queda pendiente la liquidación de los empleados de los fideicomisos Fe Guanajuato y Actuando por Guanajuato, Solo falta que el gobierno se deslinde de esa responsabilidad y deje con un problema a las organizaciones empresariales.
Ante este panorama, ¿dónde está el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, cada vez más desaparecido?
¿Intervendrá la flamante secretaria de la Honestidad, Arcelia González, quien por cierto debe su nombramiento a la decidida intervención de la gobernadora Libia Dennise García ante las oposiciones?
Lo peor que le puede pasar al Nuevo Comienzo es iniciar con la opacidad con la que Miguel Márquez contrató el desprestigiado Programa Escudo o con la que Diego Sinhue protegió la arrendadora GTO Leasing.
Actuar diferente de esos malos ejemplos, sería el verdadero deslinde de Libia García.
