No puedo dejar de preguntarme en qué están pensando los genios de la mercadotecnia que cobran en la nómina del gobierno de Guanajuato, al ver cómo le han conseguido dos entrevistas a Diego Sinhue en menos de un mes con noticieros nacionales, Paola Rojas y Javier Alatorre, para hacerlo a hablar de todo, menos de la realidad que vive Guanajuato.
Foto: Twitter
Me parece que, a ningún
estudiante del Tecnológico de Celaya, de la Universidad Politécnica de
Guanajuato en Cortazar o a los habitantes de la atribulada ciudad cajetera, les
va ni les viene la Feria de Hannover y la construcción de un utópico aeropuerto
internacional en el triángulo del huachicol.
Me parece que ningún
hotelero del corredor industrial va a echar las campanas a vuelo cuando escuche
al gobernador decir que ya está repuntando el turismo, cuando sus hoteles se
encuentran semivacíos pese a la ganga en las tarifas.
Los panistas de Guanajuato están indignados porque el nuevo gobierno federal ha recortado recursos para inversión en infraestructura y en programas en la entidad que han gobernado por ya casi tres décadas.
Incluso, los actuales responsables de las instituciones estatales han logrado contagiar a sectores de la sociedad con este reclamo. La consigna es “AMLO discrimina a Guanajuato”.
Durante años, los gobiernos panistas presumieron su autarquía. Fox creo instituciones estatales que le competían a la federación, como la Cofoce y fue exitoso, aunque a la vuelta de los años se haya burocratizado y caído en la intrascendencia.
Solo después de una reacción popular enconada, que tuvo uno de sus picos en los abucheos e insultos a la presidenta municipal en el grito del domingo, después de fuertes reclamos empresariales y luego de asesinatos que conmovieron a todo Guanajuato y ocuparon espacios en medios nacionales, el fiscal y sus muchachos se decidieron a actuar contra los extorsionadores de Celaya.
Para toda la
tecnología que se ha comprado a alto costo, para toda la presunción de
cientificidad de los policías estatales, para toda la parafernalia sobre la
restitución del estado de derecho del gobernador Sinhue, el logro de haber
atrapado a una banda de la que formaban parte dos policías en activo, con 800
mil pesos en activos y un pequeño arsenal, parece demasiado pobre y tardío para
festinarlo por todo lo alto.
Sobre todo,
parece pobre porque ocurre nueve meses después del inicio de la ofensiva contra
la mayor fuerza criminal de la región y seis meses después del anuncio del
propio gobernador de que se había restablecido el estado de derecho en Santa
Rosa de Lima, en Villagrán, a pocos kilómetros de Celaya.
Tomando en cuenta
que los gobiernos de Miguel Márquez y Diego Sinhue Rodríguez forman una
continuidad, que casi nada los distingue, que comparten funcionarios, proyectos
y logros, que como diría Timbiriche “son uno mismo”, creo que se les puede
poner juntos en el análisis sobre la (in)justificación del endeudamiento que
quiere adquirir el segundo de ellos.
En el gobierno de
Márquez la penuria nunca fue tema. Se gastó a dos manos y se hicieron megaproyectos
de todo tipo, hubo también endeudamiento como carta abierta que le permitió a
Miguel Márquez no privarse de ningún capricho, además de hacer obras necesarias.
Hay nuevo
hospital en León, más que urgente, aunque innecesariamente construido por una
empresa del sureste de México; hay teatro en Purísima de Bustos, aunque no haya
una programación decente y nutrida en los Teatros de León, Guanajuato e
Irapuato. Hay mega carreteras de León a Purísima, incluyendo las que pasan por
numerosos terrenos de la familia Márquez.
Guanajuato ha venido presumiendo a lo largo de la última década su crecimiento por encima de la media nacional. Los tigres del Bajío han llegado a llamarse a sí mismos los estados del centro de México, beneficiarios de la industrialización con capital extranjero derivada del primer Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
En el gobierno de
Juan Manuel Oliva, coetáneo de la presidencia de Felipe Calderón, la entidad
recibió participaciones extraordinarias derivadas del bono petrolero, el
recurso no previsto en el presupuesto anual derivado de los altos precios del
petróleo.
Ese dinero sirvió
para adquirir terrenos que se regalaron a las empresas atraídas, Honda y Mazda,
entre las principales, además de numerosas plantas de la cadena de proveedores.
Hoy, una charla con el académico e investigador del IIJ de la UNAM y de Flacso Luis Daniel Vázquez, en torno a la afectación que provoca en Guanajuato la designación de un Fiscal Carnal como Carlos Zamarripa.
1.- Miguel
Márquez: la corrupción no quita popularidad
Hay por lo menos seis casos emblemáticos de la opacidad y la cancha abierta a la corrupción con la que se manejó el gobierno de Miguel Márquez Márquez, el gobernador que engañó a la mayor parte de los guanajuatenses y se retiró del gobierno con la mayor popularidad de un mandatario en tiempos recientes ya habiendo dejado a un delfín que le sigue rindiendo pleitesía.
Cada vez que hay un fuerte escándalo público con un tema de corrupción que involucra a políticos de alto nivel, la solución que se les ocurre a quienes sobreviven al terremoto es impulsar una nueva reforma anticorrupción.
La guerra entre
el gobierno federal y el del estado se ha vuelto encarnizada, ya no disimulan. El
comedimiento entre AMLO y Diego Sinhue solo es diplomático y superficial. Debajo
de ellos, sus subordinados se tiran a matar.
Mauricio Hernández
no aparece mucho en la palestra pública, pero su tarea es formar un ejército
que tiene todos los visos de ser más electoral que de atención a los rezagos en
la entidad.