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El dengue y el nepotismo

In Botepronto, sinembargo.mx on septiembre 26, 2017 at 3:48 am

Un primo del gobernador Miguel Márquez, sin experiencia previa en el tema, hace carrera meteórica en la secretaría de Salud del estado; a dos años de su arribo ejerce tanto poder como el secretario de turno y ahí están las consecuencias.

Hace una semana llegó un boletín a las redacciones de los periódicos proveniente de la Secretaría de Salud del Estado de Guanajuato, que destacaba a la par que la presencia del nuevo secretario, Daniel Díaz Martínez, la del coordinador administrativo y número dos de la dependencia, Fernando Reynoso Márquez, entregando unas máquinas nebulizadoras de alto desempeño ofrecidas en préstamo por el gobierno de Sonora en el municipio de Juventino Rosas.

Llaman la atención dos cosas. La presencia de la plana mayor de la SSG, incluyendo al regularmente discreto primo del gobernador Miguel Márquez Márquez, en el municipio donde se generó la primera alerta de dengue, con más de 250 casos de personas enfermas, ante un centro de salud cerrado por falta de personal, en la comunidad de Santiago de Cuenda.

Zona Franca fue uno de los primeros medios que visibilizó esa situación y acudió a la comunidad a hablar con los afectados, el 13 de agosto de este año. No obstante que se hablaba de cientos de personas afectadas a lo largo de un mes, versión avalada por el delegado de la comunidad, quien también denunció que el centro de salud estaba cerrado por falta de personal, la SSG solo reconoció la presencia de dengue en 5 personas ubicadas fuera de esa comunidad.

Hoy, un mes y semanas después de esa publicación, Juventino Rosas aparece en el corte epidemiológico semanal emitido por la Secretaría de Salud federal como la comunidad más afectada de Guanajuato, así que algo había de cierto en aquella historia negada tajantemente por el secretario Daniel Díaz. La entrega de las máquinas nebulizadoras trata de corregir lo que no se atendió en su momento.

Y este es el segundo punto que también merece destacarse. La presencia del coordinador administrativo de la SSG, con rango de subsecretario, Fernando Reynoso Márquez parece obedecer a una estrategia de imagen ante las críticas vertidas interna y externamente, de que ese funcionario ha sido uno de los principales responsables del debilitamiento de la estrategia preventiva contra los mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue y el zika.

Antes de llegar a esa conclusión tuve que hablar con funcionarios y ex funcionarios de la Secretaría de Salud, pues además se ha registrado una purga en los últimos meses en diversas áreas clave de la dependencia. La coincidencia no deja lugar a dudas: Fernando Reynoso Márquez es el funcionario con mayor poder al interior de la Secretaría de Salud y para ello ha usado como argumento e incluso como amenaza su relación de parentesco con el gobernador del Estado.

Sin embargo, Reynoso Márquez no es un experto en salud.  El licenciado en relaciones industriales de la Ibero León llegó a la Secretaría de Finanzas como “Asesor Ejecutivo”, cualquier cosa que eso signifique, después de haber salido de trabajar de una empresa fabricante de calzado en León, en enero de 2014, en el segundo año de ejercicio de su primo Miguel como gobernador.

Al año siguiente, en febrero de 2015, Fernando fue designado director de recursos humanos del Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato, la figura legal bajo la que opera la Secretaría de Salud, un cargo al que su currículum previo difícilmente le hubiera permitido llegar de no influir la circunstancia de su parentesco.

Bastó un año para que Reynoso Márquez diera un salto meteórico a la subsecretaría de administración, que aparece en el organigrama como una Coordinación General, en marzo de 2016. Tenía apenas 13 meses laborando en la dependencia. El consanguíneo del gobernador llegó como parte de una maniobra para acotar al entonces titular de la dependencia, Ignacio Ortiz Aldana, haciéndolo tan bien que al año se forzó la renuncia del médico irapuatense.

Hoy, el hecho de que Reynoso Márquez aparezca codo con codo junto con el novel secretario de Salud Daniel Díaz Martínez, implementando medidas contra la emergencia del dengue, nos habla del control que ha alcanzado en la secretaría, con un experiencia mínima.

Por cierto, si Reynoso Márquez hubiera mantenido el ritmo de inversión en la prevención de la proliferación del vector transmisor de esa y otras enfermedades, probablemente no tendría que andar repartiendo máquinas fumigadoras prestadas, a estas alturas.

El poder que maneja el coordinador administrativo es tal que ya ha arrinconado al otro funcionario que llegó para reordenar la dependencia, el exdelegado del IMSS Moisés Andrade Quezada. Un funcionario de esa dependencia de quien me guardo la identidad me dijo contundente: “el verdadero dolor de cabeza de la SSG es Fernando Reynoso”.

Si esto no es nepotismo, entonces Guanajuato es Disneylandia.

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