Vaya susto el que les ha propinado a los priistas locales y nacionales la presencia del tamaulipeco Pablo Zárate Juárez como parte del staff de campaña de Enrique Peña Nieto en la circunscripción dos, que coordina Luis Felipe Puente, ex alcalde Atizapán de Zaragoza y político cercano al candidato priista si los hay.
Hasta hace pocos días Zárate Juárez se movía en los escenarios del PRI guanajuatense como Pedro por su casa. Ahora dicen que se trata de un partido de puertas abiertas, pero lo cierto es que la convocatoria a ver el debate aquel domingo 6 de mayo en el auditorio Luis Donaldo Colosio, sólo fue para los de casa.
Exdirector de la Policía Preventiva de Matamoros cuando Tomás Yarrington era Alcalde y director del Instituto Tamaulipeco para la Vivienda, cuando fue gobernador, Zárate Juárez fue sin duda un hombre cercano al gobernador al que hoy se investiga por sus nexos con el narcotráfico.
La pura sospecha ya ha sido suficiente para que el PRI se deslinde del ex gobernador y busque su expulsión, lo que sin duda afectará a todos sus cercanos. De seguir a ese paso será necesario que pronto estén pidiendo cartas de no antecedentes penales ya no sólo a los candidatos del PRI, sino hasta a los simpatizantes y los adherentes.
Por lo pronto y con una conveniente amnesia que a nadie convence, hoy ya ni Juani, ni Guillermo Ruiz de Teresa con quien tuvo mayores contactos, se acuerdan del pobre Pablo. Qué ingrata es la política.
Muy buena columna, breve, concisa y reveladora 🙂 Arnoldo Cuéllar no permite los episodios de amnesia o desconocimiento de la verdad, sin amarillismos ni exageraciones.