Que nadie se espante, en cualquier debate político que se respete la denuncia va por delante de la propuesta. Y es normal, un político es capaz de prometer cualquier cosas, hasta hacer llover en medio de la peor sequía, pero de lo que se trata es de saber de qué están hechos los hombres públicos a través de su desempeño.
Ahora sabemos mejor cuanto dinero destinan gobernantes como Andres Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto a su gasto publicitario; también quedó en evidencia el ausentismo de Josefina Vázquez Mota en la Cámara de Diputados. De Gabriel Quadri hubo poco que saber, pues no ha sido funcionario de alto nivel y su lugar en el posicionamiento electoral hizo que nadie se ocupara de él.
Pero también sabemos cómo formulan sus criticas quienes quieren gobernarnos, cómo atacan y cómo se defienden, lo que nos dice más de ellos que sus discursos placeros o sus muy cuidados mensajes publicitarios.
Qué va a ocurrir con esa información que llegó a varios millones de mexicanos, pese a las intentonas de minimizarlo disfrazadas de respeto a la libertad por parte de quienes hacen todo, menos respetar la libertad y la inteligencia de sus públicos.
Sin duda, lo que pueda ocurrir está en el ánimo y la mente de un electorado al que estos insumos le sirven pero que, seguramente, aún no acaba de tomar su decisión.
Por ello, bienvenido el próximo debate y ojalá hubiera más.